Para muchos el nombre de Enrique Gómez Martínez puede ser absolutamente desconocido y este es uno de los principales escollos de la aspiración política del líder del Movimiento de Salvación Nacional, pero más allá de eso, hoy el país se pregunta ¿Quién es él? ¿Por qué aspira a la presidencia? Y desde luego, muchos de sus postulados tienen eco en los sectores conservadores del país que hoy se encuentran huérfanos de liderazgo.
Por: Redacción 360 Radio
Mientras Gustavo Petro lidera encuestas y Rodolfo Hernández le sigue, el espectro político de la centroderecha o el conservatismo, carecen de verdaderas figuras que los representes, que los muestren, que les hagan sentir que tienen un líder que tiene vocación de poder y que puede llegar a la presidencia de la República.
El partido Conservador ha escogido a David Barguil como su candidato, el Centro Democrático se fue con Óscar Iván Zuluaga y por otro lado camina el Equipo Colombia con una coalición de ex gobernantes y ex ministros; cada uno parece jugar un juego muy distinto en islas aisladas y sin unos puntos concretos que se estén poniendo sobre la mesa a nivel de visiones y tesis que hoy el país reclama. Por ello, los medios de comunicación se han centrado en Petro, en Gómez y para nada se ve un repunte por parte de la centroderecha, pareciera por momentos que el tridente que se configura está entre Sergio Fajardo, Rodolfo Gómez y Gustavo Petro.
Los postulados del acuerdo sobre lo fundamental, los cuales esbozaba y lideraba el asesinado Álvaro Gómez Hurtado, se componen de 5 puntos; no se negocia la ley, el acuerdo sobre la moral, el acuerdo sobre la justicia, sobre el desarrollo y sobre la ecología. Martínez ha tomado estas banderas; este abogado de la universidad Sergio Arboleda ha detallado con finura y precisión de qué se trata cada punto y cómo sacarlos de los anaqueles de la política y ponerlos en práctica y sobre todo con una característica que puede ser tanto lamentable como especial; y es que el discurso de Álvaro Gómez Hurtado, que data de hace más de 20 años sigue teniendo la misma vigencia hoy, pareciera que Hurtado hablara de la Colombia de hoy, pero no, eso está en los recordados y excelentes discursos durante su carrera política.
Por eso, hoy cuando el candidato Gómez Martínez recoge esa preocupación, esa inconformidad de la ciudadanía en términos de la impunidad que hoy tiene la nación por el hecho de que la justicia no funciona, no rinde cuentas, no tiene quién la controle; se logra una cosecha porque cuando habla sobre el desarrollo, la infraestructura, las importaciones, el empleo, la productividad, entre otros, está siendo consonante con esa crisis real que tiene el país económicamente en muchos frentes, aunque hoy se está avanzando en una buena senda, se sabe que aún hay unas grandes falencias, con huecos que hay que llenar de la mejor manera, recordando que el país tiene unas complejidades en el horizonte cercano en materia de populismo y demagogia con candidatos que asoman en algunos frentes políticos
Gómez Martínez es conservador y pese que ha tenido una actitud respetuosa con todos los candidatos, también ha repartido a cada uno de ellos una dosis de crítica; a Petro le dice que está enfermo y necesita una terapia mental; con el Fiscal ha sido muy crítico con respecto a su gestión, diciendo que es un ‘fortín burocrático’, a tal punto que el Fiscal le ha mandado mensajes indirectos a Martínez de que no lo critique. Aún así, se define como un conservador no de derecha; le pide a Uribe calma y coherencia ideológica.
Hoy recoge una tácita verdad y es la crisis de los partidos políticos tradicionales que están secuestrados, tanto el Conservador, como el Liberal; el liberalismo, tendrá para muchos un entierro por cuenta de la funeraria de Gaviria, un entierro que hoy, ya ha sacado a los principales caudillos liberales de esas huestes ubicadas en la Av. Caracas, en Bogotá. El fuerte y poderoso partido Liberal, hoy se ve abocado a una oficina familiar. Por su parte, el partido Conservador, está secuestrado por 4 o 5 varones políticos a nivel nacional, sin ningún interés, sin vocación de poder y con la única convicción de acomodarse a como se mueve el tablero.
Lo anterior se junta con el Centro Democrático y su crisis de identidad, donde no saben si están allá o allí; no saben si van o vienen; han tenido cismas dentro bastante dicientes y poderosas que muestran ese resquebrajamiento.
De manera que, el movimiento de Salvación Nacional, puede recoger muchas guías de todos los partidos de centroderecha donde encontrará algo, un eco, una base clave conforme a los puntos mencionados anteriormente y desde luego que ganen elocuencia.
Hablar en política es absolutamente fundamental, es una herramienta indispensable ante cualquier debate, foro o impartir poder de convencimiento, de comunicación o persuasión; es absolutamente necesario. Ojalá los medios de comunicación y las mismas encuestadoras brinden las mismas garantías y los mismos escenarios a Gómez Martínez al igual que a todos los candidatos.
Seguramente Gómez Martínez con la misma exposición podría generar un importante fenómeno político en las personas de derecha que hoy no encuentran un candidato en el conservatismo.
Hay candidatos que no son muy buenos comunicando y que no tienen una capacidad de discursiva, de expresión, de liderazgo, de entrar a las casas de los colombianos y hablar con propiedad de lo que sucede. Mientras que Gómez Martínez tiene esa capacidad y lo logra hacer, eso denota en sus entrevistas, en sus intervenciones, siendo un plus en un candidato que puede ser incalculable.
Es por eso, que esa elocuencia, la disrupción, la pasión que ha tenido por entrar y poner puntos sobre la íes, de ser polémico, pero siendo claro en temas de convicciones, coherencias y consecuencias, que hoy son vitales para el país porque lo demanda y lo necesita ya que son temas fundamentales para la construcción de la democracia.
El Movimiento de Salvación Nacional se medirá en las elecciones legislativas de marzo y tiene una lista cerrada encabezada por José Miguel Santamaría al Senado, ex líder del partido conservador y ex militante del Centro Democrático, apostando no solo por tener curules en la Cámara, sino por poder, para alzar la carrera presidencial de Martínez.
Finalmente, la democracia permite innumerables formas de expresiones, de pensamientos, de actitudes, pero en el caso del Movimiento de Salvación Nacional es claro que ya está reviviendo un anhelo popular que fue asesinado, una ideología que fue sepultada por cuenta de la violencia, de un régimen que gobernaba a Colombia de mala manera; es un episodio que se puede reeditar y construir a partir de unas nuevas bases, teniendo una nueva hoja de ruta y sobretodo con el comportamiento de un verdadero partido político y no como una oficina familiar o de negocios.
Es claro que Gómez Martínez al igual que todos los candidatos debe terminar haciendo alianzas y aunque no ha descartado alianzas sí es claro que otros precandidatos le ven con temor y no quisieran enfrentarlo en un debate o conversatorio y eso ha tenido un conocimiento donde se denota la buena capacidad de comunicación que tiene este candidato.
Solamente el tiempo dirá en qué termina su candidatura, si tuvo éxito o no y en especial cómo le habrá aportado al debate democrático en Colombia tan necesitado de nuevas voces que cuenten con una discursiva elocuente.
LEER TAMBIÉN: «Renace la doctrina de Álvaro Gómez que es muy valiosa» Enrique Gómez