La reserva federal de los Estados Unidos FED baja la tasa clave a un rango de entre 4,75% y 5%. El ajuste es notable, pues se trata de la primera reducción en un contexto donde la Fed había adoptado una política de endurecimiento monetario constante desde marzo de 2022, con 11 aumentos consecutivos para combatir la alta inflación.
Efectos del recorte de tasas de interés de la Reserva Federal en el mercado de préstamos, hipotecas y ahorro
Este giro en la política de tasas de interés responde a la disminución de la inflación, que, según los últimos datos económicos, ha mostrado signos de desaceleración después de alcanzar niveles históricamente altos a lo largo del 2022. En este contexto, la Reserva Federal ha evaluado que ya es posible permitir que los costos de los préstamos sean más accesibles para consumidores y empresas sin desbordar el control sobre la inflación.
¿Por qué la (FED) decide recortar tasas ahora?
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, destacó que, a pesar de los recientes aumentos en las tasas de interés, la economía de Estados Unidos sigue creciendo a un ritmo sólido. La tasa de desempleo se mantiene baja, aunque ha mostrado algunos aumentos en los últimos meses. Según Powell, el objetivo es mantener la solidez del mercado laboral, al mismo tiempo que se facilita el acceso al crédito, lo que podría impulsar las contrataciones en sectores clave.
«Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica sigue expandiéndose a un ritmo sólido, aunque el crecimiento del empleo se ha desacelerado. La tasa de desocupación sigue siendo baja y el control de la inflación ha avanzado», explicó Powell en una conferencia de prensa tras el anuncio. Esta reducción de tasas también apunta a aliviar la carga de las familias y empresas endeudadas, al hacer más baratos los préstamos y las hipotecas.
El recorte de tasas tendrá efectos inmediatos y a mediano plazo en varios frentes. En primer lugar, los consumidores que ya enfrentan deudas, especialmente en tarjetas de crédito, podrían ver una ligera reducción en las tasas de interés de sus préstamos. Sin embargo, aunque la disminución podría ser beneficiosa para quienes buscan consolidar sus deudas, expertos como Matt Schulz, analista de crédito de LendingTree, advierten que el impacto directo sobre las tarjetas de crédito no será tan significativo, dado que los saldos de deuda suelen estar ligados a tasas más altas que las que establece la Fed.
Según un informe de WalletHub, la tasa promedio de interés para nuevas ofertas de tarjetas de crédito en Estados Unidos se encuentra actualmente en un 23,18%, mientras que las cuentas existentes pagan un promedio de 21,51%.
En este sentido, los expertos sugieren que los consumidores que busquen reducir su carga financiera podrían considerar alternativas como la consolidación de deudas o los préstamos personales con tasas más bajas, en lugar de esperar grandes cambios a raíz de las decisiones de la Fed.
En cuanto a los préstamos hipotecarios, aunque las tasas de interés de referencia de la Fed no están directamente relacionadas con las hipotecas, históricamente se ha observado que ambas tienden a moverse en la misma dirección. Los analistas prevén que el recorte podría influir en la baja de las tasas hipotecarias a largo plazo, aunque la caída aún no es suficiente para que muchos propietarios de vivienda consideren refinanciar sus hipotecas.
Según datos recientes, las tasas hipotecarias se sitúan en un 6,46% en promedio, por debajo de los niveles del 7% que dominaron el mercado durante gran parte del año. Sin embargo, aún se necesita una caída más pronunciada para que los propietarios de viviendas se sientan motivados a refinanciar.
Por otro lado, los ahorradores que se beneficiaron de los altos rendimientos de productos como certificados de depósito (CD) podrían empezar a ver una disminución en sus rendimientos a medida que la Reserva Federal siga reduciendo las tasas. Christine Benz, directora de finanzas personales de Morningstar, advirtió que, aunque los rendimientos de los ahorros fueron relativamente atractivos durante los últimos años, estos se reducirán a medida que la tasa de referencia siga bajando.
«Es prudente no mantener demasiado efectivo en instrumentos de ahorro a corto plazo, ya que sus rendimientos son efímeros», señaló Benz, sugiriendo que los ahorradores podrían considerar opciones de mayor duración si no necesitan acceso inmediato a su dinero.
La decisión de la Fed también está fuertemente influenciada por la evolución de la inflación y el mercado laboral. Según los últimos datos del Departamento de Trabajo de EE. UU., el crecimiento del empleo ha mostrado señales de desaceleración, aunque aún es robusto. En agosto, se añadieron 142.000 nuevos puestos de trabajo, lo que representa un repunte respecto a los 89.000 puestos creados en julio. La tasa de desempleo también descendió ligeramente, alcanzando el 4,2%, lo que indica que el mercado laboral sigue siendo relativamente saludable.
En cuanto a la inflación, los precios al consumidor aumentaron un 2,5 % en agosto con respecto al mismo mes del año anterior, lo que representa una desaceleración en comparación con el aumento del 2,9% registrado en julio. Esta disminución de la inflación es clave para la estrategia de la Reserva Federal, que ha logrado reducir la presión de los precios sin causar un colapso en el mercado laboral.
Con la tasa de interés ya recortada, los analistas se preguntan si la Fed continuará con más reducciones en los próximos meses. La velocidad y profundidad de las futuras acciones dependerán de la evolución de la inflación y del empleo. Si la inflación sigue siendo contenida y el mercado laboral se mantiene en condiciones favorables, es posible que la Fed adopte un enfoque más moderado en cuanto a las tasas.
El recorte de tasas anunciado por la Reserva Federal es una señal de que la inflación está bajo control, pero también refleja la preocupación por la estabilidad del empleo y el crecimiento económico. Los próximos meses serán clave para determinar si la Fed mantiene este enfoque de flexibilización monetaria o ajusta su estrategia en función de nuevos datos económicos.
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