El gobierno debe entender que los medicamentos y la salud en Colombia no están en discusión y mucho menos con el fin de impulsar la politiquería de una reforma como la de la salud.
EDITORIAL
Desde este medio de comunicación, hemos sido reiterativos hasta el punto de ser molestos, en que el país siempre, sea cual sea el gobierno, tiene que tener unos mínimos que nunca se negocian, unos mínimos que no están en discusión y uno de los más importantes es el de la salud.
La salud en Colombia no debería entender de disputas políticas, para muchos aunque debería ser para todos; la salud es el bien más preciado. Si bien, cada uno debe preservar, cuidar y tratar de tener una buena calidad de vida también el Estado debe tener la capacidad del sistema médico para prevenir, atender, vigilar, cuidar y desde luego suministrar cuando fuese necesario medicamentos.
Como medio de comunicación hemos registrado miles; porque no exageramos, miles de denuncias a lo largo y ancho del país, no en provincias, no en regiones alejadas, son zonas de la centralidad y capitales, de personas que están acusando un desabastecimiento de medicamentos, algo que no se estaba viendo hace muchos años en Colombia.
Quizá se había visto, uno que otro caso aislado, en materia de pastillas anticonceptivas en los últimos dos años, en su momento por la pandemia del Covid 19, donde pudo existir alguna escasez por demandas especulativas de ciertas medicinas, pero Colombia había superado esa crisis hace mucho tiempo. Ni siquiera en las regiones más apartadas del país se había vuelto a hablar de eso; de manera que no entendemos la finalidad de ese plan que se ha denunciado tanto en nuestro país.
Esta desestabilización del sistema de salud, no puede estar en juego con el fin de poder empujar y meter con ‘calzador’ la reforma a la salud, que tiene una bombona de oxígeno atrás, para poder pasar esa bola de oxígeno de manera clientelistas, burocráticos a congresistas, para que pasen esa reforma y la están haciendo de espalda a la ciudadanía.
Nosotros sí queremos sentar nuestra voz de protesta y enfatizar que la ministra Corcho, saco a personas con toda la experiencia, la idoneidad, las competencias del Ministerio de salud que llevaban cuatro o cinco gobierno. Además que las sacó en un acto tiránico y déspota.
De manera que hoy está llevando al país a una crisis real del sistema de salud, una crisis que siempre estuvo en la cabeza de ella pero que no estaba en la cabeza de ningún otro colombiano. Más allá de la intención de mejorar, es sentar un precedente importante para la construcción de un sistema de salud eficaz para la salud de nosotros los Colombianos.
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