Ante el envejecimiento de la población y la baja natalidad, muchos países han comenzado a implementar medidas innovadoras para atraer inmigrantes que estén dispuestos a mudarse, residir y formar familias en sus territorios.
Países que pagan por vivir y tener hijos
Estas estrategias incluyen desde incentivos económicos hasta beneficios fiscales, con el objetivo de contrarrestar una crisis demográfica que podría tener profundas consecuencias en las economías y sociedades del futuro.
Un estudio publicado en 2020 por el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, y divulgado por la revista The Lancet, proyecta que la tasa de natalidad global experimentará una caída significativa en las próximas décadas.
Para el año 2100, se espera que, en al menos 23 países, entre ellos España, Italia y Japón, las poblaciones se reduzcan a la mitad debido a tasas de fertilidad inferiores a 1.7 hijos por mujer. Esta situación ya está generando alarma en varias naciones que buscan prevenir un futuro de declive poblacional.
Para abordar este desafío, gobiernos de diversos países han introducido medidas que van desde subsidios financieros hasta servicios gratuitos de educación y salud.
A continuación, se presentan algunos ejemplos destacados de países que están ofreciendo incentivos para atraer residentes extranjeros y fomentar la natalidad:
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- Finlandia
Con una de las tasas de natalidad más bajas de Europa, Finlandia ofrece un incentivo económico de hasta 11,000 dólares (aproximadamente 42.949.720 pesos colombianos) por cada hijo nacido en su territorio. Este monto se distribuye en un período de diez años y busca apoyar a las familias en los primeros años de crianza.
Además, el país cuenta con servicios gratuitos de educación y salud, junto con una alta calidad de vida que lo convierte en un destino atractivo para inmigrantes.
- España
En España, varias localidades han adoptado programas específicos para revitalizar sus comunidades rurales, como es el caso del programa «Ponga». Este ofrece ayudas económicas de 3,680 dólares (aproximadamente 14.368.633 pesos colombianos) a parejas jóvenes que decidan establecerse en ciertos pueblos. Asimismo, por cada hijo nacido en estas zonas, las familias pueden recibir hasta 3,000 dólares (11.713.560 pesos colombianos), incentivando la formación de familias y contribuyendo al repoblamiento de áreas deshabitadas.
- Italia
Con un panorama demográfico similar al de España, Italia también ha implementado medidas como el «Bono Bebé», que otorga hasta 1,920 dólares anuales por cada hijo nacido o adoptado. Además, el gobierno ofrece reducciones en el impuesto sobre la renta para quienes compren o alquilen viviendas en zonas rurales. Estas políticas buscan estimular tanto la natalidad como la repoblación de regiones menos urbanizadas.
- Canadá
Canadá es conocido por sus políticas migratorias abiertas y su enfoque en la atracción de talentos internacionales. Además, el gobierno proporciona subsidios que pueden alcanzar los 6,833 dólares anuales por cada hijo, dependiendo del nivel de ingresos familiares. Entre otros beneficios, los inmigrantes también pueden acceder a la educación bilingüe y la posibilidad de obtener la doble ciudadanía, convirtiendo al país en un destino ideal para familias.
- Francia
Francia, a pesar de contar con una tasa de natalidad relativamente alta en comparación con otros países europeos, también fomenta la formación de familias mediante subsidios y servicios gratuitos. De acuerdo con el portal Vivir en Francia, el gobierno ofrece auxilios económicos mensuales de hasta 184 dólares (aproximadamente 718,431 pesos colombianos) por hijo, dependiendo del ingreso familiar y el número de hijos. Además, brinda acceso a guarderías gratuitas y una seguridad social robusta.
Estas medidas reflejan un intento de responder a una problemática global con estrategias localizadas. Sin embargo, los desafíos persisten, ya que no solo se trata de aumentar las tasas de natalidad, sino también de garantizar que los inmigrantes se sientan bienvenidos e integrados en sus nuevos entornos. Los incentivos económicos son solo una parte de la ecuación; también es crucial fortalecer las redes de apoyo, reducir la discriminación y ofrecer oportunidades laborales a largo plazo.
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