Por: Redacción 360 Radio
¿Qué tan desigual es la competencia entre los operadores de telecomunicaciones en el país? ¿Por qué se afirma que Claro es el operador que domina el escenario? ¿Qué tanto han apostado sus competidores para conectar al país? ¿Estas empresas cuentan con garantías para operar equitativamente?
Estos fueron algunos interrogantes que se discutieron en la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, que citó a Carlos Lugo, Comisionado y Director Ejecutivo de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), para debatir sobre las estrategias que se han implementado para que los colombianos estén conectados en medio de la pandemia.
Sin embargo, el encuentro dio un giro de 180 grados y se centró en hablar acerca de quién es el supuesto operador dominante del mercado de las telecomunicaciones y sobre por qué sus competidores no se han interesado por estar a su nivel.
“En el 2013 se subastó el espectro y una mayor porción del mismo lo obtuvo Claro, que tuvo la obligación de hacer y desplegar infraestructura, por eso hoy en el país el mayor despliegue de infraestructura lo tiene este operador”, señaló el representante del Partido Conservador, Emérito Montes.
Antes esto, varios representantes respondieron con argumentos y cifras de la CRC, afirmando que si Claro tiene la delantera es porque efectivamente ha invertido más en infraestructura y ha llevado conectividad a las zonas más apartadas de Colombia.
El representante Alfredo Ape Cuello, también Conservador, hizo fuertes declaraciones al respecto. “Lo primero que tengo que decirles es que hay una correlación directa entre la inversión y la participación directa en el mercado” apuntó, para después añadir que “el mercado de telefonía móvil y de internet en Colombia está compuesto por la compañía Claro y por unos competidores que son gorreros, vividores, flojos, acomodados y pechugones”.
Según datos de la CRC, al hablar de redes 4G, Claro tiene presencia en 1.062 cabeceras municipales, Movistar en 411, Tigo en 329 y Avantel en 76 y, como afirmó Ape Cuello, “la SIC lo ha dicho, quienes han invertido más tienen mayor participación del mercado”, por lo que según él los demás operadores estarían aprovechando la infraestructura de Claro para prestar sus servicios, por medio de la regulación del RAN (Roaming Automático Nacional) que busca precisamente lo contrario.
Pese a que el Congreso aprobó otros medidas como la disminución de la portabilidad móvil a 24 horas, la prohibición de la cláusula de permanencia y la apertura de las bandas móviles, para que la competencia entre operadores fuera más equitativa, según Cuello, solo Claro le habría sacado provecho a estas mejoras al ampliar su infraestructura.
Ahora bien, los funcionarios coinciden en que “se debe aumentar la competencia en infraestructura y un régimen normativo simétrico, con más equidad en el uso del espectro”, como afirmó el representante Ciro Rodríguez, pues en Colombia no habría lugar para un mal servicio.
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Y es que el país cuenta con 11 operadores de telecomunicaciones, quedándose con el primer lugar a nivel de Latinoamérica como el país con más competidores en el sector, tal y como explicó el representante liberal Rodrigo Rojas.
Por su parte, Mónica Raigoza se mostró neutral en el acalorado debate y comentó: “No generemos el tema de rivalidades o posiciones. El país necesita soluciones rápidas. Aquí debe haber mejores estrategias para hacer competitivo el mercado. Hay que incentivar es la inversión. El servicio debe ser la misma calidad en todas las regiones”.
Así las cosas, todo apunta a que la CRC debe generar estrategias para promover la inversión en el sector por parte de operadores como Tigo y Avantel, que podrían tener una desventaja aún más amplia con la polémica llegada de WOM a Colombia.
Finalmente, Carlos Lugo como comisionado de la CRC señaló que las estrategias con estas compañías son conocidas por los organismos de control. “Aquí no hay nada que ocultar. El rol de la CRC en el mercado es acompañar la política pública, promover la inversión, masificar el bienestar social y promover la competencia”, fue la conclusión a la que se llegó en el debate.