A solo dos meses para terminar el año, es fundamental analizar aspectos macroeconómicos del país. El año 2023 cerró con un modesto crecimiento del 0,6%, un año difícil que reflejó varias dificultades en el país. No obstante, el Fondo Monetario Internacional-FMI ha presentado recientemente proyecciones más optimistas para Colombia.
Para el año 2024, el organismo prevé un crecimiento del 1,6 %, y para 2025 proyecta un dinamismo económico del 2,5 %. Este repunte en el crecimiento económico para 2024 se explica, en gran medida, por dos variables macroeconómicas que han sido fundamentales en todo este año: la inflación y la tasa de intervención.
La inflación, que mide la variación de los precios de la canasta familiar, en 2023 se ubicó en 9,28%. Sin embargo, el último dato del DANE, correspondiente a septiembre de 2024, sitúa la inflación en un 5,18%, con expectativas de que continúe bajando en alrededor del 5 % para el cierre del año. Por otro lado, la tasa de intervención del Banco de la República es la tasa a la cual este presta a los establecimientos financieros.
En diciembre de 2023, esta tasa se encontraba en 13,00%, y actualmente esta se ubica en 10,25%, con la gran probabilidad de que disminuya en las próximas dos sesiones del Banco de la República que quedan en el año.
Es importante entender que la inflación es una referencia y la tasa de intervención es una decisión. Cuando los precios suben, el Banco de la República incrementa su tasa de intervención como una reacción para controlar la inflación, haciendo que los establecimientos financieros también aumenten sus tasas, y sean más costosos adquirir un crédito y la gente gaste cada vez menos. Esta situación desacelera la producción general del país; por lo tanto, la baja producción y una demanda de consumo más contenida reducen la presión inflacionaria.
Es importante seguir manteniendo una inflación controlada y continuar con la reducción de la tasa de intervención, para crear un entorno favorable para la reactivación del consumo interno. Esto impulsaría a sectores claves como el comercio y la industria, que han sido afectados en periodos anteriores y requieren una recuperación pronta. Asimismo, esta reactivación contribuye a la creación de empleo y al fortalecimiento de la economía del país.
Es crucial aprovechar la temporada de diciembre, una de las más dinámicas del año, para estimular aún más la economía. Un aumento en el consumo durante este periodo podría permitir al país cerrar el año con perspectivas más optimistas y sentar las bases para un crecimiento más sólido en 2025.
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