Por: Jonathan Ortiz
El gobierno de Juan Manuel Santos no la pasa nada bien por estos días; el paro armado de las denominadas Autodefensas Gaitanistas; la masiva asistencia a la marcha del pasado 2 de abril convocada por el partido de su principal opositor, el expresidente y senador Álvaro Uribe; la desaprobación de su mandato por parte de los colombianos, la cual supera el 70%, entre cientos de problemas más, deben tener al Presidente con un gran dolor de cabeza así él no lo quiera reconocer.
A Santos el tema de la paz se le salió de las manos. Ya los criminales entendieron que “Ser pillo paga”, pues el mensaje que se ha transmitido en los más de cuatro años que lleva el proceso de paz con las Farc en La Habana, es que poner bombas, hacer masacres, secuestrar, extorsionar y traficar con drogas, es la manera en cómo se obtienen grandes y mejores beneficios.
Los primeros en captar este mensaje fueron los del grupo guerrillero del ELN, quienes semanas atrás realizaron un paro armado en Colombia; quemaron buses, en medio de una crisis energética dinamitaron torres de energía y mataron policías. ¿Qué pasó? El gobierno los premió con el anuncio de un inicio de un proceso de paz, pese a tener militares y civiles secuestrados.
Recientemente “Los Úsuga” o Autodefensas Gaitanistas, vieron cómo funciona la cosa. Realizaron un paro armado, detuvieron el comercio, quemaron camiones y buses, incluyendo uno a plena luz del día y en pleno barrio al suroccidente de Medellín; asesinaron 5 policías, un transportador y realizaron un secuestro masivo. ¿Qué pasó? Desde el Gobierno ya se comienza a mencionar un proceso de paz con las bandas criminales.
Entonces, hacer actos terroristas para presionar a un diálogo de paz y así evitar cárcel, tener curul en el Congreso y un sueldo cercano a los dos millones de pesos haciendo terrorismo mientras que trabajar humildemente 12 horas por el desarrollo del país y no ganar ni 700 mil pesos, pues ¡Qué gangazo!
Santos es el único responsable de su mala imagen, de los paros armados y del éxito de la marcha opositora del pasado 2 de abril. Ahora entiendo porqué cientos de miles de personas se volcaron a las calles y llenaron plazas públicas en contra de Juan Manuel Santos, su pésima gestión como Presidente y en especial contra el proceso de paz.
La paz no es mala, pero lo que si es malo es la manera en cómo se está negociando, de dejarse intimidar por armas y premiar a terroristas. Desde ya pronostico que si no se hace nada al respecto desde el Gobierno, serán muchas las personas que por deporte crearán grupos ilegales y nos la pasaremos de proceso en paz en proceso paz sin resolver nada, ya que en este momento tienen más garantías los delincuentes que las personas de bien.
¡Toda una Juanmanualada!