Así lo confirmó el ministro de Finanzas, Eric Lombard, quien aseguró que el país no cederá ante presiones externas, incluidas las de la administración del expresidente y candidato Donald Trump.
Francia defiende su soberanía fiscal con el Impuesto a los Servicios Digitales
«No es una herramienta de negociación, ya la tenemos en vigor y no va a cambiar», declaró Lombard en una entrevista con Bloomberg Television el pasado lunes.
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El ministro enfatizó que la legislación francesa en materia fiscal es una cuestión de soberanía y no está sujeta a acuerdos comerciales con otras naciones.
El Impuesto a los Servicios Digitales, adoptado en 2019, fue una de las primeras iniciativas a nivel mundial para gravar los ingresos de grandes compañías tecnológicas, como Google, Amazon y Facebook, que operan en mercados internacionales sin tributar proporcionalmente en los países donde generan ingresos.
Desde su implementación, el DST ha sido motivo de fricción con Estados Unidos. En su momento, Donald Trump criticó la medida por considerar que discriminaba a empresas estadounidenses, llegando a amenazar con aranceles sobre productos franceses emblemáticos, como el vino espumoso, el queso y los bolsos de lujo.
Aunque ambas partes lograron una tregua en la que Francia se comprometía a retirar el impuesto una vez que se establecieran nuevas normas fiscales globales, dichas negociaciones no han avanzado lo suficiente como para concretar una solución definitiva.
Mientras tanto, el impuesto digital ha generado ingresos significativos para el gobierno francés. En 2023, la recaudación derivada de esta medida alcanzó los 700 millones de euros (aproximadamente 722 millones de dólares), consolidándose como una fuente de financiamiento importante para el país.
Con la posibilidad del regreso de Trump a la Casa Blanca y sus recientes declaraciones sobre la imposición de aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, las tensiones comerciales entre ambas potencias podrían escalar nuevamente.
La Unión Europea ha manifestado que analizará detenidamente cualquier acción unilateral antes de tomar represalias, pero ha advertido que está dispuesta a responder con firmeza si se materializan medidas que perjudiquen la economía del bloque.
En este contexto, Lombard ha asegurado que Francia y la Unión Europea cuentan con herramientas para contrarrestar eventuales sanciones comerciales impuestas por Washington.
«Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para mantener el equilibrio. Tenemos las mismas herramientas, tenemos las mismas armas si es necesario y las utilizaremos», afirmó el ministro.
A pesar de la postura firme de París, Lombard también dejó abierta la posibilidad de negociación, sugiriendo que Trump podría ser un actor clave en la búsqueda de una solución diplomática. «Podemos contar con Trump como negociador para encontrar una manera de desescalar», sostuvo.
Con un panorama global de incertidumbre comercial y la amenaza latente de nuevos aranceles, la postura de Francia respecto al impuesto digital no solo reafirma su soberanía fiscal, sino que también pone de manifiesto la necesidad de alcanzar un consenso internacional sobre la tributación de las grandes tecnológicas.
En los próximos meses, las decisiones que tomen tanto París como Washington podrían definir el futuro de las relaciones comerciales transatlánticas.
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