El tiempo corre para las empresas del sector minero-energético en Colombia. A partir del 2 de julio de 2025 perderá vigencia la versión 2013 del Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE) y, un mes después, el 3 de agosto, ocurrirá lo mismo con la versión 2009 del Reglamento Técnico de Iluminación y Alumbrado Público (RETILAP).
Las compañías que no renueven sus certificaciones se exponen a sanciones económicas y a restricciones para comercializar sus productos.
Nueva normativa técnica entra en vigor para el sector minero-energético
Los cambios responden a la necesidad de incorporar tecnologías limpias, como paneles solares, baterías de almacenamiento, aerogeneradores e iluminación LED, y de armonizar los estándares locales con los internacionales.
El Ministerio de Minas y Energía explica que la actualización fortalece la seguridad de las personas y la protección ambiental al exigir pruebas más rigurosas de desempeño y eficiencia.
Según el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (ONAC), más de 40 laboratorios y organismos de inspección ya obtuvieron la acreditación para operar con las nuevas versiones de RETIE y RETILAP, pero la demanda supera la oferta y podría generar cuellos de botella en las próximas semanas.
En todo el país existen más de 7.000 compañías registradas en la cadena de minas y energía, por lo que la actualización normativa tendrá un alcance considerable.
Por qué las Empresas del sector minero-energético deben actuar ya
“Es muy importante que las empresas consideren estas medidas para evitar riesgos en sus procesos logísticos y de acceso al mercado”, advierte William Vizcaíno, director general de NYCE en Colombia, uno de los primeros organismos acreditados para las nuevas versiones. “De esta manera podrán demostrar el cumplimiento de sus mercancías y cumplir sus objetivos de negocio de forma segura y confiable”.
La presión regulatoria coincide con la tendencia global hacia la descarbonización. De acuerdo con el Consejo Mundial de Energía, las inversiones en fuentes renovables y eficiencia eléctrica crecieron 15 % interanual en América Latina durante 2024.
Si las empresas del sector minero-energético no actualizan sus certificaciones, quedarán fuera de licitaciones que exigen pruebas de sostenibilidad y perderán competitividad frente a actores que ya migraron a tecnologías limpias.
Riesgos y costos de la inacción
Incumplir los nuevos reglamentos acarrea multas que pueden superar los 1.000 salarios mínimos, la inmovilización de equipos, la revocatoria de licencias de operación y la imposibilidad de importar componentes.
Además, las compañías quedan expuestas a mayores primas de seguro y a demandas civiles si ocurren accidentes eléctricos o fallos de iluminación en espacios públicos.
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Camino para cumplir a tiempo
Diagnóstico documental. Verificar la fecha de expedición de cada certificado RETIE y RETILAP y cruzarla con los lotes de producción vigentes.
Agenda con organismos acreditados. Priorizar laboratorios reconocidos por ONAC y con capacidad para ensayos de tecnologías emergentes.
Actualización de especificaciones técnicas. Ajustar manuales y fichas de producto según los nuevos requisitos de seguridad, eficiencia y etiquetado.
Capacitación del personal. Invertir en formación sobre instalación segura de sistemas solares y luminarias LED, cuyo manejo difiere de las tecnologías tradicionales.
Comunicación con la cadena de valor. Informar a proveedores y clientes acerca de los plazos y los beneficios de la certificación para evitar retrasos logísticos.
Al adoptar estas medidas, las empresas del sector minero-energético no solo evitan multas, sino que fortalecen su reputación y abren la puerta a mercados internacionales que valoran el cumplimiento normativo. NYCE y otros organismos ofrecen acompañamiento técnico para agilizar los trámites y reducir el tiempo de evaluación.
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