Por: Horacio Serpa
La Empresa Colombiana de Petróleos fue símbolo de prosperidad, seriedad, sana riqueza para los colombianos y transparencia. Durante años fue la Empresa líder, la mejor manejada, la más moderna, la más productiva, el patrimonio del país, “la joya de la corona”. Ya no, por desgracia.
Ahora la gente no quiere que en su suelo se busque petróleo. Cumaral, en el Departamento más productor de crudo, se acaba de oponer en consulta popular a que en su territorio se haga sísmica o se perfore. No desean los cumaralenses que les lleguen las desgracias de un descubrimiento petrolero, que son muchas. Ya ni siquiera tienen el estímulo de las regalías, porque el actual presidente de Ecopetrol, cuando fue Ministro de Hacienda, las redujo a nada para los productores. ¡Bastante se le advirtió!
El asunto de Reficar es vergonzoso. La ampliación de la refinería de Cartagena, que debía costar 4.000 millones de dólares, costó más de 8.000 millones. Todavía no se sabe lo que ocurrió, pero todos coinciden en decir que se trata del mayor latrocinio cometido en Colombia.
Pero hay otros. Las defraudaciones, los atrasos, los sobrecostos y los chanchullos que se cometieron en la construcción de una planta de etanol en el Departamento del Meta, a cargo de Bioenergy, una empresa de Ecopetrol.
En el corregimiento El Centro, en Barrancabermeja, Ecopetrol y sus contratistas para la extracción de crudo en el yacimiento más antiguo del País, se pelean con los habitantes del lugar, desconocen sus derechos y lesionan el interés ecológico de la región, de donde se ha sacado riqueza durante un siglo. Por fortuna se acaba de solucionar, escasamente de manera provisional, un conflicto que se repite cada rato y hubiera podido causar enormes problemas.
En Barrancabermeja Ecopetrol embolató de un momento a otro la ampliación de la refinería, la cual anunció durante varios años con bombos y platillos e incluso hizo inversiones, dejando a los barranqueños frustrados, a muchos arruinados y a la ciudad en una gran depresión económica. No se ha prestado para dialogar con las autoridades municipales sobre el cobro que le están haciendo de unos impuestos. No hace inversión social como en otras épocas.
Ni siquiera ha terminado la vía Yuma, una importante carretera que especialmente favorece a Ecopetrol y que la Empresa se encargó de construir con financiación propia, de la Nación, del Municipio de Barrancabermeja y de la Gobernación de Santander. Tiene dos años de atraso.
“Faltan datos de otros municipios”. ¿Qué hará Ecopetrol para que los colombianos nos volvamos a sentir orgullosos de ella?