Invertir en bienestar es invertir en progreso

Por: María Claudia Lacouture

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Hace 71 años, en 1954, un grupo de empresarios antioqueños, preocupados por el deterioro de los salarios y el alto costo de vida, decidió -de manera voluntaria y autónoma- otorgar un subsidio monetario a cada trabajador por cada uno de sus hijos. Su objetivo era mejorar el bienestar de las familias más numerosas, asegurando un ingreso adicional que complementara sus necesidades.

Para ello, destinaron de sus propios ingresos el equivalente al 4% de la nómina, entregándolo sin ninguna contraprestación. Así nacieron las Cajas de Compensación Familiar en Colombia, un modelo que con el tiempo se ha convertido en un pilar fundamental del bienestar social y la equidad.

Un modelo que impulsa el bienestar y la economía

El rol de las Cajas de Compensación en la estructura social es clave. A través de subsidios y programas en áreas vitales como salud, educación, recreación y cultura, han beneficiado a millones de trabajadores y sus familias, especialmente a aquellos de menores ingresos. Su impacto no solo alivia la carga económica de los hogares, sino que también impulsa la demanda de bienes y servicios, fortaleciendo el mercado interno y la economía del país.

En un país como Colombia, donde la desigualdad sigue siendo un desafío, las Cajas juegan un papel crucial en la reducción de brechas. Según el DANE, el coeficiente de Gini en 2023 fue de 0,556, con una reducción mínima de apenas 0,01 puntos respecto a 2022 (0,546). En este contexto, los beneficios que ofrecen las Cajas facilitan el acceso a oportunidades y contribuyen a la inclusión social.

Protección social y estabilidad en la vejez

Otro aspecto fundamental de las Cajas de Compensación es su papel en la protección social, especialmente en la etapa de vejez. A través de programas de ahorro, cesantías y servicios complementarios, permiten que los trabajadores accedan a una pensión digna al momento de su retiro, garantizando estabilidad económica en sus últimos años. En un país con una población en proceso de envejecimiento, el sistema de pensiones enfrenta grandes desafíos. Las Cajas de Compensación no solo representan una fuente de ingresos para los trabajadores, sino que también alivian la carga sobre el sistema de seguridad social, contribuyendo a la sostenibilidad de la protección social en Colombia.

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Un compromiso colectivo por el futuro

A pesar de los desafíos económicos y sociales, las Cajas de Compensación siguen siendo un pilar fundamental para la protección de los trabajadores y sus familias. En un contexto donde muchos jóvenes enfrentan incertidumbre sobre su jubilación debido a la inestabilidad del sistema pensional, el papel de las Cajas es más relevante que nunca.

La reforma pensional recientemente aprobada plantea nuevos retos que deben abordarse con reglas claras, conocimiento técnico y confianza en el proceso. Es fundamental que esta transformación incluya a los trabajadores informales, que hoy representan el 56% de la población laboral, asegurando su inmersión en el sistema y permitiéndoles aportar según sus posibilidades.

Más allá de los cambios en el modelo pensional, las Cajas de Compensación siguen siendo una herramienta esencial de apoyo social y económico, demostrando que el bienestar de un país no se construye en solitario, sino a través del esfuerzo colectivo. Garantizar que las futuras generaciones no enfrenten una desprotección absoluta requiere conciencia social y políticas adecuadas. Las Cajas de Compensación seguirán siendo aliadas estratégicas en la construcción de un futuro más inclusivo, equitativo y próspero para todos los colombianos.

Por: María Claudia Lacouture, Presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia.

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