El especialista en políticas de seguridad internacional y resolución de conflictos y excandidato a la Alcaldía de Cali, se refirió también a que los contagiados por covid-19 en el país deben estar aislados en hoteles o en recintos para que no contagien a familiares o con quienes viven. Ve necesaria la apertura gradual de sectores para ir reactivando la economía.
360 Radio:
¿Cuál es su visión sobre el manejo que se le ha dado al covid-19 tanto en el Valle del Cauca como en el país?
Alejandro Eder (A.E.):
Es una situación sin precedentes en Colombia y en cualquier lugar del mundo. No hay ningún líder político que haya lidiado con una situación de este tipo; la última vez que hubo algo medio similar fue hace 100 años con la fiebre española, pero fue distinto en el sentido en que no se regó tan rápido aunque sí de manera amplia. Es una situación nueva. También es distinto porque el mundo hoy está mucho más interconectado, eso ha hecho que se riegue la enfermedad, que las consecuencias económicas vayan a ser mucho más amplia, pero también va a posibilitar que la vacuna llegue mucho más rápido gracias a la globalización.
Las consecuencias económicas van a ser más amplias porque, por ejemplo, en cuanto al computador que uso: todas sus partes probablemente fueron construidas o ensambladas en distintos países; de un país viene los microchips, de otro el plástico, de otro la pantalla, envían todo eso a un cuarto país, lo ensamblan, lo distribuyen. Los software son americanos, seguramente con programadores hechos en India. En el momento en que el mundo entra en cuarentena y se rompen todas las cadenas económicas va a tener efectos necesariamente sobre la economía mundial, y pues ni hablar en la economía local.
La experiencia que teníamos para aprender era con los primeros infectados, y creo que Colombia aprendió esa lección; es decir, las medidas se tomaron de manera oportuna, así al principio (comienzos de marzo) hubiera parecido que se estaban enredando. El Gobierno se organizó, tomó las medidas que se requerían, cerraron el país e implementaron la cuarentena, la cual ha servido para alejar el contagio, el inicio del virus, para comprarnos en esencia una ventana. Permitió que no hayamos tenido una situación como en España, Italia o Ecuador.
Hemos utilizado la cuarentena en Colombia para, inicialmente, fortalecer la capacidad de atención de cuidados intensivos y atención hospitalaria. También se aprovechó para implementar una estrategia de pruebas, lo que se ha visto en los países que más han controlado el virus (Corea del Sur, Japón, Singapur) es una estrategia de pruebas. Hoy Colombia está haciendo más pruebas que antes pero siguen siendo muy pocas; hace tres pruebas por cada mil habitantes, mientras que Corea hace 12 pruebas por cada mil habitantes, al día; en Alemania y en Estados Unidos hacen 25 pruebas por cada mil habitante. Estamos muy lejos de eso.
No es suficiente con solo hacer pruebas, también hay que trazar los contactos de los enfermos confirmados de manera efectiva y hay que aislarlos. En Colombia falta más esfuerzo para trazar los contactos, quiere decir que si hay un contagiado por covid-19 enfermo hay que tratar de ubicar a todas las personas con las que el infectado tuvo contacto, y hacerles pruebas. A los positivos, hay que aislarlos; los que se puedan aislar de manera efectiva en la casa, es decir, que tengan una habitación donde puedan estar solos y un baño que solo ellos usen. Eso infortunadamente en Colombia no es posible, sobre todo en zonas de invasión o donde hay barrios con viviendas sociales de 70 metros cuadrados. Lo que se debe hacer, y estamos a tiempo, es mandar a infectados a hoteles o a recintos, no necesariamente a hospitales, para que pasen la fiebre así no estén graves. Los más graves los deben remitir a hospitales, los menos graves a estos recintos.
El Valle tiene una tasa de crecimiento muy alta porque estamos bien conectados al mundo y llegaron de España, muchas de ellas, por el aeropuerto de Palmira. También, lo que hace que este departamento sea uno de los más prosperos del país es nuestra interconexión, tenemos maya vial excelente pero eso mismo jugó en contra porque el virus se regó más rápido por todo el Valle. También se demoraron en implementar medidas de cuarentena y en hacer pruebas; es normal que hayan más casos positivos porque se están haciendo muchas más pruebas que en el resto del país, con excepción de Bogotá. Eso es positivo, es lo que tenemos que hacer.
Estamos quedados en el Valle en cuanto al aislamiento de enfermos, pues hemos visto varios casos en los que una persona sale positiva de covid-19 y la envían para la casa, en donde no tiene la posibilidad de quedarse allí porque deben ir a mercar o al banco, o simplemente por indisciplina. Estas personas se deben enviar entonces a hoteles, no a la casa. Como lo hicieron en Corea del Sur, España, China e Israel.
