¿Es necesaria una Secretaría de Turismo en Medellín?

El Concejo de la Ciudad aprobó en los últimos días un proyecto de acuerdo mediante el cual se permitió darle luz o darle vida a la Secretaría de Turismo en Medellín, que sería la número 26 que hace parte del conglomerado público.

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Hemos escuchado con atención las exposiciones de varios concejales de la ciudad, tanto a favor como en contra de la creación de la Secretaría de Turismo en Medellín. Aquellos que se expresaron valerosamente en contra del proyecto reciben nuestro especial saludo, porque entendemos que en épocas como estas, no estar alineados al 100% con un gobierno nuevo no es tan fácil ni popular.

Además, demuestra que siempre la discrepancia y la diferencia, tan naturales en la esfera pública, son sanas, productivas y no deberían ser vistas de manera nociva o personal respecto a quienes proponen el proyecto.

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La ciudad ha venido escuchando desde hace mucho tiempo sobre un presunto saqueo a las arcas públicas, que dejó la olla raspada, por ejemplo, y sobre las numerosas irregularidades en toda clase de contratación, tanto en las secretarías, gerencias y agencias, como en todo el organigrama puntual de la Alcaldía de Medellín.

Obviamente, esto hace pensar a la ciudad que las finanzas no son tan sólidas. Como en el hogar, cuando los ingresos no son suficientes y los gastos son demasiado altos, especialmente en una recesión o una estanflación como la que está experimentando Colombia, todos deben apretarse el cinturón.

Dicho esto y teniendo en cuenta las consideraciones económicas mencionadas, donde los gobiernos realmente deben procurar ser más cautos, ahorrar más, crear más valor y gestionar mejor los recursos para buscar la eficiencia en ellos, ya que son limitados y es importante tener inteligencia financiera para administrarlos adecuadamente.

Luego, están las justificaciones para crear la Secretaría. La verdad es que, como diría el concejal Guillermo Vélez, uno aprende muchas palabras en la esfera pública para justificar algo, como transversalizar, planificar, monitorear, ejecutar, unir esfuerzos; todas ellas palabras comunes en contratos para justificar acciones.

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En este caso, vale la pena preguntarse si con el Buró, Plaza Mayor, Agencia de Cooperación Internacional y la subsecretaría de Turismo existentes, ¿no es suficiente? Simplemente reorganizar y entregar las herramientas necesarias a una sola de las entidades ya creadas para manejar el turismo de la ciudad sería más que adecuado.

Por ejemplo, en cuanto a la seguridad para los turistas, ¿Cuál sería el papel de la Secretaría de Seguridad en este aspecto? ¿Y en cuanto a la prostitución, cuál sería el papel de la Secretaría de Inclusión, que tiene como objetivo misional acudir a estos grupos poblacionales y atenderlos?

Entonces, existen muchas razones válidas sobre lo que el turismo necesita. Sin embargo, la Alcaldía ya tenía una serie de entidades, agencias y subsecretarías dedicadas a lo que ahora quieren volver a atacar, controlar o atender. Por último, se dice que esto no le costará un peso más al municipio, y eso es aplaudible. A través de un ahorro al no nombrar vacantes existentes en la alcaldía, se logra no gastar un peso más. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿por qué no pensar en ahorrar en otros rubros y lograr una optimización en este sentido? Es maravilloso que no se gaste más, pero ¿por qué no ahorrar? ¿Por qué no invertir ese dinero en otros aspectos?

Por último, queremos insistir en que esta es una consideración general sobre algo que ya se aprobó y al que le deseamos suerte, ni más ni menos. Deseamos que cumpla con sus objetivos y logros, que nombren a una persona capacitada y idónea, que tenga experiencia global y que pueda traer beneficios a la ciudad.

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Este ejemplo lo ponemos porque observamos que ciudades como París o Madrid tienen cifras de turismo realmente envidiables, y uno puede ver la estructura burocrática que tienen para manejar esos asuntos, algo que no encontramos aquí. Entonces, si lo que se ha logrado se ha logrado sin una Secretaría de Turismo muchas veces de manera espontánea y natural, ¿por qué no ahora, con esta Secretaría, mejorar la calidad de los turistas que llegan, mejorar los indicadores de atención y traer beneficios a la ciudad?

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