Las cajas de compensación familiar en Colombia han sido durante décadas un pilar fundamental en la redistribución de recursos para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias. Sin embargo, en un contexto de cambios económicos, alta informalidad laboral y transformación digital, estas entidades enfrentan un desafío crucial: su sostenibilidad financiera.
El modelo de financiamiento de las cajas de compensación se basa en el aporte del 4% sobre la nómina de las empresas afiliadas. Sin embargo, este esquema enfrenta varios desafíos.
Uno es el crecimiento del empleo informal, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), más del 58% de los trabajadores en Colombia están en la informalidad, lo que significa que no cotizan a seguridad social ni a las cajas de compensación. Menos trabajadores formales implican menos ingresos para las cajas, lo que puede afectar la capacidad de ofrecer subsidios de vivienda, educación y otros beneficios clave para la población de menores ingresos.
Otro punto relevante es que el contexto económico post-pandemia ha generado una disminución en la afiliación de empresas a las cajas de compensación. Muchas pequeñas y medianas empresas han cerrado o han optado por esquemas de contratación más flexibles que no incluyen aportes a seguridad social. Esto representa un desafío financiero significativo.
Además, mientras los ingresos de las cajas pueden disminuir debido a la informalidad y la menor afiliación empresarial, la demanda por subsidios y beneficios sigue en aumento. La población que busca acceder a subsidios de vivienda, apoyo educativo y programas de recreación sigue creciendo, lo que puede generar una presión financiera sobre las cajas de compensación.
En el 34° Congreso de Asocajas, Adriana Guillén se refirió a la importancia de seguir cuidando las cajas de compensación y dijo de manera contundente que: «Ustedes, personas sencillas, técnicas, pulcras y optimistas son los llamados a sostener este acuerdo y a renovar el compromiso de trabajar por un país menos desigual. A pregonar nuestros valores, a exaltar nuestra marca, que no en vano siempre ocupa los primeros lugares de confiabilidad entre los colombianos. En una sociedad que cada vez está más dolida y más descreída de sus instituciones», dijo.
El futuro de las cajas de compensación: ¿están preparadas para la economía digital?
La digitalización de la economía y la creciente adopción de nuevas tecnologías están cambiando la forma en que operan las empresas y el mercado laboral. En este contexto, las cajas de compensación deben evolucionar para seguir siendo relevantes. Pero, ¿están preparadas para esta transformación?
Una de las oportunidades más grandes para las cajas de compensación es la modernización de sus servicios a través de plataformas digitales. Algunas cajas ya han implementado aplicaciones y sitios web para gestionar trámites en línea, pero el nivel de digitalización varía entre entidades.
Para garantizar su sostenibilidad en el futuro, las cajas deben invertir en soluciones tecnológicas que permitan:
- Trámites y solicitudes en línea para acceder a subsidios y beneficios sin necesidad de acudir a oficinas físicas.
- Atención virtual y automatizada, utilizando inteligencia artificial y chatbots para mejorar la experiencia del usuario.
- Capacitación y formación digital, ofreciendo cursos en línea para mejorar la empleabilidad de los trabajadores afiliados.
Otro punto relevante es que para la sostenibilidad de las cajas de compensación es ampliar su base de afiliados más allá de los trabajadores formales. Algunos gremios han propuesto la posibilidad de que los trabajadores independientes y aquellos del sector informal puedan afiliarse de manera voluntaria, contribuyendo con un porcentaje menor pero accediendo a beneficios básicos.
Ahora bien, también se ha propuesto bajar el aporte, pero Guillén dijo en su momento que «Experiencias del pasado han demostrado que bajar los aportes parafiscales de los empresarios no tiene un impacto en la formalidad y creación de empleo». Además agregó puntos relevantes sobre la reforma laboral que se debate en Colombia.
«La reforma laboral no contribuye a reducir la informalidad porque está pensada para grupos muy específicos de la población y deja por fuera a 13 millones de personas que necesitan nuevas formas de vinculación laboral. Desde Asocajas hacemos un llamado para que el Gobierno, Congreso, gremios y Cajas pensemos en 70% de los colombianos que están ocupados y que no están recibiendo la atención que se debe, impulsando nuevos modelos de formalidad, como reemplazar el contrato laboral por el ingreso productivo como una vía de entrada a la protección social», dijo.
También, sería relevante comprender una diversificación de ingresos. Dependiendo exclusivamente de los aportes de las empresas afiliadas, las cajas de compensación corren el riesgo de una crisis financiera en el futuro. Una solución podría ser la diversificación de ingresos mediante creación de servicios adicionales pagos para trabajadores independientes, desarrollo de programas de bienestar corporativo para empresas, expansión de servicios de recreación y turismo con modelos de negocio más autosostenibles.
Las cajas de compensación en Colombia enfrentan un desafío crítico en términos de sostenibilidad financiera. La alta informalidad laboral, la disminución en la afiliación empresarial y la creciente demanda de subsidios ponen en riesgo su capacidad de seguir ofreciendo beneficios esenciales a los trabajadores y sus familias.
Sin embargo, el futuro de estas entidades no está definido por completo. La digitalización, la inclusión de trabajadores independientes, la diversificación de ingresos y la formación de alianzas estratégicas son caminos viables para fortalecer su impacto en la sociedad colombiana.
Lea también: Avantex nombra a Carlos Eduardo Botero Hoyos como su nuevo líder en América Latina