Hay hoteles en Cali que están al borde de la quiebra, o ya quebrados. Hablemos claramente. Sobre todo los pequeños. Sería una forma de mitigar el daño económico, pues si se envían los contagiados a hoteles adecuados con las medidas de sanidad que se pueda alquilar al costo, por lo menos esos hoteles no se van a quebrar porque pueden seguir funcionando. Eso es algo que se debe revisar.
Vamos bien en cuanto a la salud si nos comparamos con el resto de América Latina y con algunos países desarrollados, aunque hay cosas por mejorar. En cuanto al golpe económico no vamos bien, no se ha dimensionado este problema. Reconozco que el Gobierno Nacional ha hecho un esfuerzo gigantesco y fuera de lo común para proteger los empleos de nuestro país, pero es insuficiente porque está apoyado en el sector financiero. El Gobierno dice que va a dar garantías hasta el 90 % para las empresas que hagan préstamos con el fin de que se mantengan los empleos, pero el banco tiene que medir el riesgo. Si va un propietario de un hotel pequeño a pedir un préstamo, del banco van a decir que probablemente no van a pagar y no otorgan el préstamo, pues es lo responsable desde el punto de vista financiero.
360:
Restaurantes, peluquerías, lavaderos de carros, entre otros, están pasando agua y deben reactivarse. ¿Cómo cree usted que se debe dar la reactivación en esos sectores?
A.E.:
Tenemos que ser claros en algo: hay cosas que se salen de las manos de los gobernantes. No es culpa de estos que haya llegado una enfermedad ultracontagiosa que va a impedir que funcionen negocios como restaurantes, discotecas, bares, peluquerías, odontólogos, manicuristas, entre otros. Sé que hay mucha angustia, pero tenemos que ser justos. Hay miles de empleos que se van a perder, esto es un nuevo normal, el covid-19 no se va a acabar en dos meses. Estamos tratando de acostumbrarnos a una nueva situación mientras llega la vacuna, eso es lo que nos va a salvar. Puede que esta no llegue por un buen rato, hay enfermedades como el VIH que lleván más de 30 años sin cura o vacuna, aunque el covid-19 es otro tipo de enfermedad y hay mucho optimismo por parte de los científicos que se va a poder lograr encontrar una vacuna rápido, pero hay que estar preparados para lo peor.
Hay que seguir abriendo la economía donde se pueda, hay que dar apoyo a las personas que trabajan en sector de restaurantes o peluquerías. La vida normal tiene que seguir y los gobiernos locales deben enfocarse en buscar alianzas con el SENA, con las universidades para pensar en formas de adaptar y programas de reentrenamiento para que empresarios o trabajadores establecidos en ciertos sectores puedan entender y readaptarse a esta nueva realidad.
El Gobierno Nacional y los gobiernos locales tienen que pensar en formas para financiar programas de giros directos a micro, pequeñas y medianas empresas establecidas, a vendedores informales que estén registrados para que puedan sobrevivir por unos meses mientras nos vamos adaptando a esta nueva realidad. ¿De dónde saldrá ese dinero? ¡No sé!, pero hay que sentarse a pensarlo, no somos el primer país que pasa por una crisis de estas. Cuando hubo guerras mundiales, los países europeos encontraban la manera de salir de problemas y siguen siendo hoy potencias. No somos ningunos pendejos, hay que juntar las mejores mentes y trabajar de manera articulada sector público, sector privado y academia para pensar en cuál es la salida a nivel nacional pero también en Cali.
360:
¿Qué preocupación tiene sobre el futuro inmediato de Cali con los impactos económicos y sociales que trajo el covid-19?
A.E.:
Necesitamos giros directos de parte del Gobierno Nacional. El dinero lo tenemos que poner todos. Si uno mira como han hecho países cuando ha habido guerras, han sacado bonos de guerra. Son altamente rentables, pagaderos en 50 o 100 años, no tienen carga fiscal, se pueden usar como colateral de deudas, se pueden transar en el mercado, son líquidos. Nosotros tenemos que sacar unos bonos de emergencia, Colombia necesita por lo menos $140 billones para atender la crisis del covid-19. Esto lo dije hace un mes y medio, y en este tiempo se han tomado medidas pero siguen siendo muy tímidas. Por eso vemos personas en este momento perdiendo el empleo.
Hay personas, vendedores informales, que no pueden ir al banco a pedir préstamos. Muy bacana la solución del banco para algunas empresas, para quienes sirva. Tenemos que buscar una forma de giros directos porque se debe proteger el empleo en Colombia; la revolución social más importante que ha tenido Colombia ha ocurrido en los últimos 20 años: el 25 % de la población pasó de la pobreza a la clase media, es decir, 15 o 20 millones de personas. En la actualidad estamos en riesgo de que la mitad de esas personas se echen para atrás otra vez, eso es lo peor que le puede pasar a Colombia por la situación de los más pobres pero también por la situación de los de clase media. Ahí es donde nos tenemos que pellizcar y mover más rápido.