La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha proyectado un panorama ambivalente para la demanda mundial de petróleo en la próxima década. Según su último informe, se espera que la demanda continúe creciendo hasta alcanzar un punto de estabilización hacia 2030, impulsada principalmente por economías emergentes y la expansión del sector petroquímico.
Panorama general: Las estimaciones de la IEA, para la década de 2030 el mundo podría estar consumiendo regularmente 105 millones de barriles por día o más. Este aumento significativo se atribuye principalmente al crecimiento económico sostenido en regiones como China, India, otras naciones asiáticas, África y Latinoamérica. Estos mercados emergentes no solo están aumentando su consumo per cápita de energía, sino que también están impulsando la demanda de productos derivados del petróleo, como los plásticos y otros productos petroquímicos.
Sin embargo, no todas las regiones están alineadas con esta tendencia. Estados Unidos, por ejemplo, está listo para capitalizar este momento con una proyección de producción que podría alcanzar cerca de 14 millones de barriles diarios en los próximos dos años, gracias al auge de la cuenca del Permian.
Proyecciones de la IEA y el futuro del mercado del petróleo en Colombia
Colombia ha tomado un camino diferente tras las elecciones de 2022, desviándose hacia fuentes de energía renovables y deteniendo la emisión de nuevas licencias para exploración de petróleo y gas. Esta decisión tendrá un impacto notable en la producción de petróleo del país, que se espera que caiga de 790 mil barriles diarios en 2023 a 620 mil barriles diarios hacia finales de la década. Aunque los campos maduros en Colombia han mejorado en operaciones de mantenimiento y en las tasas de producción base, se anticipa que la oferta seguirá una trayectoria de declive gestionado.
Por qué es importante: El informe de la IEA destaca un cambio significativo en los patrones de consumo global de petróleo. Con el avance continuo de las tecnologías de energía limpia y la electrificación del transporte, se espera que las ventas de vehículos eléctricos continúen creciendo exponencialmente. Esto resultará en ahorros significativos de combustible y una disminución proyectada de 6 millones de barriles por día en la demanda de gasolina y diésel para 2030.
Además, los cambios en el comportamiento de movilidad de los consumidores post-pandemia contribuirán con otros 1 millón de barriles por día en ahorros de combustible para el transporte.
Por otro lado, el uso de este fósil en la generación de electricidad también está disminuyendo a nivel global, países como Arabia Saudita están liderando el camino hacia una menor dependencia del petróleo, con planes para reducir en aproximadamente 1 millón de barriles diarios su consumo directo de crudo, fuel oil y gasóleo en plantas eléctricas hacia 2030, aumentando la utilización de gas doméstico y recursos renovables.
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