Invertir ya no es un campo reservado exclusivamente para personas con altos ingresos o conocimientos avanzados en finanzas. En Colombia, el crecimiento de plataformas digitales, la reducción de los montos mínimos y el acceso a productos más democráticos han permitido que cada vez más ciudadanos consideren la inversión como una opción real para proteger y aumentar su patrimonio.
El interés ha crecido especialmente entre jóvenes que buscan alternativas frente a la inflación y la baja rentabilidad del ahorro tradicional.
Panorama general: El punto de partida, es comprender los fundamentos básicos: riesgo, retorno, liquidez y horizonte de inversión. Estos conceptos permiten identificar qué tanta volatilidad se está dispuesto a asumir y con qué objetivos. No es lo mismo invertir para construir un ahorro a largo plazo que para obtener ingresos adicionales o evitar la pérdida de poder adquisitivo. Definir esa meta inicial ayuda a escoger el instrumento adecuado y a evitar decisiones impulsivas.
Una de las grandes ventajas del mercado colombiano es la posibilidad de invertir desde montos bajos. Los fondos de inversión colectiva, administrados por fiduciarias y sociedades comisionistas, permiten ingresar desde $10.000 o $50.000, lo que facilita diversificar incluso con poco capital. Estos fondos combinan activos como bonos, acciones y renta fija, lo que reduce el riesgo para quienes apenas comienzan. Para perfiles conservadores, los fondos de liquidez se han convertido en una alternativa recurrente.
Los Certificados de Depósito a Término (CDT), disponibles también en versiones digitales, son otro vehículo accesible. Pueden abrirse desde $100.000 y ofrecen rentabilidades estables durante un plazo fijo. Aunque no son productos tan flexibles—pues algunos no permiten retiros anticipados sin penalización—resultan atractivos para quienes priorizan la seguridad y prefieren evitar altos niveles de volatilidad.
En los últimos años ha ganado terreno la posibilidad de comprar fracciones de acciones o ETF internacionales a través de plataformas digitales. Con montos que pueden ser inferiores a $20.000 es posible acceder a mercados globales, índices bursátiles o sectores específicos. Esta alternativa permite diversificar geográficamente y reducir la concentración, aunque exige mayor tolerancia al riesgo, pues la volatilidad suele ser más marcada que en la renta fija local.
Inversión con bajos montos: alternativas accesibles para proteger el patrimonio en Colombia

Por qué es importante: Para que la inversión sea sostenible, se recomienda diferenciarla del ahorro. Antes de invertir, lo ideal es contar con un fondo de emergencia equivalente a tres o seis meses de gastos básicos. Solo después de cumplir ese objetivo conviene destinar una parte del ingreso mensual a la inversión, siguiendo reglas simples como la del 20%, que sugiere usar ese porcentaje del salario para ahorro e inversión, ajustándolo a la realidad económica de cada persona.
La diversificación también es clave cuando se empieza con montos pequeños. Distribuir el capital en varios instrumentos reduce el impacto de eventuales caídas en un solo producto. Algunas guías prácticas, como la “regla del 1%”, recomiendan no destinar más de ese porcentaje a inversiones de alto riesgo, lo que ayuda a manejar la exposición sin comprometer la estabilidad financiera.
El error más común entre los principiantes es dejarse llevar por tendencias, recomendaciones informales o promesas de ganancias rápidas. Esto no solo incrementa el riesgo, sino que abre la puerta a estafas, especialmente cuando las plataformas no están vigiladas por la Superintendencia Financiera. Revisar la regulación, entender los términos y desconfiar de retornos desproporcionados son pasos esenciales para proteger el capital.