Se estima que en el mundo hay más de 40 millones de nómadas digitales: profesionales que viajan de ciudad en ciudad buscando no solo lugares con condiciones favorables para trabajar de forma remota, sino también nuevas experiencias culturales, disfrutar de un buen clima, hacer turismo y conectarse con otras personas.
En este panorama global, Colombia ha ido ganando protagonismo como uno de los destinos más atractivos de América Latina. Medellín, por ejemplo, está ocupando los primeros lugares en rankings internacionales de ciudades preferidas por los nómadas digitales. También Bogotá, Cali y la región del Eje Cafetero figuran entre los lugares de interés de esta comunidad, esto, gracias a su diversidad y riqueza cultural.
Las razones detrás de esta creciente popularidad son claras. Colombia ofrece un costo de vida accesible, especialmente comparado con ciudades de Europa o Norteamérica. El entretenimiento, el transporte y otros servicios básicos tienen precios competitivos y también se encuentra en ellos calidad. Además, el clima, es una ventaja. La ubicación geográfica de Colombia garantiza temperaturas estables durante todo el año, y particularmente en esto el clima de Medellín es uno de los más preferidos.
La infraestructura digital también ha sido un punto a favor. Actualmente, es posible acceder a una conexión estable a internet desde casi cualquier ciudad del país, lo cual es vital para quienes dependen de plataformas digitales para su trabajo. Otra ventaja para los nómadas también ha sido la implementación de una visa específica para estas personas, que permite estancias más largas y posibilita el trabajo remoto.
Sin embargo, para que Colombia consolide su lugar y sea cada vez más escogida por los nómadas digitales, es necesario abordar ciertos desafíos. La seguridad, por ejemplo, sigue siendo una preocupación en algunas zonas del país. También hay retos relacionados con la infraestructura: fuera de las grandes ciudades, el transporte público no siempre es eficiente, y los servicios bancarios pueden resultar complicados para los extranjeros. A esto se suma la barrera idiomática: el bajo nivel de inglés en la población puede dificultar la estadía para quienes no hablan español.
Otra desventaja es que el proceso de expedición de la visa puede tardar más de 30 días, lo cual es mucho tiempo para el estilo de vida que suele tener un nómada digital. Por otro lado, muchas de estas personas valoran los espacios creativos desde donde trabajar y conectar con otros. En este sentido, en Colombia todavía faltan más iniciativas diseñadas específicamente para esta comunidad, que promuevan la interacción y el intercambio cultural con ambientes colaborativos.
Trabajar en estos puntos no solo beneficiaría a los nómadas digitales, sino también un sector que está estrechamente relacionado; el turismo. En 2024, Colombia generó ingresos por turismo y transporte aéreo de US$10.082 millones, lo que representó un crecimiento del 12,8% respecto al año 2023.
Esto muestra claramente que el país está en una posición en la que debería aprovechar este crecimiento del sector turístico y abordar también los desafíos que pueden encontrar los nómadas digitales al momento de decidir por una larga estadía en Colombia. Superar estos retos, no solo mejoraría su experiencia, sino que también fortalecería aún más el posicionamiento de Colombia como un destino atractivo, contribuyendo al crecimiento del sector.
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