Con una cerrada votación de 49 votos contra 47, el Senado de la República frenó la consulta popular con la que el presidente Gustavo Petro buscaba blindar su reforma laboral.
El resultado —alcanzado la noche del 14 de mayo— detuvo la vía plebiscitaria, pero también volvió a poner sobre la mesa el trámite ordinario de la iniciativa de reforma laboral en el Congreso, reavivándola cuando pocos la daban por viva.
¿Cómo se hundió la consulta popular de Petro?
La consulta popular, un cuestionario de 12 preguntas sobre jornada, recargos y formalización de plataformas digitales, se convirtió en la “jugada” del Ejecutivo tras el archivo de la reforma en la Comisión Séptima. El costo estimado del mecanismo —entre 600.000 y 700.000 millones de pesos, según la Registraduría— fue uno de los argumentos más repetidos por la oposición para votar “NO”.
El presidente del Senado, Efraín Cepeda (Conservador), aseguró pocas horas antes de la votación: “La consulta no lograría los 13,6 millones de votos requeridos, pero sí nos costaría al menos 600.000 millones y profundizaría la polarización”. Finalmente, 49 senadores sellaron la negativa.
La democracia habló en el Senado y votó no a una consulta popular inconveniente que les iba a quitar a los colombianos 750 mil millones de pesos de su bolsillo.
La discusión de la reforma laboral seguirá ahora su trámite en la Comisión Cuarta a donde la enviaré tras aprobarse la… pic.twitter.com/Aehj5XTJM1
— Efrain Cepeda (@EfrainCepeda) May 15, 2025
Desde China, Gustavo Petro denunció que la consulta fue “hundida con fraude, como el 19 de abril de 1970”, aludiendo a un histórico episodio de presunto robo electoral. “El senador Efraín Cepeda cerró la votación cuando ya ingresaban los votos que hacían mayoría”, trinó el mandatario, llamando a la movilización popular de centrales obreras, campesinos e indígenas.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, respaldó la acusación contra la mesa directiva y habló de delitos al manipular el tablero electrónico, aumentando la tensión en el recinto, mientras el bloque oficialista abandonaba la plenaria.
Quiénes son los 49 senadores del “NO” que hundieron la consulta popular
Una pieza que circuló en redes —bautizada por sus autores “los 49 valientes”— y la propia planilla de votación permiten identificar, por bancadas, a los protagonistas de la noche:
Partido Conservador: Efraín Cepeda, Juan Merheg, Nadia Blel, Marcos Pineda, Soledad Tamayo, Liliana Bitar.
Centro Democrático: María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Honorio Henríquez, Paola Holguín, Andrés Guerra, Carlos Meisel, Miguel Uribe, Esteban Quintero, Yenny Rozo, Josué Alirio Barrera.
Cambio Radical: Carlos Fernando Motoa, José Luis Pérez, Carlos González, Carlos Guevara, Jonathan Pulido, Alfredo Deluque, Óscar Giraldo, Carlos Farelo, Juan Carlos Garcés.
Partido Liberal: Mauricio Gómez, Miguel Ángel Pinto, Alejandro Chacón, Karina Espinosa, Jorge Benedetti, Juan Pablo Gallo, Arturo García, Germán Blanco, Juan García, Nicolás Echeverry, Óscar Barreto.
Partido de la U: Norma Hurtado, Lorena Ríos, Juan Felipe Lemos, José Marín.
ASI / Mira: Berenice Bedoya, Ana Paola Agudelo.
Otros (Coaliciones regionales o minoritarias): Andrés Guerra, Carlos Jiménez, Manuel Virgüez.
Además del alto costo, gremios empresariales como la ANDI insistieron en que la consulta excluía a los tres millones de desempleados y a los 14 millones de trabajadores informales, por lo que no resolvía la raíz del problema laboral. El presidente del gremio, Bruce Mac Master, advirtió que “ignorar esa realidad es repetir los errores de la reforma archivada”.
¿Qué pasa ahora con la reforma laboral?
Paradójicamente, el mismo bloque que hundió la consulta aceptó “desarchivar” el proyecto de reforma laboral, lo que abre una segunda oportunidad al Gobierno. Sin embargo, quedan menos de seis semanas de legislatura y el articulado debe superar al menos dos debates de fondo. El Ejecutivo necesitará algo más que el voto de su bancada para conseguirlo.
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La oposición —que salió con victoria doble— confía en que el calendario y la fragmentación de la coalición oficialista harán imposible la aprobación. Desde el Pacto Histórico, la senadora Angélica Lozano pidió celeridad: “Tenemos 38 días. Cada segundo cuenta” .
Claves para entender el impacto
Golpe político: la derrota revierte la narrativa plebiscitaria del Gobierno y devuelve la discusión al terreno legislativo.
Altísimo costo evitado: los 49 votos estancan un gasto potencial de 600-700 mil millones de pesos.
Polarización creciente: Petro enmarca la votación como “fraude”, presionando movilizaciones callejeras.
Tiempo en contra: aunque la reforma revivió, la agenda del Senado está saturada y el receso de mitad de año se aproxima.
Coaliciones volátiles: los partidos tradicionales demostraron que aún pueden aliarse para frenar al Ejecutivo, pero no garantizan unanimidad en todos los artículos de la reforma.
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