La Contraloría General de la República ha emitido una advertencia significativa respecto al Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2025, destacando un preocupante déficit de $12 billones. Este déficit no solo podría afectar la estabilidad financiera del país, sino que también impactará directamente en los recursos destinados a la inversión, que verán una reducción del 17,4%, mientras que los gastos de funcionamiento se incrementarán en un 6,2%.
Panorama general: El Ministerio de Hacienda ya había anticipado este déficit, señalando que sería uno de los principales argumentos para la presentación de una nueva reforma tributaria que actualmente está en proceso de formulación por parte del Gobierno. Según las proyecciones de la Contraloría, el presupuesto de inversión pasará de $100 billones en 2024 a $82,5 billones en 2025, afectando particularmente a sectores críticos como vivienda y agricultura.
Por otro lado, los gastos de funcionamiento del Gobierno aumentarán de $308,9 billones a $327,9 billones. En total, el Gobierno prevé gastos por $523 billones para 2025, lo que representa un incremento del 3,9% en comparación con el año anterior. Estos gastos se distribuirán en $327,9 billones para el funcionamiento estatal, $112,6 billones para el saneamiento de la deuda nacional y $82,5 billones para inversión.
Ministerio de Hacienda y Contraloría enfrentan desafío del déficit presupuestario de $12 billones
Por qué es importante:
La Contraloría ha expresado su preocupación por la falta de claridad en las fuentes de financiamiento, advirtiendo que esto podría generar dificultades en la ejecución del presupuesto si no se concretan los ingresos esperados. Además, el ente de control ha señalado inconsistencias en la proyección de recaudo de impuestos, ya que las estimaciones presentadas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo no coinciden con las del PGN.
Otro aspecto que podría comprometer el presupuesto es la fluctuación en el precio del petróleo y la tasa de cambio. Una caída en las tarifas del hidrocarburo y una devaluación del peso colombiano podrían impactar negativamente los ingresos nacionales, complicando aún más la situación presupuestal.
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