Del concejal Julián Osorio a una sociedad compasiva y generosa

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EDITORIAL

Una vez más se comprueba que la sociedad colombiana tiene mejores personas de las que creemos, que son capaces de transformar la tragedia de una persona en una verdadera bendición para su vida.


El video que se hizo viral gracias a la crueldad y pobreza moral, ética y humana del concejal de Manizales del partido Centro Democrático, Julián Osorio, ha tenido vínculos comprobados con los gremios taxistas y con empresas de esa ciudad dedicadas a esa actividad económica, pide un servicio de In Driver el cual es prestado de buena manera por un señor llamado Carlos, este llama a la Policía para tenderle una trampa y así poder intervenir con el fin de que se lleven su carro; se grabó para dar alarde de ciudadano legal que denunciaba el crimen y a un conductor malvado que estaba infringiendo la ley, que estaba atentando contra la sociedad colombiana por conducir un vehículo en una aplicación que este Gobierno, así como otros anteriores, no han querido legalizar cuando el país lo necesita.

Ello será producto de otro escrito. En este hacemos el acercamiento necesario a la situación. Quisiera uno entender por qué esa maldad la trasladan las personas para afectar la vida de otros con ningún argumento, simplemente con un falso altruismo en donde solamente se evidencia la podredumbre humana, esa descomposición social que, que lastimosamente tienen muchísimos colombianos y personas en el mundo pero rápidamente es olvidada y superada gracias a la generosidad de miles de colombianos que desde conocido el incidente se dedicaron a ayudar a través de consignaciones a don  Carlos, quien se hizo viral en las redes sociales por ser víctima de este canalla.

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Y es que la realidad de don Carlos es la de más del 50 % de los colombianos, que son personas que tienen que vivir en la informalidad, que tienen que rebuscarse un trabajo ante la precaria oferta laboral que hay en nuestro país. Dejando eso claro, es lamentable que el Estado colombiano poco o nada ha hecho en materia de avanzar en la legalización de estas plataformas y permitir que todos los colombianos que decidan puedan trabajar libremente y sin temor a ser víctimas de un atarbán, como el concejal Julián Osorio y que los ciudadanos puedan tener más y mejores ofertas en el servicio del transporte público.

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Queremos hacer un reconocimiento a una sociedad valiente, a una sociedad generosa, amplia, bondadosa, una sociedad que es solidaria ante las tragedias humanas, una sociedad que se levanta ante esa ignominia de unos pocos que buscan destruir el día de una persona y echarle abajo todos sus sueños, porque la vida de don Carlos en ese momento, sin ser dramáticos, se sumía en un caos porque este era que don Carlos tenía que tener un dinero para poder sacar su carro de unos patios con el fin de pagar las multas que se le impusieran e incluso otras consecuencias legales, en un país en donde la mayoría de personas pudiesen optar por salir a robar, a matar, como hacen tantos en las ciudades y municipios del país; don Carlos optó por trabajar con el fin de ganarse un dinero de forma legal, transportando en su carro personas, sin hacerle daño a nadie.

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Las donaciones que se le hicieron a don Carlos superaron los 25 millones de pesos, una cifra que le ayudará no solamente a sacar su vehículo de los patios, a pagar las multas y a afrontar otras instancias que se le hayan impuesto luego de este dantesco acto. Le hacemos un llamado a la sociedad sobre cómo seguirle demostrando al mundo que acá somos más las personas buenas, que Colombia tiene personas valiosas que son capaces de acompañar, de cubrir generosamente cuando el otro es víctima de tanta maldad.

Gracias a los miles de colombianos que donaron dinero, gracias a los que expresaron su rechazo hacia esa actitud del concejal Osorio y ojalá que el Centro Democrático tomara cartas en el asunto porque los partidos políticos pueden buscar votos con miles de pretextos y acuerdos, pero que sea con empresarios, con gremios, entre otros, lo que ha sostenido buena parte del establecimiento político en Colombia.

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