María Mercedes Carrasquilla, Vicepresidenta de Gestión Humana y Administrativa de la Organización Terpel S.A., dedica esta columna de opinión para hablar sobre Diversidad, Equidad e Inclusión, tres factores imprescindibles en las compañías que destacan hoy en el mundo.
Por: María Mercedes Carrasquilla
Han transcurrido más de 460 días desde que se declaró la pandemia del Covid-19. Llevamos más de 460 días en donde en el mundo entero fallecen familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o algún conocido a causa de dicho virus. Igualmente, llevamos más de 460 días esperando por un reencuentro sin distanciamiento; esperando un abrazo sin miedo; esperando que los niños regresen al colegio y los jóvenes a las universidades; llevamos más de 460 día anhelando el retorno a la normalidad que conocíamos.
En esa espera obligada, que todos, sin excepción, hemos vivido desde lo personal, como país y desde el mundo corporativo, hemos aprendido a valorar la importancia de la empatía, las diferencias, a volvernos más flexibles, a entender las condiciones de cada persona, a abrir la puerta a la inclusión y a promover la diversidad.
Hace unos días, en el marco de la Semana #TerpelSinEtiquetas, conversé con Jon Iwata, Exvicepresidente Global de IBM, actualmente Fellow en el Yale School of Management, y experto en temas de diversidad, él me decía: “la diversidad no es sólo un número, no es una estadística para quedar bien. Tener personas de diferentes géneros, regiones, capacidades, culturas, pensamientos políticos, entre otros, nos enriquece, nos vuelve competentes, nos hace estar a la vanguardia”.
Hablar de diversidad, equidad e inclusión, puede llegar a ser una conversación algo controversial, se puede cuestionar su importancia y el por qué las organizaciones deben disponer tiempo de las personas de sus equipos de trabajo o realizar algunas inversiones de presupuesto para dar los primeros pasos en estos temas. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo afirma que 3 de cada cuatro empresas encuestadas (de un universo de 13.000) evidenciaron una mejora de sus resultados y un aumento de sus beneficios entre un 5% y un 20%, gracias a la implementación de programas asociados a la diversidad de género.
Es por esto por lo que en la actualidad cada vez más empresas en Colombia y a nivel mundial han entendido que la diversidad aporta a la generación de valor para el negocio, genera conexión con los trabajadores y, más allá de ser un tema de moda o de responsabilidad social, es el camino para lograr una sociedad más empática.
En Terpel promovemos y valoramos la diversidad, la equidad y la inclusión. Desde nuestras políticas corporativas y nuestras prácticas empresariales fomentamos un ambiente laboral incluyente, libre de discriminación. Estamos convencidos que dichas acciones impulsan la productividad, promueven la innovación y afianzan el orgullo de los empleados.
De hecho, en Terpel somos testigos de los buenos resultados del negocio cuando se valora la diversidad de género. El 44% de las personas que trabajan a nivel regional en la compañía somos mujeres y el 35% de las gerencias y direcciones en Colombia, también son lideradas por mujeres.
Asimismo, contar con un ambiente de respeto por la diversidad permite tener un clima laboral saludable con oportunidades de trabajo, ascensos y posibilidades de crecimiento profesional.
LEER TAMBIÉN: El autoaprendizaje, la clave del éxito profesional
Por otra parte, las empresas con un trabajo avanzado en temas de diversidad también son percibidas como más innovadoras, logrando generar un 19 % más de ingresos por el desarrollo de nuevos o mejorados productos o servicios, según datos publicados en el artículo: How and Where Diversity Drives Financial Performance de la revista Harvard Business Review en el año 2018. Crear ambientes de equipos interdisciplinarios y fomentar espacios de co-creación facilita la interacción de los trabajadores, promueve la creatividad y el desarrollo de equipos de alto de desempeño a todo nivel.
Otra de las estrategias, que facilita la adopción de la diversidad como parte de la cultura de la corporación, es contar con equipos o comités de Diversidad, Equidad e Inclusión, conformado por empleados, de diferentes niveles jerárquicos, áreas de la compañía y regiones, quienes de manera voluntaria lideren y movilicen estos temas.
En términos de inclusión, las empresas estamos llamadas a entender, valorar y a crear programas que fomenten la inclusión en todas sus dimensiones. En Terpel, por ejemplo, hace más de 6 años contamos con dos programas bandera. Uno en alianza con la Fundación Best Buddies, en donde bridamos oportunidades laborales a personas con discapacidad cognitiva y, el segundo, enfocado en ofrecer segundas oportunidades laborales para personas víctimas del conflicto, excombatientes o pospenados.
Sin duda, soy una convencida de que implementar políticas y acciones que promueven la diversidad, equidad e inclusión, desde las empresas, contribuye a la transformación de la sociedad, humaniza a las organizaciones, disminuye las brechas sociales y de acceso al conocimiento y al trabajo.
Quisiera, terminar atreviéndome a extender una invitación a todos los líderes de talento humano de las grandes, medianas y pequeñas empresas: convirtamos la post pandemia, que pronto llegará, en una oportunidad para que desde nuestras organizaciones eliminemos cualquier sesgo racial, cultura, étnico, de clase social, de género, de orientación sexual. Cuando podamos volver a estar juntos, con la familia extendida, con amigos, en reuniones, en la oficina, ¡no excluyamos a nadie! Suficiente nos ha quitado el Covid19 en estos más de 460 días aislados los unos de los otros, sin hablar de la tragedia que han vivido miles de familias que han perdido seres queridos.
Trabajemos juntos por un entorno más diverso, más equitativo e inclusivo. Construyamos juntos desde las diferencias. Es de ahí, donde nacen las grandes ideas y los cambios importantes.