En Junio se presentaría el cierre de más de una tercera parte de los restaurantes del territorio nacional

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Para el mes de junio del presente año, se espera el cierre de 35.000 restaurantes en el país. Y la pérdida de 220.000 empleos más.


Los datos expuesto por Acodres, ponen en evidencia la situación actual a la que se enfrenta el sector gastronómico en Colombia, donde a finales de 2019 habían 90.000 restaurantes en el país, y ahora, en lo que va de este 2020, a causa de la pandemia, a finales del mes de mayo habían cerrado 27.600, y si las medidas continúan así, se espera la quiebra de 35.000 negocios para finales de junio, lo que representa el cierre de más de una tercera parte del total.

Henrique Gómez París, presidente del gremio, manifestó su preocupación con la situación y fue enfático en que si no se permite una reactivación de los locales, se generara una “catástrofe para la industria”. Además, es claro en que esto no solo significa un problema para los propietarios, sino para el empleo del país, donde la pérdida de estos para finalizar el sexto mes del año podrían ser 220.000 personas sin empleo formal o informal. La industria cuenta con un total de 73.000 establecimientos informales y 17.000 formales.

De los 90.000 establecimientos existentes en el país, se generan 500.000 empleos directos y 1.000.000 tercerizados. Desde el inicio de la pandemia, para el mes de abril cerraron 20.000 restaurantes, en mayo 27.000 y para este mes de junio se proyecta el cierre de 35.000.

No obstante, el sector gastronómico y el alojamiento, empezaron el año con un buen flujo de personas que se integraron al mercado de trabajo. Para el mes de febrero, antes de la aparición de la emergencia, 115.000 nuevas personas comenzaron a trabajar en el sector, pero, para el mes de abril, la reducción fue de 436.000 personas desocupadas.

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El Gobierno ha permitido el funcionamiento de los restaurantes a través de la entrega a domicilio y con el decreto 749 se permitió comprar para llevar, sin embargo, las ventas no son suficientes para sostener muchos negocios. Para el chef y propietario de varios restaurantes, Jorge Rausch, estas opciones son una justificación del Gobierno para no permitir una reapertura de los locales. El directivo del gremio, considera que la visión de ver a los restaurantes como una amenaza porque convocan gente es juzgar con rapidez, y exponer la industria gastronómica a una quiebra masiva, cuando no vale la pena, y añade: “en Alemania, Francia y España ya se reactivaron los restaurantes. La gente quiere volver”.

Además, expresó: “Los domicilios son una excusa del Gobierno, pero no son la solución. Uno no paga arriendos de $40 millones a punta de delivery”.

Uno de los motivos principales por la que los restaurantes han tomado la decisión de cerrar, se presenta debido a la falta de dinero para cumplir con el pago de sus arriendos, que representa el valor más elevado de los costos operativos. No obstante, aunque el Gobierno Nacional ha decretado que los arrendatarios pueden terminar de manera unilateral el contrato y solo pagar una indemnización, para algunos propietarios, esta no es una buena solución, ya que el objetivo es continuar prestando servicio, una vez sea posible.

Se ha hablado de una reapertura gradual, donde se permita operar con un 30% de aforo, como lo han hecho las peluquerías, centros comerciales y otras industrias del comercio. No obstante, para muchos esto puede presentar un problema mayor porque tendría que pagar luz y alquiler como si estuvieran al 100%.

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Sin embargo, el chef del restaurante El Cielo en Medellín, Juan Manuel Barrientos, considera que es una medida que puede ayudar, ya que igual están pagando estas cuentas estando cerrados, y operar con esa capacidad puede mejorar un poco el flujo de la caja y añadió: “Abrir con 30% da la posibilidad de respirar con el agua por debajo de la nariz, pero permitirá que no nos ahoguemos. Los domicilios representan entre 8% y 12% de las ventas que no hacían domicilios. Algo que sucedía con los de alta cocina. Si el Gobierno no toma una decisión, recogerá cenizas”.

Los primeros en cerrar una vez inicio la pandemia, fueron los pequeños negocios, pero parece que ahora el turno es para grandes negocios y restaurantes de mantel, que a casusa del tipo de producto, no pueden ofrecer un buen servicio a domicilio.

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