El ex candidato Hollman Morris, quien hace cuatro años sacó 440.000 votos, le dijo a 360 Radio que habría que ir a una consulta con los candidatos del campo progresista, consulta en la que él “quisiera estar”.
Por: María Alejandra Castillo
En seis meses los bogotanos asistirán a las urnas para elegir al próximo residente del Palacio Liévano, y a los varios nombres que ya están firmes en el sonajero de precandidatos, podría sumarse el del excandidato a la Alcaldía de Bogotá por la Colombia Humana, Hollman Morris, quien le confirmó este lunes 6 de febrero a 360 Radio, que no descarta la posibilidad de lanzarse a la contienda electoral por esta dignidad.
“De los candidatos que suenan para la Alcaldía tenemos el espectro de quienes estamos en el campo progresista, y ahí encontrarás a Guillermo Alfonso Jaramillo, a Gustavo Bolívar… A mi me han puesto a sonar y yo no descarto la posibilidad de aspirar a la Alcaldía de Bogotá. Desde el progresismo nosotros representamos un nuevo modelo de ciudad. La capital colombiana lleva años inmersa en un modelo peñalosista y claudista cuya característica es la de favorecer el proyecto de Transmilenio y la expansión de la ciudad como una mancha de aceite, en contravía a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que ordena la humanidad, para combatir el cambio climático”, comenzó por referir a este medio de comunicación el exconcejal de la capital.
De hecho, con los 440.591 votos que sacó en el 2019 (el 13,99% de la votación), el excandidato dijo que deberá haber una consulta interna de la que quiere participar y su apuesta es a que la capital colombiana escoja a un candidato progresista.
“Gustavo Petro sacó en la ciudad de Bogotá 2.200.000 votos y el mandato de Claudia López, de acuerdo con las encuestas (no de acuerdo con la oposición), indican que ella ha sido una de las alcaldías con más baja popularidad en toda historia de la ciudad. No me cabe duda que el electorado bogotano se inclinaría por un gobierno progresista que esté muy ligado a la agenda del Gobierno Nacional y a la figura de Gustavo Petro”, dijo el líder progresista.
Morris añadió, con relación a la alcaldesa Claudia López, que la derecha ha tratado de imponer un relato tratando de demostrar que la mandataria distrital es progresista, pero de acuerdo con Morris, la burgomaestre que esta a 10 meses de entregarle el liderazgo de Bogotá a su sucesor/a, “es un fiel reflejo de un nuevo neoliberalismo fanático con muchos rasgos fascistas. Por eso creo que Bogotá, que es una plaza que siempre le apostó a la paz y que siempre le ha apostado al humanismo, además de la inmovilidad, la inseguridad, y la actitud fascista de la alcaldesa Claudia López, es lo que rechaza en este momento la ciudad de Bogotá”.
Los otros nombres que ya suenan
Punto aparte, con relación a los nombres que no solo ya suenan sino que ya es confirmado que harán campaña por la Alcaldía, el exconcejal Morris dijo que en efecto hay nombres interesantes, pero hizo una invitación a hacer un análisis más de fondo y ver qué es lo que cada uno de ellos representan.
“A mi Juan Daniel Oviedo me parece un tecnócrata interesante que va a recoger los votos del uribismo en Bogotá, y vamos a tener a Enrique Peñalosa y a Claudia López en cuerpo ajeno con unos candidatos tibios como Carlos Fernando Galán, con una agenda 100 % peñalosista”, precisó el excandidato, quien concluyó que tomará formalmente la decisión cuando el movimiento social en Bogotá así se lo proponga.
“Espero que sean los estudiantes, los líderes sociales, los trabajadores y las mujeres bogotanas quienes propongan mi nombre. Mi trayectoria y mi discurso han sido totalmente coherentes con Bogotá, hoy la ciudad me está dando la razón acerca de lo que implicaba el engaño de Claudia López, que antes decía “más y más metro y ahora dice: más y más Transmilenio”. No hizo un solo cable aéreo en la ciudad y le dijo adiós a la movilidad multimodal y sostenible que son las que tienen las sociedades desarrolladas. Eso se fue al traste en los últimos ocho años. Yo quiero rescatar eso y creo que sería una buena señal que los bogotanos elijan a alguien coherente que no le mintió a la ciudad. Habría que ir a una consulta con los candidatos del campo progresista y, de tomar la decisión, quisiera estar en esa consulta”, concluyó el eventual precandidato Morris.
El metro de Bogotá
Por último, vale referir que, quien llegue en reemplazo de Claudia López, provenga del punto del que provenga del espectro político, tendrá que abordar en sus respectivas campañas cuatro mega “chicharrones” obligados que serán claves en la captación de votos.
Y frente a uno de los mismos, al futuro del Metro de Bogotá, Hollman Morris fue claro al advertir que insistiría, en calidad de alcalde, en la materialización del metro subterráneo.
“Yo estoy considerando lanzarme muy en serio porque para verdades el tiempo y eso me tiene muy contento. Hoy la historia y el tiempo me da la razón: no aparecieron los estudios de ingeniería de detalle del Metro elevado como lo vengo denunciando hace siete años. Este metro no es ni más rápido ni más barato y sí destruyeron y botaron a la basura el proyecto del Metro subterráneo que yo, de lanzarme a la Alcaldía, rescataría. Es que lo que aquí está en juego es el futuro de la ciudad y el metro elevado va a acabar con Bogotá”, concluyó el exconcejal.
El otro problema que será definitivo en las urnas es el de la inflación. Aunque este no es un fenómeno local, sin duda los electores estarán al tanto de las fórmulas que propongan los candidatos para hacerle frente a los elevados costos y sus lesivas consecuencias sobre el bolsillo de los capitalinos.
La seguridad y el orden público son un reclamo ciudadano que, sobre todo en los últimos años de pos pandemia aumentó en los decibeles y es una de las preocupaciones ciudadanas más generalizadas que tiene la ciudad. Y la inmovilidad será un dolor de cabeza para la próxima Administración, sobre todo si se considera el número de frentes de obra que hay en la ciudad.