Se ha venido hablando sobre la necesidad de construir más vías, sobre que los carros no caben y sobre otra serie de problemáticas, pero la chatarrización no se toca.
Por: Redacción 360 Radio
En ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, se ha vuelto normal en los últimos seis años, escuchar cómo el caos vehicular está afectando la calidad de vida de todos los ciudadanos. Por eso se debe ser tajante y aclarar para sentar un precedente sobre la dimensión de ese debate, pues en las vías no solo transitan carros particulares, debido a que también circulan ambulancias, buses escolares, carros de distribución de alimentos, funerarias, carros gubernamentales, entre otros.
Por tanto, limitar el debate a que es un beneficio para carros particulares es miope pero sobre todo, clasista. Lo que han evidenciado varios centros de estudio y expertos en el tema, con el ejemplo de algunos referentes internacionales, es que en Colombia no hay una política de chatarrización y renovación del parque automotor establecida.
Primero, porque evidentemente es un tema polémico que puede ser antipopular, debido a que puede ser una factor que genere convulsión de emociones y sentimientos, pero, que si estamos en la onda y la actitud necesaria de pensar en nuestro planeta, en la calidad de vida, en tratar de respirar un mejor aire, sobre todo en las ciudades de Medellín y Bogotá, se vuelve imperante que se haga una reflexión entre todos los alcaldes de la ciudades capitales, por lo menos las más perjudicadas, junto con el Ministerio de Transporte, Agencia Nacional de Seguridad Vial, entre otros, para que se establezca una edad de retiro a los vehículos de cualquier clase.
En algunos países han establecido que la fecha máxima de vida útil de un carro son 15 años, o sea que ese carro cuando cumple ese tiempo, debe salir de circulación sin excusa alguna. Ese vehículo no puede seguir transitando en las calles y tiene que ser chatarrizado, esto con el fin de preservar, no solamente, un esquema de ingreso y salida al parque automotor, es decir, que lo menos por cada carro que ingrese salgan dos, o cuando menos, uno.
Y que cada vez las fuentes de contaminación sean menores porque a su vez se ha avanzado en tecnología y en la capacidad de instalada de vehículos híbridos o vehículos totalmente eléctricos.
Ahora, además de temas de contaminación, vehículos de modelo 80, 85, 90 que aún andan en Cololmbia están generando todo tiempo trancones, recalentando en las vías o son utilizados con precarios estándares de seguridad y terminan creando un caos vehicular inigualable, pues es más lo que le terminan quitando a la ciudad que lo que le aportan.
Es tema que debe ser revisado por el próximo Gobierno y debe ser tomado en serio, porque por encima de los intereses o beneficios personales de unos pocos está la calidad de vida de las personas.