La debacle de Netflix

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Hay muchos factores jugando un rol importante para esta catástrofe de Netflix. En primer lugar, la inflación ha hecho que los americanos recorten gastos haciendo que gastos no esenciales como Netflix sean los primeros en recortarse.


Por: Rafael Torres

Pocas historias son tan repetidas en el mundo de los negocios como la historia de como Netflix reemplazó a Blockbuster. La historia de un joven Reed Hastings que es rechazado por los grandes directivos de Blockbuster cuando este les ofrece cambiar su modelo a una alternativa digital es de las historias más contadas en los círculos de emprendimiento y negocios.

El auge meteórico de Netflix fue inversamente proporcional al colapso de blockbuster y explica como nadie menor de veinte años entiende lo que significa pagar una multa por devolver una película tarde.

Netflix siempre ha sido un ejemplo a nivel mundial de cultura empresarial e innovación. En su libro “No Rules, Rules” Reed Hastings analiza como una cultura laboral donde se flexibilizaron todas las reglas en términos de horarios y vacaciones, donde siempre se les pagó a los empleados más de lo pagaba el mercado y se buscaba el continuo aprendizaje, fue una de las claves para que Netflix se volviera la gran empresa que se volvió. 

Sin embargo, parece que todo lo bueno tiene un final y parece que la debacle de Netflix cada vez es peor. La semana pasada la acción de Netflix sufrió una masacre debido a que su acción pasó de costar 348 dólares a 209 dólares en el plazo de una semana, después de que se conociera que este año ha perdido una gran cantidad de suscriptores.

Netflix Brand Logo
Foto: Netflix

Hay muchos factores jugando un rol importante para esta catástrofe de Netflix. En primer lugar, la inflación ha hecho que los americanos recorten gastos haciendo que gastos no esenciales como Netflix sean los primeros en recortarse.

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Por otro lado, han surgido varios servicios de streaming lo que ha hecho que el mercado del entretenimiento se vuelva más agresivo en términos de las suscripciones que se cancelan. Para la mayoría de la gente no tiene sentido tener tantas suscripciones teniendo en cuenta que hay un número limitado de contenido que una persona puede ver.

Esto ha llevado a que se cancelen las suscripciones de servicios de streaming cuando el contenido que tiene no está generando impacto. Por último, a pesar de que Netflix revolucionó la industria del streaming, el contenido propio que genera no es de la misma calidad que el de HBO o Amazon Prime.

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La semana pasada mientras su acción se desangraba en el mercado, Netflix estrena su nueva serie “she’s expecting” una serie la cual narra la historia de un hombre cisgénero que está embarazado. Un gran problema con el contenido de Netflix es que da la impresión que este tiene que estar más orientado a probar un punto político que realmente a entrenar y conmovernos.

Cuando uno compara las series producida por Netflix como “he’s expecting” o “dear white people” con series antiguas como “Friends” o “How I Met your mother” se da cuenta que los personajes que producen las series de Netflix generan muy poca empatía con el público general. Los personajes de Friends reflejan dinámicas que todos vivimos con nuestro grupo de amigos y los personajes de How I met your mother se parecen a personas con las que convivimos en nuestro día a dio. Esto lleva a que generen empatía y nos enganchan estas historias.

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Hace unos días, el magnate Elon Musk twitteo acerca de cómo tanto progresismo volvió inmirable el contenido de Netflix. Por más de que muchos nos consideremos personas progresistas con la mente abierta, a la gran mayoría le gusta mirar contenido con el que se pueda relacionar.

En Colombia, Betty la fea siempre encabeza la lista de contenidos más vistos en Netflix. Betty la fea es un reflejo de idiosincrasia colombiana y un retrato de los defectos que tenemos como país. Aunque por muchos momentos tiene un humor clasista y homofóbico, la novela es excelente porque la gran mayoría de personajes parecen personas con las que nos cruzamos en nuestro día a día.

En los últimos meses hemos visto series como Sucesión y Sopranos llevarse suscriptores de Netflix a otras plataformas.  Hace mucho que una producción de Netflix no genera un impacto masivo como en su momento muchos lo hicieron.  Ojalá Netflix logre enderezar el rumbo y la compañía vuelva a resurgir. Sin embargo, como en casi todos los negocios “el cliente siempre tiene la razón” y todo parece indicar que a nadie le gusta ver contenido lleno de tinte político.

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