El negocio de las telecomunicaciones en Colombia atraviesa un momento clave como no ocurría hace muchos años. La subasta 5G llegó en un momento necesario pero el panorama aún no es del todo claro debido a las movidas empresariales que los operadores y sus inversionistas han intentado hacer tanto en Colombia como en otros países.
Ofertas Públicas de Adquisición por algunas empresas, ofertas de compra de acciones al Gobierno colombiano, intenciones de venta de acciones en otra compañía, tienen en vilo el futuro de este sector de telecomunicaciones en Colombia, aunque todo apunta a que se pueda dar una fusión entre Tigo y Movistar.
Es preciso recalcar que el pasado 31 de julio Millicom (Tigo) y Telefónica anunciaron que firmaron un memorando de entendimiento no vinculante para la posible fusión de Telefónica Colombia (Coltel) y Tigo Une; además la posible adquisición por parte de Millicom de la participación de Telefónica en Coltel por aproximadamente 400 millones de dólares.
Dentro del anuncio, aseguraron que también tiene la intención de ofrecer la compra de las participaciones de La Nación y otras participaciones minoritarias en Coltel en efectivo al mismo precio de compra por acción ofrecido a Telefónica.
A lo anterior, el insistente proyecto de la Alcaldía de Medellín y que ya tuvo una primera aprobación, por vender las acciones que EPM tiene en Tigo-Une. Lo cierto es que este movimiento dejaría importantes cambios y preguntas para el sector.
En primer lugar, en el gremio comienza a tomar fuerza la versión que indica que se acabaría o habría una transformación y reorganización en Asomovil, la Asociación que congrega a los tres operadores móviles más importantes del país: Claro, Tigo y Movistar. Cabe resaltar que es una entidad sin ánimo de lucro, que busca promover el desarrollo de la industria de las telecomunicaciones para colaborar con el progreso del país.
Las tarifas podrían cambiar en el mercado de las telecomunicaciones en Colombia
Es importante mencionar que de darse la unión entre Movistar y Tigo, el mercado pasará a ser mucho más pequeño, con dos operadores fuertes que tendrán un brazo fuerte y será un oligopolio lo que les permitiría mantener el mercado de manera controlada.
Esto hace que al estar controlado, puedan subir tarifas que es algo muy probable que pase, pues recordemos que el margen que tienen hoy los operadores es pequeño y buscarán aumentar estas tarifas, no es un secreto y seguramente pasará en un corto tiempo.
Claramente, los principales perjudicados serán los ciudadanos, pues han tenido aumento en el costo de vida en distintos frentes, pero en telecomunicaciones y su acceso no habían tenido aumentos, por el contrario disminución en los precios y quizás el mayor aliciente para eso fue el ingreso de nuevos operadores como Wom.
Se desconoce cuánto pueda subir, pero seguro habrá un incremento que busque que la salud financiera de los operadores sea mejor y se recupere prontamente.
Existen puntos de temor en el Gobierno
El primer punto que puede generar ruido en el Gobierno de Gustavo Petro es que habrá una mayor concentración de mercado, prácticamente dos operadores y, aunque no sea el caso puntual de Colombia, cuando hay pocos actores las probabilidades de cartelización son mayores, sin confirmar que así pasará.
Lo anterior partiendo de un punto en que dichos operadores no pierden en ningún momento, planteando tarifas parecidas y ambos, con buena porción del mercado, navegan tranquilos sin objetivos de acaparar más y más.
Otro punto que el Gobierno mira con cuidado es que las obligaciones de hacer van a ser un problema junto con la devolución del espectro y la meta del 85% de conectividad.
Aquí surgen varias preguntas clave como si ¿Tigo devolvería espectro? ¿Movistar y Tigo devolverán espectro de 5G? ¿Devolverán espacio en bandas bajas? ¿Cómo va el Gobierno a enfrentar esta realidad en un presunto escenario planteado?
No se puede olvidar que todo este proceso estaría sujeto a una aprobación de las autoridades competentes en Colombia como la SIC y que primero debe solucionar varios aspectos como la OPA de Atlas por Millicom, que Millicom decida comprar las acciones que EPM tiene en Tigo, que el Gobierno decida vender sus acciones en Movistar y que se consolide en un solo operador.
Pero en medio de este panorama, el Gobierno tendrá que mirar lo que ocurre en el espectro, como en bandas bajas, bandas altas y la subasta 5G y cómo esto afectará las finanzas del Gobierno, insistimos, las obligaciones de hacer y las metas proyectadas por MinTIC.
Esta foto también podría generar otros cambios poco esperados para las telecomunicaciones en Colombia. Uno de ellos es que WOM se recupere, que consiga su inversionista y que siga en el mercado, de no ser así sencillamente la marca dejará de existir en Colombia y sus usuarios tendrán que elegir en su momento por las opciones que el mercado muestre, que seguramente estarán marcadas por las grandes marcas.
En el caso de ETB o Emcali, son empresas que no están en sus mejores condiciones y podrían salir damnificadas por la concentración del mercado.
Al país le conviene que existan operadores saludables, fuertes, que puedan cumplir con sus obligaciones de hacer, que puedan invertir en un sector como las telecomunicaciones, donde es necesario y que se evite en un corto o mediano plazo más crisis en esta industria trascendental en el mundo.
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