Este informe de Gastometría de Raddar, liderado por Camilo Herrera, destaca la complejidad de la situación económica. A pesar del crecimiento nominal, el panorama real refleja un desafío. Desde noviembre de 2022, el gasto de los hogares ha experimentado ajustes significativos, con siete meses de contracción continua.
Este contexto plantea preguntas sobre el poder adquisitivo y la dinámica de consumo en un país que enfrenta desafíos económicos.
Tendencias del gasto de los hogares Colombianos hasta septiembre de 2024
La colocación crediticia también refleja cambios importantes. Con un crecimiento anual del 4,9%, este aumento se debe principalmente a la dinámica del crédito hipotecario, que ha sido un motor clave en el contexto actual. Las tarjetas de crédito y los préstamos de consumo han contribuido a este crecimiento, ofreciendo a los hogares más opciones para financiar sus gastos.
El análisis revela que el salario mínimo real ha aumentado en 5,92%, mientras que el salario por ocupado ha caído -1,7%. Este contraste pone de relieve las dificultades que enfrentan muchos trabajadores. El gasto de los hogares decreció un -1,1% en términos trimestrales, un dato que podría no alinearse con las proyecciones del PIB y el gasto de consumo. Este desajuste sugiere un crecimiento real del producto que podría superar al gasto de los hogares, similar a situaciones observadas en 2008 y 2016.
Desde agosto, el gasto de los hogares ha mostrado una tendencia positiva, impulsada por la desaceleración de la inflación en alimentos y bienes durables. Esta mejoría en la inflación ha permitido a los hogares recuperar parte de su capacidad de compra. Raddar estima que este repunte puede continuar, especialmente con la llegada de las festividades de fin de año, cuando muchos hogares comienzan a adelantar compras.
El informe indica que la recuperación en el gasto es alentadora, pero aún frágil y desigual. A medida que se aproxima el último trimestre del año, se anticipa un aumento en el consumo gracias a las festividades y promociones. Sin embargo, el mercado laboral enfrenta un estancamiento en la generación de empleo, lo que podría limitar la recuperación del gasto en segmentos vulnerables.
La dinámica del gasto real en septiembre muestra una recuperación tras la fuerte contracción experimentada en los primeros meses de 2024. Aunque el gasto aún no alcanza los niveles históricos, la desaceleración de la inflación ha sido un factor positivo. La caída del gasto en el tercer trimestre ha sido menos pronunciada, lo que sugiere que la economía está comenzando a estabilizarse.
Un análisis más detallado revela que el crecimiento del gasto se ha visto impulsado principalmente por los hogares de ingresos altos, que en septiembre registraron cifras positivas. Esto plantea un panorama desigual, ya que los hogares de menores ingresos continúan enfrentando desafíos significativos en su capacidad de gasto.
A lo largo de 2024, el gasto de los hogares se ha mantenido en terreno negativo, aunque se vislumbra una posible recuperación. El último trimestre del año se perfila como crucial, dado que las festividades, promociones y temporadas de descuentos pueden estimular el consumo. Sin embargo, la cautela en los hogares y cambios en los ciclos de compra podrían limitar el impacto.
En conclusión, el gasto de los hogares colombianos presenta una compleja realidad: aunque hay signos de recuperación y estabilidad, el contexto sigue siendo frágil. La desaceleración de la inflación y el aumento en la capacidad de compra ofrecen un respiro, pero el estancamiento en el mercado laboral y la desigualdad en el crecimiento del gasto plantean desafíos importantes.