Desde el presidente del Congreso hasta empresarios, líderes y ciudadanía, coinciden en que uno de los factores de riesgo que altera el comportamiento normal es la incertidumbre. ¿Cómo solucionarlo?
EDITORIAL
Como todo en la vida, la confianza, la homogeneidad en la información, la transparencia, el entender de dónde vienen las cosas, por dónde pasan, hacia dónde van, qué destino tienen las políticas de Gobierno que busca, que persigue cada uno de los propósitos que se consagran todos los días en medios, en discursos y foros.
Todo lo anterior, y acá la importancia del manejo de las comunicaciones, pues es absolutamente trascendental y sensible principalmente para el manejo de la economía de un país, porque los actores privados y la ciudadanía se mueve a través de incentivos, toman decisiones a través de lo que perciben como cierto, como un movimiento y entienden si invierten, si no invierten, si se van o se quedan.
Lo que hemos tenido en Colombia desde hace 9 meses, casi un año, por cuenta de la tormenta política de Colombia y sus elecciones, ha sido el factor incertidumbre, porque no se sabe si la salud se va acabar, si la justicia seguirá peor de lo que siempre ha estado, si la seguridad física de la propiedad privada estará más en riesgo, si la seguridad ciudadana seguirá decayendo o si la infraestructura es o no una prioridad, si la creación de empleos se busca a través de subsidios o incentivos.
También, si se respetan los tres poderes el Estado, si existe un balance de pesos y contrapesos, si existen riesgos de perder calificaciones crediticias, de la política fiscal y monetaria y podríamos quedarnos analizando cada uno de los asteriscos que más hay en la mesa como la reforma laboral, la reforma pensional y sin lugar a duda pues el precio del dólar, que Colombia como buen país resiliente pues ya normalizó un dólar a $4.800, ya parece que es normal convivir con esto durante cuatro años.
El Gobierno es el único actor en el escenario que le puede dar, no solamente equilibrio y solución, sino también solucionar de una vez por todas la incertidumbre, una incertidumbre que también los termina afectando a ellos en el mediano y corto plazo y deben ser conscientes de eso.
El Gobierno tiene que dar mensajes claros, consistentes y no cambiantes a la comunidad internacional, empresarial y sobre todo a los inversionistas y en el fondo a todos los ciudadanos, que están con sus planes caídos para comprar casa, para estudiar, para montar su emprendimiento, para seguir luchando en un país que tiene más del 70% de la gente en la informalidad.
Es hora de quitar ese gran factor de incertidumbre que poco a poco calcina la estabilidad colombiana, la confianza y la transparencia, se tiene que mejorar la comunicación pero sobre todo afianzar un acuerdo de voluntades para encontrar los mejores resultados que beneficien a todo el país.
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