Los créditos de vivienda han mostrando desaceleración desde finales de 2022, esta movida se explica por las altas tasas.
Por: Redacción 360 Radio
«Comprar casa en Colombia está imposible», una frase que resuena en las conversaciones cotidianas de muchos colombianos. La coyuntura económica persistente, combinada con tasas de interés inamovibles, ha transformado la adquisición de casa propia de un objetivo alcanzable en un sueño cada vez más distante para muchos.
La preocupación no es nueva, y el Banco de la República lo respalda con datos preocupantes. El crecimiento de la cartera de vivienda, liderada por préstamos en pesos, está experimentando una desaceleración que se ha mantenido desde finales de 2022.
Esta tendencia se refleja claramente en los desembolsos, que también han ido en picada. Según el Banco de la República, hasta mayo de 2023, los créditos destinados a la adquisición de viviendas han sufrido una contracción real anual del 26,3%, marcando la tasa de crecimiento más baja en las últimas dos décadas.
El panorama se torna desalentador, especialmente para los desembolsos destinados a la adquisición de viviendas no VIS, donde los precios de las propiedades son más elevados en comparación con las viviendas VIS. Las viviendas no VIS representan el 71.2% de los desembolsos totales para la adquisición de viviendas. Aunque los desembolsos de créditos destinados a viviendas VIS también han disminuido, lo han hecho en menor medida en comparación con la no VIS.
A pesar de estos desafíos, la composición de la cartera de vivienda en los establecimientos de crédito se ha mantenido en un total de $97.8 billones al cierre del primer semestre de este año.
Sin embargo, la cartera vencida plantea preocupaciones adicionales. Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el sistema de financiación de vivienda cuenta con 1.28 millones de créditos de vivienda catalogados como cartera vigente, lo que representa el 95.1% del total, mientras que 66,817 créditos de vivienda se encuentran clasificados como cartera vencida, lo que equivale al 4.9%.
El análisis del DANE revela que en el segundo trimestre del año, el capital de una o más cuotas vencidas se concentra principalmente en Bogotá, con $618.454 millones y una participación del 34.5%. Le siguen los departamentos de Valle del Cauca, con $166.327 millones y una participación del 9.3%, y Atlántico, con $132.219 millones y una participación del 7.4%.
Una de las alternativas propuestas es la reactivación de programas gubernamentales que se han implementado en el pasado para estimular este sector. «El Gobierno ha estado implementando planes de estímulo al sector vivienda, ajustes, subsidios y programas de incentivos a la demanda en el pasado. Revivir estos programas o darles continuidad podría tener un impacto a medio plazo», explicó David Cubides, director de investigaciones económicas en Alianza Valores.
Sin embargo, existe un escepticismo creciente entre algunos analistas financieros. «Los programas de subsidio a la tasa de interés implementados por el Gobierno anterior fueron muy exitosos, pero parece que el Gobierno actual no está dispuesto a repetirlos», mencionó Daniel Castellanos, analista financiero. La adquisición de vivienda en Colombia enfrenta desafíos significativos, y la búsqueda de soluciones efectivas continúa en medio de un panorama incierto.