A medida que la incertidumbre política y la agitación social se intensifican, las empresas en Colombia se ven cada vez más inmersas en un entorno de riesgos derivados de la violencia política.
El reciente informe «Tendencias de la violencia política y los disturbios civiles en 2025» de Allianz Commercial pone de manifiesto que, si bien hubo una disminución en el número de protestas en comparación con 2023, la amenaza sigue siendo alta y el 63% de las empresas encuestadas señala la agitación civil como su principal riesgo.
¿Qué piensan las empresas en Colombia?
El boletín revela que Colombia lideró en Sudamérica en la realización de protestas en 2024, registrando 1.666 eventos, superando a otros países de la región como Brasil, Chile y Perú. Esta cifra, aunque representa una reducción del 19,5% frente al año anterior, demuestra la persistencia del malestar social en un contexto que mantiene a las organizaciones en alerta constante.
Ante este panorama, las cifras de percepción del riesgo adquieren particular relevancia: casi la mitad de las empresas también identifica actos de terrorismo o sabotaje, y el 47% considera la polarización social como un factor determinante para la estabilidad de sus operaciones.
Estos datos subrayan que la violencia política no es un fenómeno aislado, sino parte de un entramado de amenazas interrelacionadas que afectan directamente la continuidad y el crecimiento empresarial.
El comunicado de Allianz Commercial recoge declaraciones de Esteban Delgado, Managing Director de Allianz Commercial Colombia, quien enfatiza que «el riesgo de violencia política en Colombia no es una posibilidad remota, sino un escenario que requiere planes de continuidad, protocolos de seguridad y coberturas especializadas». Estas palabras reflejan la urgencia de que las empresas adopten estrategias de gestión de riesgos robustas y adaptadas a la compleja realidad del país.
El informe destaca además que sectores clave como el energético, manufacturero, retail, tecnológico y agroindustrial han sufrido las consecuencias directas de disturbios civiles, interrupciones en la cadena de suministro y ataques a sus instalaciones.
La diversidad de impactos evidencia que la violencia política trasciende la esfera gubernamental, convirtiéndose en un desafío para empresas de todos los tamaños y ámbitos.
En un contexto regional, el análisis de Allianz Commercial sitúa a América Latina en una posición de alerta, con un 59% de las empresas latinoamericanas reconociendo la violencia civil como su principal amenaza, superando el promedio global del 51%.
Las experiencias pasadas en Colombia, particularmente los eventos de 2021 y 2022, han dejado en evidencia la vulnerabilidad de diversas operaciones empresariales, lo que refuerza la necesidad de invertir en medidas preventivas y en estrategias de comunicación de crisis.
Finalmente, el informe recomienda a las empresas colombianas evaluar sus vulnerabilidades frente a disturbios, actualizar sus planes de continuidad, revisar las pólizas de seguros y desarrollar estrategias integrales de seguridad y comunicación para mitigar los efectos de la violencia política.
En tiempos de polarización y cambios constantes, tener una lectura precisa del contexto y una preparación sólida puede marcar la diferencia entre resistir o desaparecer frente a la inestabilidad.