Una interrupción en Amazon Web Services (AWS), la plataforma de computación en la nube más grande del mundo provocó este lunes, 20 de octubre un colapso en buena parte del internet. La falla, que se extendió por varias horas, dejó inoperativos sitios web, aplicaciones y servicios digitales de sectores clave, desde la banca y el comercio electrónico hasta las redes sociales y sistemas de reservas de aerolíneas.
Millones de usuarios alrededor del mundo reportaron dificultades para acceder a plataformas cotidianas. En la costa este de los Estados Unidos, por ejemplo, los fallos comenzaron justo al inicio de la jornada laboral, afectando incluso aplicaciones tan comunes como la de pedidos de café o servicios de mensajería corporativa.
Aunque Amazon no ha detallado las causas de esta interrupción del internet, los reportes iniciales apuntan a un problema el Sistema de Nombres de Dominio (DNS), una herramienta esencial que traduce los nombres de los sitios web a direcciones IP que los servidores pueden reconocer. Según la empresa, el fallo impidió que miles de sistemas alojados en AWS pudieran comunicarse correctamente con la base de datos donde se guarda información relevante y crítica.
Una falla en los servidores de Amazon Web Services (AWS) provocó la caída del internet
La caída de AWS volvió a poner sobre la mesa una discusión recurrente, la dependencia global de un pequeño número de proveedores de servicios de la nube. Amazon, junto con Microsoft Azure y Google Cloud, concentran buena parte de la infraestructura digital. “Internet fue diseñada para ser descentralizada y resiliente, pero hoy gran parte del ecosistema en línea se concentra en pocas regiones”, advirtió Rob Jardin, director digital de la empresa de ciberseguridad NymVPN.
Jardin aclaró que no existen señales de un ciberataque y que todo apunta a “una falla técnica en uno de los principales centros de datos de Amazon”. Añadió que estos incidentes pueden ocurrir cuando los sistemas se sobrecargan o una buena parte de la red deja de funcionar, lo que genera un efecto dominó sobre millones de servicios interconectados.
Expertos coinciden en que, AWS y sus competidores cuentan con altos niveles de seguridad y redundancia, el internet sigue siendo una red vulnerable por su interdependencia. “Es sorprendente que Amazon pueda operar a la escala que lo hace sin interrupciones más frecuentes”, señaló Mike Chapple, profesor de Tecnologías de la Información en la Universidad de Notre Dame.
La más reciente interrupción masiva de AWS ocurrió en el 2021. Sin embargo, el impacto del corte de este lunes trajo a la memoria el colapso tecnológico de 2024, cuando un error del software de CrowdStrike paralizó ordenadores en todo el mundo, afectando aerolíneas, hospitales y bancos, con pérdidas estimadas en más de 5.000 millones de dólares.
También se recuerdan las fallas en la red de AT&T el año pasado, incluida una interrupción de los servicios de internet por 11 horas dejando a millones de personas sin conexión en los Estados Unidos. Estos casos refuerzan la preocupación por la falta de diversidad en la infraestructura digital global.
Lo que sigue
Amazon anunció que realizará un informe técnico detallado en los próximos días para explicar las causas y medidas correctivas del incidente. Pese al rápido restablecimiento, el evento deja una reflexión clara, la red global depende en exceso de un puñado de actores tecnológicos.
Como concluyó Rob Jardin, “cada vez que una de estas plataformas falla, recordamos que internet no es tan descentralizada ni tan invulnerable como nos gusta pensar”.
En un mundo hiperconectado, incluso unas pocas horas de silencio digital basta para evidenciar cuán frágil puede ser la columna vertebral del internet moderno.
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