Confidenciales 360
Aunque el partido del expresidente Uribe se ha ufanado de ser coherente en cada uno de sus procederes, pues en la última elección para contralor general de la Nación se pifiaron, y en gran manera.
Fuera de que José Félix Lafaurie ha sido un soldado de primera línea de esa colectividad durante todo el gobierno de Juan Manuel Santos, y ha trabajado de la mano del expresidente Uribe, lo mínimo que se esperaba por parte de quienes son cercanos a Lafaurie y quienes han visto en él una entrega desinteresada. A la hora de llegar al poder, se esperaba que el Centro Democrático lo tuviera en cuenta para una de las principales posiciones que contempla ostentar un gobierno.
Lafaurie estuvo en la órbita de los ministerios de Defensa y Agricultura, aunque en última instancia le manifestaron que no, que lo apoyarían para ser contralor, y a hoy ninguna de las tres se dio. Lo peor de todo, es que el Centro Democrático no se fue hasta la última línea de batalla, sino que lo abandonó faltando una hora para la eleccion de una manera muy mezquina y pegándole casi una puñalada trapera por la espalda.
El presidente Duque no dio la pelea para que Lafaurie fuera contralor, algo que para algunas personas estaba mal visto, para otras normal, porque no se trata de tener a un contralor que no te vigile, sino a uno que sea de confianza, imparcial y que no sea un enemigo. Si llega a ese puesto una persona que no sea del Gobierno, no significa independencia, también puede significar un foco de donde van a extorsionar si no se cede a pretensiones politiqueras de quienes pusieron a ese contralor.
En todo caso, queda muy mal parado el Centro Democrático con respecto a lo que le hizo al presidente de Fedegán José Félix Lafaurie.