Colombia es uno de los países en el mundo con más peajes en el territorio nacional, el último movimiento fue en el mes de agosto donde tuvieron un alza en su tarifa. Esta alza, que afecta tanto a los peajes administrados por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) como por el Instituto Nacional de Vías (Invías), tiene como objetivo subsanar el déficit generado por el Decreto 0050 de 2023 y mitigar el impacto de la inflación.
¿Cuáles son los peajes más caros de Colombia en 2024 y cómo afecta el aumento a los conductores?
En total, 148 peajes se verán incrementados en un 4,64%, cifra que corresponde al 50% de la inflación registrada en el año 2023, que fue de 9,28%. Sin embargo, el alza no ha estado exenta de críticas, ya que la infraestructura vial del país y la calidad de los servicios públicos siguen siendo temas de discusión y preocupación.
¿Peajes más caros del país?
Dentro de la nueva estructura de tarifas, los peajes más caros de Colombia se encuentran en algunas de las vías más transitadas y estratégicas del país.
El peaje más costoso, de acuerdo con el nuevo ajuste, es el del Túnel de Occidente, ubicado entre Medellín y San Jerónimo, en el Departamento de Antioquia. Con un valor de $31.900, este peaje ha alcanzado una cifra récord, incluida la reciente subida del 4,64%. Esta infraestructura, que forma parte de la Autopista al Mar 1, ha sido considerada una de las megaobras más importantes de la región, ya que conecta la capital antioqueña con la zona costera del Caribe y ha permitido reducir significativamente los tiempos de viaje, disminuyendo de 70 a 35 minutos el tiempo de conducción entre Medellín y San Jerónimo.
El túnel, con una longitud de 4.663 metros, no solo ha representado una inversión de $420.000 millones, sino que también ha mejorado considerablemente la conectividad de la región, beneficiando tanto a los conductores particulares como a los transportadores de carga. A pesar de estos beneficios, muchos consideran que el costo es excesivo, sobre todo en un contexto económico donde la inflación sigue afectando el poder adquisitivo de los colombianos.
El segundo peaje más caro en el país es el de Pipiral, ubicado en la vía Bogotá-Villavicencio, una de las rutas más críticas del país debido a sus constantes altercados, como deslizamientos de tierra, movilizaciones sociales, derrumbes y accidentes, en su mayoría provocados por los tractocamiones que atraviesan esta vía. Este peaje es administrado por la concesionaria Coviandina y ha sido históricamente uno de los puntos más sensibles para el gremio de transportadores, quienes han expresado su descontento con el alza de tarifas, argumentando que la infraestructura vial de Colombia está muy por debajo de los estándares requeridos para garantizar una circulación segura y eficiente.
Otros peajes costosos del país son:
- Peaje Circasia: También está en la principal ruta que conecta los tres departamentos del Eje Cafetero. Su valor es de 14.500 pesos.
- Boquerón I y II: Estos peajes, que están en la vía que conecta a Bogotá con Villavicencio, tienen un valor de 13.200 pesos.
- La Libertad: Hace parte de la Malla Vial del Meta. Está en la vía Alto Pompeya – Pachaquiaro, en las afueras de Villavicencio.
- Peaje de Puerto Triunfo: Para viajar entre Medellín y Bogotá es necesario pasar por este peaje, que hace del desarrollo vial del Oriente de Medellín.
- Peaje de Cocorná: El peaje de Cocorná (El Santuario), en Antioquia, se encuentra ubicado en la vía Santuario – Puerto Triunfo, en el kilómetro 03+100, sentido sur-norte.
Uno de los sectores más afectados por el aumento de los peajes es, sin duda, el del transporte de carga. Los gremios de transportadores han manifestado su preocupación por los efectos económicos negativos que esta medida podría generar en su sector. Según cálculos de los mismos transportadores, el aumento de los peajes podría traducirse en pérdidas cercanas a los $160.000 millones mensuales, lo que afectaría gravemente su capacidad operativa y competitiva.
Los transportadores de carga argumentan que el costo de los peajes representa solo una pequeña parte del costo total de operación, pero que se suma a otros gastos, como el precio del diésel, el cual sigue siendo uno de los componentes más elevados en la estructura de costos de los transportadores. A pesar de que el Ministerio de Hacienda, Ricardo Bonilla, señaló que el impacto del incremento varía dependiendo del tipo de vehículo (particular, carga o pasajeros), los transportadores insisten en que las condiciones de la infraestructura del país no justifican este tipo de aumentos.
Según los gremios, muchas de las carreteras colombianas siguen presentando graves deficiencias, con obras que se encuentran retrasadas hasta en 60 años. En este sentido, los transportadores consideran que el gobierno debería centrar sus esfuerzos en mejorar la infraestructura vial y en garantizar la seguridad en las carreteras, antes de seguir aumentando las tarifas de los peajes.
El Ministerio de Transporte y el Gobierno del presidente Gustavo Petro han defendido el aumento, argumentando que el ajuste es necesario para equilibrar las finanzas del sector y garantizar la sostenibilidad de las concesiones viales. Según el Ministro de Hacienda, el aumento de peajes tiene como fin mitigar el déficit generado por el Decreto 0050 de 2023, que congeló las tarifas de peajes ese año como medida para paliar el impacto de la inflación.
Este aumento de tarifas no es el único que afecta al bolsillo de los colombianos. De hecho, es parte de un ajuste más amplio que busca mejorar la calidad y sostenibilidad de las infraestructuras viales del país, muchas de las cuales presentan años de desatención y requieren de inversiones significativas para ser modernizadas. Sin embargo, los conductores han señalado que el impacto de esta medida podría ser desproporcionado, sobre todo en un contexto económico de alta inflación, donde el costo de vida sigue aumentando y el poder adquisitivo de los colombianos se ha visto mermado.
En resumen, el aumento de los peajes en Colombia ha generado un amplio debate sobre la necesidad de mejorar la infraestructura vial del país, el impacto económico en los conductores y el papel del gobierno en garantizar que los recursos recaudados sean bien invertidos. A pesar de que el gobierno asegura que este ajuste es necesario para subsanar el déficit del sector, los gremios de transportadores continúan exigiendo soluciones más efectivas para mejorar las condiciones de las carreteras y reducir el costo operativo del transporte en el país.
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