La economía colombiana se encuentra en un momento crítico, con advertencias de JP Morgan sobre una posible rebaja en la calificación crediticia de Colombia para el próximo año. Según la firma, el aumento del déficit fiscal y la volatilidad del peso colombiano son factores que podrían llevar a Colombia a un nivel de desprestigio en los mercados internacionales, una situación que pondría en riesgo la estabilidad económica y la confianza de los inversionistas. .
Actualmente, Colombia tiene una calificación crediticia de BB+ con perspectiva negativa, otorgada por la agencia Standard & Poor’s (S&P). Si esta fuera degradada nuevamente, significaría mayores costos de financiamiento para el país y una disminución en el atractivo para los inversionistas extranjeros, afectando directamente la economía nacional.
Por qué es importante: La calificación crediticia de un país es esencial para definir las tasas de interés que paga por su deuda y el nivel de confianza que genera en los mercados internacionales. Una rebaja a un nivel más bajo, desincentivaría la inversión y encarecería el financiamiento de proyectos clave. Además, según JP Morgan, esto podría desencadenar una salida masiva de capitales, estimada entre 2.500 y 5.000 millones de dólares en TES de tasa fija, equivalente al 3,5% y 6,5% del stock en circulación.
¿Qué está pasando con la calificación crediticia de Colombia?
Detalles de la situación fiscal: Uno de los principales problemas señalados por JP Morgan es el elevado déficit fiscal, que permanece por encima de los niveles anteriores a la pandemia. Para 2024 y 2025, las proyecciones de déficit se sitúan entre el 5,7% y el 5,4% del Producto Interno Bruto (PIB), respectivamente. Además, la debilidad en la recaudación tributaria y la posible modificación del Sistema General de Participaciones, sin medidas que compensen su impacto, podrían agravar el panorama.
De acuerdo con los analistas, esta reforma podría aumentar el déficit en 1,7 puntos porcentuales del PIB en los próximos diez años. Sin un ajuste fiscal robusto, estas cifras pondrían en entredicho la capacidad del país para mantener su estabilidad económica.
Impacto en el peso colombiano: El peso colombiano también enfrenta presiones significativas. JP Morgan ha rebajado su recomendación sobre la moneda a “Underweight” (infraponderar), anticipando un debilitamiento adicional en 2024 y 2025. Factores como una política monetaria más laxa y posibles caídas en los precios del petróleo, uno de los principales motores de la economía colombiana, aumentarían la volatilidad del peso frente al dólar.
Sin embargo, la firma destacó que las posiciones cortas de inversionistas extranjeros en pesos colombianos podrían amortiguar parte de este impacto en el mercado cambiario. En septiembre de 2024, el volumen diario de operaciones con pesos colombianos promedió los 439.000 millones de dólares, reflejando la alta sensibilidad de la moneda a los movimientos del mercado internacional.
Contexto internacional y recomendaciones: El deterioro de la perspectiva crediticia de Colombia no es reciente. En enero de 2024, S&P ya había ajustado su perspectiva de “estable” a “negativa”, argumentando un débil crecimiento económico, menor inversión y posibles déficits más amplios.
Ante este panorama, JP Morgan recomienda a los inversionistas centrados en TES de corto plazo y bonos con vencimientos más largos, dada la incertidumbre económica y cambiaria que enfrenta el país.
Panorama general: El futuro económico de Colombia dependerá de las decisiones que se tomen en los próximos meses para frenar el crecimiento del déficit fiscal, aumentar la recaudación tributaria y estabilizar el peso colombiano. Además, el fortalecimiento del dólar y la volatilidad en los precios del petróleo añaden una capa extra de complejidad.
Una rebaja adicional en la calificación crediticia no solo impactaría el acceso a financiamiento internacional, sino que también podría generar un efecto dominó, afectando el costo de vida, la inflación y la confianza de los mercados. Las que tome el gobierno serán determinantes para evitar un escenario que podría tener consecuencias profundas y prolongadas para la economía nacional.