El Gobierno colombiano, de la mano de expertos, ha venido advirtiendo sobre la precariedad del suministro energético. La presidenta de Acolgén, Natalia Gutiérrez, expresó en el reciente congreso anual de energía en Bogotá que, si no se toman medidas urgentes para manejar la situación de los embalses, Colombia podría enfrentar serios problemas de suministro para 2026. Señalo también la importancia de aprovechar el mes de diciembre para acumular reservas hídricas que sostengan el sistema durante los meses de sequía, que se extienden desde enero hasta abril.
El Impacto de la suspensión de exportaciones en el sector energético Colombiano
Consciente de la situación crítica, el Ministerio de Minas expidió el 1 de octubre la Resolución 40410 de 2024, que introduce cambios significativos en las normas que rigen la exportación de electricidad. Según el artículo 3 de esta resolución, a partir de su entrada en vigencia, se suspenden las exportaciones de electricidad. La decisión se fundamenta en la evaluación constante de las variables energéticas y eléctricas realizada por el Centro Nacional de Despacho (CND)
La resolución establece que, en el futuro, las exportaciones solo podrán llevarse a cabo utilizando alternativas de generación que no afecten la demanda interna. Entre las opciones mencionadas se incluyen plantas térmicas que operen con combustibles líquidos y aquellas que sean despachadas centralmente.
La activación de plantas térmicas
La situación ha obligado al Gobierno a recurrir a medidas excepcionales, como la activación de plantas térmicas. El pasado domingo, la Comisión de Regulación de Energía Eléctrica (CREG) modificó el estado del sector eléctrico de «vigilancia» a «riesgo». Este cambio se basa en un análisis detallado de las variables del mercado energético y en los indicadores del sistema reportados por el CND.
Además, se ha activado el Mecanismo para el Sostenimiento de la Confiabilidad Energética, que incluye un conjunto de medidas necesarias para mantener la capacidad de generación eléctrica en un contexto crítico. En su comunicado, la CREG informó que esta decisión fue adoptada durante la sesión 1342 del 28 de septiembre, en cumplimiento de la Resolución CREG 026 de 2014.
La crisis energética que enfrenta Colombia no solo afecta a los generadores de electricidad, sino que también tiene un impacto directo en los consumidores y en la economía del país. Con un crecimiento significativo en la demanda de energía, especialmente durante los meses pico, la incertidumbre sobre la disponibilidad del suministro se convierte en un factor preocupante para los hogares y las industrias.
Las reacciones a estas medidas han sido diversas. Mientras algunos sectores aplauden la decisión como un paso necesario para proteger el suministro interno, otros critican que estas acciones podrían ser insuficientes para resolver problemas estructurales en la matriz energética del país. La incertidumbre en torno a la capacidad de generación y la falta de recursos hídricos disponibles son factores que añaden complejidad al escenario actual.
A medida que Colombia navega por esta crisis energética, el futuro inmediato del sector es incierto. La dependencia de fuentes de energía no renovables y la falta de infraestructura adecuada para almacenar y distribuir energía son desafíos que deben abordarse con urgencia. Con la temporada de sequías a la vista y la demanda eléctrica en aumento, las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para asegurar la estabilidad energética del país.
Los generadores de energía y los consumidores deben estar preparados para enfrentar un panorama en constante cambio. Las medidas adoptadas hoy podrían ser solo el primer paso en un largo camino hacia la solución de los problemas estructurales que afectan el sector energético colombiano.