Este viernes 13 de junio, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público presentó el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), uno de los documentos más importantes para la política económica de Colombia. De igual manera, se confirmó la activación de la cláusula de escape para suspender la regla fiscal del país.
Este informe anual traza las proyecciones macroeconómicas y fiscales del país a diez años y establece las metas de déficit, deuda, crecimiento y recaudación. Sin embargo, la versión de 2025 será distinta a las anteriores: llega acompañada de una decisión que ha generado reacciones encontradas en gremios, centros de análisis y calificadoras de riesgo.
Presentación del Marco Fiscal trae consigo la suspensión de la regla fiscal en Colombia por tres años
El presidente Gustavo Petro, a través del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis), autorizó la activación de la llamada “cláusula de escape”, una figura que permite suspender temporalmente la regla fiscal.
Esta medida, en principio, estará vigente durante tres años. Según el ministro de Hacienda, Germán Ávila, esta decisión obedece a una “crisis de caja” sin precedentes, agravada por presiones fiscales relacionadas con subsidios y el pago de compromisos financieros internacionales.
Misma medida que el ministro Ávila confirmó durante su intervención, haciendo uso de este mecanismo para salvaguardar la economía de Colombia, algo que a la vista de muchos empresarios y expertos es gravisimo para nuestro país.
Qué implica suspender la regla fiscal: La regla fiscal, establecida mediante la Ley 1473 de 2011 y reformada en 2021, es el marco normativo que impone límites al déficit estructural del Gobierno Central y al crecimiento de la deuda pública.
Su objetivo es mantener la sostenibilidad fiscal y evitar desequilibrios que puedan poner en riesgo la estabilidad macroeconómica del país. En términos simples, se trata de una especie de “correa” presupuestal que impide que el Gobierno gaste más de lo que recauda de forma sistemática.
Con la activación de la cláusula de escape, el Ejecutivo tendrá libertad para aumentar el gasto público y financiarlo con mayor endeudamiento, lo cual podría aliviar presiones en sectores como energía, transporte, subsidios sociales y cobertura de deuda. Sin embargo, esta decisión también abre interrogantes de fondo sobre las consecuencias a mediano plazo para la salud fiscal del país.
Qué dice el Gobierno: Durante su intervención en la reciente Convención Bancaria, el ministro Ávila fue claro al justificar la suspensión de la regla fiscal.
Explicó que el país enfrenta un cuello de botella financiero por el pago de los subsidios a la energía eléctrica, la cobertura de los sobrecostos en el precio de los combustibles y el cumplimiento de las obligaciones adquiridas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Nos vimos obligados a acudir a la cláusula de escape no por capricho, sino por una necesidad estructural del Estado», afirmó el jefe de la cartera de Hacienda. En este contexto, también adelantó que será necesario tramitar una nueva reforma tributaria para garantizar los recursos que el país requiere, advirtiendo que el aumento de la deuda pública será inevitable.
Panorama de incertidumbre: La presentación del MFMP en estas condiciones se convierte en un parteaguas para el rumbo económico del país. Si bien el Gobierno defiende la medida como una herramienta necesaria para responder a las urgencias sociales y fiscales, la evidencia histórica y los análisis económicos sugieren que la laxitud fiscal podría tener efectos secundarios de alto costo.
El documento, que será publicado después del cierre de los mercados, incluirá las metas de déficit y endeudamiento para 2025 y los años siguientes. También se espera que detalle los supuestos macroeconómicos sobre los que se basa el plan del Gobierno, incluyendo variables clave como crecimiento del PIB, precio del petróleo, tasa de cambio, inflación y tasas de interés externas.
En paralelo, analistas estarán atentos a la manera en que el Gobierno proyecta cubrir el hueco fiscal sin deteriorar aún más el balance macroeconómico. Las alternativas incluyen nuevas reformas tributarias, un recorte en la inversión pública no prioritaria o una reconfiguración de los programas de subsidios.
La presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo este 13 de junio no será una más. Llega en un momento en que el país enfrenta decisiones estructurales, con implicaciones tanto inmediatas como de largo aliento. La suspensión de la regla fiscal podría representar una oportunidad para sortear la coyuntura actual, pero también un riesgo significativo para la sostenibilidad financiera de Colombia.
El camino que elija el Gobierno en términos fiscales definirá no solo la viabilidad de sus políticas sociales, sino también la confianza de los mercados y el bienestar económico de los colombianos en los años por venir. La tensión entre necesidad y prudencia fiscal vuelve a ser protagonista del debate nacional.
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