Es realmente grave la situación política que hoy presencia el país. No solo por los hechos conocidos en las últimas horas, sino por la cadena de sucesos negativos que este Gobierno logra producir que atentan contra la democracia y la estabilidad.
Editorial
Hemos hecho tantas veces esta claridad en nuestros editoriales que perdemos la cuenta, porque realmente las noticias negativas se acumulan. Cada una es peor que la anterior y sinceramente va en contra de lo que nosotros como medio de comunicación queremos para el país.
Nuestros deseos siempre han estado alineados con la protección de la constitución, la separación de poderes, de la estabilidad económica y del respeto por los derechos de las libertades, y que se cumplan los deberes que todos los colombianos tienen en el país.
Con lo consumado en las últimas horas, en donde se comprueba que este Gobierno chuzó ilegalmente a una niñera y la ingresó a una lista del Clan del Golfo comprueba que una vez más que no estamos en ningún cambio. Quizás en un cambio de escándalos, de ilegalidades y de muchos delitos, pero para nada ha sido un cambio positivo.
Este es un Gobierno que no tiene identidad, no sabe de dónde viene, para donde va, que es lo quiere. Sus noticias son más negativas que positivas. Tenemos ministros que son enemigos de los sectores que dicen representar y un presidente que ataca a la prensa, a las cortes, a toda persona que no piensa como él, y lo peor es que ya estamos llegando a hechos que son criminales, donde nos encontramos con el rechazo de quienes han militado con Gustavo Petro hasta hace pocas horas.
Hablar de bolsas de dinero, chuzadas, de casi secuestros para someter a polígrafos a personas por cuestiones de tulas, no solo es bochornoso si no que hace que todo Gobierno pierda toda capacidad y ética para ser legítimo. Son insostenibles y llevan 11 meses. ¿Qué espera Colombia dentro de uno o dos años?, ¿Todavía tendremos país?
Si hacemos un reencuentro de los escándalos de este Gobierno desde el día uno es que pasarían 50 páginas derechas. El país no merece esto, las instituciones a pesar de ser muy cuestionadas, no merecen esto. La ciudadanía necesita tranquilad, seguridad y confiar en las instituciones. A pesar de que no sigan la ideología del presidente tienen que sentirse por lo menos representados y respetados por la figura presidencial, pero hoy no tenemos esto.
Cuesta mucho escribir este editorial, incluso sentar otra voz crítica por medio y temor. Ya lo expresaba una periodista de Blu Radio en los últimos días, quien fue víctima de seguimientos personales. ¿Quién nos garantiza que los medios de comunicación no estamos chuzados? En todo sentido este es un ataque hacia todas las instituciones y contra la estructura que es Colombia.
En primer lugar, acá se deben ir todos los que han estado involucrados en la situación de la niñera. Las autoridades deben investigar a fondo y con detalles de cuánto era la plata, a quién pertenecía, investigar los vuelos chárter a Venezuela, los chantajes de un lado a otro. El país necesita saber la verdad.
Se abre un nuevo capítulo de chuzadas y corrupción, mientras que en el país la inseguridad crece desbordadamente, las reformas en el Congreso no avanzan y los proyectos de pensión, salud y trabajo están en “cuidados intensivos”. Al país le convendría que ninguna reforma pase y necesita gobernabilidad y tranquilidad, y parece que esto no se conseguirá en los próximos tres años. Cosa que preocupa.
No se puede llamar a la tranquilidad y a la reflexión porque la paciencia de muchas personas se agotó, y si este Gobierno no cambia tiene el riesgo de que lo cambien.
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