La reactivación económica que necesitamos

Compartir

Ahora más que nunca el principal objetivo del Gobierno tiene que ser la creación de empresas, la liquidez a las existentes, el respaldo, la solidez a las que nacen, y una política de economía abierta para crear un nuevo modelo social donde las personas tengan oportunidad de crecimiento.


Por: Andrés Felipe Gaviria

Quiero empezar con un mensaje de solidaridad a todas las personas que han perdido su empleo y a los empresarios que, sin importar el tamaño de su empresa, han tenido que cerrar las puertas definitivamente.

Nadie sabe cuánto puede tardar, o incluso me temo que no volverá a ser realidad la creación de empresas que hoy no operarán y muchos empleos que tardarán años en volverse a crear.

El Gobierno colombiano no puede caer en la tentación del asistencialismo y más que ser atenidos como lo decía la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, en una frase inexacta que también se prestó a una mala interpretación, creería que no se puede caer en la trampa de entregar dinero a la topa tolondra sin razón alguna. Entiendo perfectamente que la liquidez de personas y empresas es necesaria, pero siempre tiene que entregarse con responsabilidad y rigurosidad.

El mejor dinero invertido es aquel que se reproduce, que producen muchos dividendos; no el dinero que se pierde en gastos innecesarios, se malgasta y simplemente tiene un sentido de derroche.

La creación de empresas luego del coronavirus – si es que alguna vez logramos pasar esta página – debe estar en primer orden del gobierno, porque muchas van a morir, pero, en primer lugar, lo que se tiene que hacer, antes de convocar como cosa extraña una comisión de sabios en la que están siete personas en corbata de distintos gremios y alguien con muchos cartones académico, es hablar con los que han intentado crear empresa en Colombia.

Le puede interesar:  Clic Air inaugurará ruta Medellín - Barranquilla este 05 de febrero

Hay suficiente ilustración sobre lo engorroso que es tratar de ser un emprendedor en Colombia. Cuando existe la idea, hay que empezar a pagar tres o cuatro millones para poder fundar una empresa, los papeles de la cámara de comercio, dónde están las fotocopia más caras del mundo, hasta los impuestos de industria y comercio, lo que se debe pagar ante la DIAN y lo que se requiere para todo emprendimiento como lo es el plan, ese capital o ese granito inicial de una compañía, además de todo lo que dio una inversión para luego obtener rentabilidad.

Si algo falta en el sistema es que los bancos no confían en las pequeñas empresas, nunca les prestan dinero y por ello siempre las personas tienen que arriesgar su capital personal para sacar su emprendimiento adelante. Esto es lo que tiene que cambiar. Si los bancos privados no se prestan para cambiar esta realidad, el Gobierno tiene la obligación a través de bancos de segundo piso convertirlos en primer piso o aprovechar y fondear el Banco Agrario para que sea un banco que apueste por empresas nuevas y otorguen crédito a emprendimientos con tasas cercanas al cero.

Es algo que en Colombia nunca se han contemplado pero que se debe hacer. Ya se está llevando a cabo en distintos lugares del mundo para tratar de de salir de este caos en el que nos ha metido China, sus mentiras y el Covid-19.

Sin empresas no hay empleo. El Estado no puede seguir siendo el mayor empleador. Sin empresas no hay impuestos y sin impuestos no hay dinero que el Gobierno puede reinvertir. La ecuación es sencilla, existirán sectores que quizá se demorarán mucho para volver a operar, como existirán otros que van a tener sobre demanda de trabajo y requerimos más ofertantes para generar competitividad, además, el Gobierno tiene que declarar una política nueva de apertura económica para varios estadios económicos, como el de las aerolíneas para que vengan compañías de todos los lugares del mundo a prestar los servicios con excelentes incentivos económicos. Hay que intentar convencer a Qatar Airways, Fly Emirates e incluso, distintas compañías americanas.

Le puede interesar:  Vargas Lleras tiene razón

Tenemos que rebajarle el IVA a servicios y productos que están afectados por el coronavirus. No puede ser que comprar un vino o un tiquete aéreo siga siendo tan costoso por cuenta de los impuestos.

Esta vez toca trabajar más de la mano con el sector privado, pensar y ponernos en los zapatos de los emprendedores, ir más allá del gremialismo que es un error que cometen mucho gobiernos, sobre todo el actual presidente Duque, pues no es la ANDI la voz de los que generan el 80% de los empleos en Colombia, que son las pequeñas y medianas empresas.

Eso hay que cambiarlo. Tienen que tomar la vocería quienes han creado empleo, quienes tienen experiencia haciéndolo. Los bancos tienen que colaborar y debemos sacar adelante una reforma tributaria, pero que vaya en beneficio y sólo en beneficio de los colombianos, con reducción de impuestos, con aumento de la base gravable, pero con una meta: la competitividad, la reactivación económica y la creación de empleo.

Última hora

Le puede interesar

[mc4wp_form id=”74432″]