En el corazón del sistema financiero mundial se encuentra un mercado que opera las 24 horas del día, cinco días a la semana, y que mueve volúmenes colosales de dinero: el mercado de divisas, también conocido como Forex (Foreign Exchange).
Con un volumen promedio diario de transacciones que alcanza los 6,6 billones de dólares, este ecosistema financiero se consolida como el más grande y líquido del planeta.
A diferencia de otros mercados financieros, el de divisas no tiene una ubicación física central. Sus operaciones se desarrollan en una red global descentralizada que conecta bancos, gobiernos, corporaciones, inversionistas institucionales y minoristas, permitiendo comprar y vender monedas de manera continua, sin interrupciones por husos horarios.
Las divisas más negociadas y cómo operar en el mercado de divisas
Aunque se operan cientos de monedas a nivel mundial, solo un pequeño grupo concentra la mayoría de las operaciones.

Emitido por la Reserva Federal, el dólar es la moneda más intercambiada del mundo, con un volumen medio diario de 2,9 billones de dólares.
Esto no sorprende, considerando que Estados Unidos es la mayor economía global y su moneda actúa como principal reserva internacional. Además, muchas materias primas como el oro, el petróleo o el cobre se cotizan en dólares, lo que aumenta aún más su demanda.
El segundo lugar lo ocupa el euro (EUR), moneda oficial de la Unión Europea, con un volumen diario cercano a 1,1 billones de dólares. Respaldado por el Banco Central Europeo, el euro goza de gran aceptación gracias al peso económico de la eurozona.
Es también la segunda moneda de reserva más importante, representando aproximadamente el 20% de las reservas internacionales.
El podio lo completa el yen japonés (JPY), con 554 mil millones de dólares negociados diariamente. Emitido por el Banco de Japón, su comportamiento está estrechamente vinculado a la salud económica de Japón, particularmente a su sector manufacturero. La moneda nipona también se considera un refugio seguro durante épocas de incertidumbre global.
Otros protagonistas del mercado
La libra esterlina (GBP), divisa del Reino Unido, ocupa el cuarto lugar en volumen de negociación con 422 mil millones de dólares al día. Su valor suele fluctuar según indicadores como el PIB británico, la inflación y decisiones del Banco de Inglaterra, además de factores geopolíticos como el Brexit.
El dólar australiano (AUD) y el dólar canadiense (CAD), quinta y sexta monedas más negociadas respectivamente, tienen una fuerte correlación con los precios de materias primas. Australia y Canadá son grandes exportadores de recursos naturales, lo que hace que sus monedas reaccionen rápidamente a los vaivenes de estos mercados.
El franco suizo (CHF), a pesar de su menor volumen relativo 164 mil millones de dólares diarios, sigue siendo clave en tiempos de turbulencia económica. Emitido por el Banco Nacional Suizo, el CHF es considerado un “activo refugio” por la estabilidad del país, su bajo endeudamiento y un sistema bancario históricamente confiable.
Hoy en día, quienes desean incursionar en el mundo del trading de divisas cuentan con múltiples herramientas financieras. Entre las más populares se encuentran los productos derivados como los CFD (Contratos por Diferencia), las barreras y los Turbo24, que permiten especular sobre movimientos al alza o a la baja de una moneda sin necesidad de poseerla físicamente.
Estos instrumentos permiten apalancamiento, es decir, abrir operaciones de mayor tamaño depositando solo una fracción del capital. Sin embargo, esta ventaja también implica mayores riesgos, por lo que se recomienda una gestión adecuada.
Para los principiantes, existen cuentas demo que permiten practicar en entornos simulados sin comprometer dinero real, así como academias de formación financiera para aprender análisis técnico y fundamental.

Un mercado en constante evolución
Con la creciente digitalización de la economía, el auge del comercio electrónico y la globalización financiera, el mercado de divisas sigue expandiéndose. Nuevas monedas emergentes, tensiones geopolíticas y decisiones de política monetaria influyen constantemente en su comportamiento.
En este contexto, el conocimiento, la estrategia y la gestión del riesgo se convierten en pilares fundamentales para operar en este fascinante mundo financiero.
En definitiva, el mercado Forex no solo es una gigantesca plataforma de intercambio monetario: es también un termómetro en tiempo real del estado de la economía global. Dominar sus dinámicas es entender, en parte, cómo fluye el dinero que mueve el mundo.
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