De los 20 países más pobres, 19 pertenecen a esta región, mientras que el único país no africano en la clasificación es Afganistán. A pesar de que en la última década África subsahariana ha experimentado un crecimiento económico notable, diversos factores siguen frenando su desarrollo y limitando el aumento del ingreso por habitante.
Países más pobres del mundo en 2025 y los factores que afectan su economía
El crecimiento poblacional acelerado, que supera el 2% anual en la mayoría de los países de la región, representa uno de los mayores desafíos para el crecimiento del PIB per cápita. Además, otros factores como los conflictos armados, el cambio climático y la inestabilidad política han agravado la situación económica.

Desde 2020, el continente ha registrado al menos nueve golpes de Estado, lo que genera un entorno de incertidumbre que desalienta la inversión y frena el desarrollo económico.
Por otro lado, la falta de infraestructura, la corrupción y la baja productividad agrícola siguen afectando a la mayoría de los países de la región. Muchos dependen de la agricultura de subsistencia, una actividad vulnerable a sequías, inundaciones y otros fenómenos climáticos extremos que afectan la seguridad alimentaria y la economía de las poblaciones.
Afganistán, el país más pobre del mundo en 2025
Afganistán encabeza la lista con un PIB per cápita proyectado de 434 dólares en 2025. Décadas de guerra, invasiones extranjeras, conflictos internos e insurgencias han devastado la economía del país.
La falta de estabilidad política, sumada a la destrucción de infraestructuras y la escasa inversión extranjera, ha impedido su recuperación económica. Además, la agricultura, de la cual depende gran parte de la población, enfrenta desafíos significativos debido a métodos de producción obsoletos, escasez de agua y degradación del suelo.
Sudán del Sur: la guerra civil y la pobreza extrema
Sudán del Sur, con un PIB per cápita de 448 dólares, ocupa el segundo lugar en la lista. Desde su independencia en 2011, el país ha estado sumido en una guerra civil que ha desplazado a millones de personas, ha destruido infraestructuras esenciales y ha paralizado la agricultura, sector clave de su economía. La falta de estabilidad política y la inseguridad siguen afectando su desarrollo económico.
Sierra Leona: la herencia de la guerra y la corrupción
Sierra Leona, con un PIB per cápita de 529 dólares, enfrenta graves problemas económicos debido a los estragos de su guerra civil (1991-2002). Aunque el país posee importantes reservas de diamantes, la mala gestión de los recursos y la corrupción han impedido que estos beneficios lleguen a la población en general. Además, la crisis del ébola (2014-2016) debilitó aún más su ya frágil sistema de salud y su economía.
– Malawi (552 USD de PIB per cápita) depende en gran medida de la agricultura de subsistencia, lo que lo hace vulnerable a fenómenos climáticos extremos como sequías e inundaciones.
– Madagascar (577 USD de PIB per cápita) sufre crisis políticas recurrentes, corrupción y deforestación, lo que ha reducido la productividad agrícola y aumentado su vulnerabilidad a desastres naturales.

Si bien algunos países africanos han mostrado signos de crecimiento en los últimos años, la pobreza sigue siendo un problema estructural que requiere soluciones a largo plazo.
La inversión en educación, salud e infraestructura, así como la estabilidad política y la lucha contra la corrupción, serán clave para mejorar las condiciones económicas en estos países y ofrecer una mejor calidad de vida a sus habitantes.
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