Después de la pérdida histórica de 20,7 millones de empleos para el mes de abril, Estados Unidos creó 2,5 millones de nuevos puestos en mayo y, en junio, la apertura de más vacantes casi se duplica.
Por: Redacción 360 Radio
Con las intenciones de volver a una normalización del comercio en los diferentes estados del país norteamericano, se han venido levantando las medidas restrictivas y de cierre obligatorio, que se habían impuesto desde marzo para controlar el aumento de casos de contagio por COVID-19.
Con esta vuelta a la normalidad se da la oportunidad de que restaurantes y otros sectores para el entretenimiento permitan el ingreso de decenas de personas a sus locales, lo que a la vez supone un retorno de los trabajadores a sus espacios laborales. De esta forma, Estados Unidos ha creado 4,8 millones de empleos para el mes de junio, en una búsqueda por aliviar las pérdidas e impulsar de nuevo la economía. Esto se ha visto reflejado en una disminución de la tasa de desempleo que, de acuerdo al informe del Departamento de Trabajo, para mayo, se ubicó en 13.3% y para el presente mes se sitúa en un 11,1%.
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Según Infobae, los expertos esperaban que el desempleo alcanzara un 20% y, aunque las cifras actuales son alentadoras, existe la posibilidad de que haya errores por parte de los encuestados a la hora de dar respuesta. Pues algunas personas aseguraron estar “empleadas, pero ausentes en su lugar de trabajo”, lo que en realidad debió asumirse como “desempleo temporal”, de acuerdo con las declaraciones del Departamento de Trabajo estadounidense.
Por otra parte, aunque hay una disminución de la tasa de desempleo, los casos positivos continúan aumentando en todo el territorio norteamericano, alcanzando al día de hoy los 2,7 millones de casos. Por esto, Estados como California y Texas han tenido que frenar sus procesos de reapertura económica por segunda vez, debido a un incremento significativo de los contagiados.
Además, la tasa de desempleo sigue siendo dada en dos dígitos y los economistas indican que puede mantenerse así, incluso, durante todo el año; ya que habrá una ralentización de los procesos de contratación, al estar en medio de una fuerte recesión que frena la capacidad adquisitiva de la razón de ser de la economía: los consumidores.