En un nuevo informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el 2 de julio de 2025, se reveló el promedio de horas laborales semanalmente en los países que integran esta organización, arrojando cifras que reabren el debate sobre productividad, bienestar laboral y calidad de vida. México encabeza la lista con 48 horas trabajadas por semana, seguido de cerca por Colombia con 44, muy por encima del promedio de la OCDE, que se sitúa en 37 horas semanales.
Panorama general: México encabeza la lista con 48 horas de trabajo semanal, seguido por Colombia (47), Turquía (46) y Chile (43), países que superan con creces el promedio de la OCDE, situado en 37 horas.
En contraste, Francia registra la menor carga laboral semanal con apenas 32 horas, seguida de Canadá y Suiza con 36. Estados Unidos se ubica ligeramente por encima del promedio con 39 horas.
Estas disparidades ponen de relieve distintos modelos laborales dentro del bloque: mientras algunas naciones priorizan la eficiencia y el bienestar laboral, otras aún mantienen estructuras tradicionales que exigen jornadas más prolongadas.
Colombia ya aplica una jornada de 44 horas semanales
Desde el pasado 15 de julio de 2025, Colombia redujo oficialmente su jornada laboral máxima de 47 a 44 horas semanales, como parte del cronograma de implementación de la Ley 2101. Esta legislación busca llevar, de forma gradual, la jornada máxima legal de 48 a 42 horas semanales para el año 2026, sin afectar el salario ni los derechos adquiridos de los trabajadores.
A pesar de esta transición, el informe de la OCDE refleja todavía la cifra anterior (47 horas), correspondiente a los datos recopilados antes de la última reducción.
Por qué es importante: Expertos advierten que trabajar más horas no siempre se traduce en mayor productividad. En muchos países latinoamericanos, los largos horarios están vinculados a condiciones laborales precarias, baja formalidad y la necesidad de tener múltiples empleos para alcanzar ingresos suficientes.
El informe también evidencia marcadas diferencias dentro del propio grupo. Mientras países como Turquía (46 horas), Israel (42) y Portugal (40) también presentan jornadas extensas, otras naciones como Suiza (36), Canadá (36) y Francia (32) muestran una tendencia hacia modelos de trabajo más cortos, probablemente apoyados en mayor automatización, teletrabajo y políticas laborales enfocadas en el bienestar.
Estados Unidos, por su parte, registra un promedio de 39 horas semanales, levemente por encima del promedio del bloque.
¿Qué implican estas cifras en los modelos laborales?
El alto número de horas laborales en países como México y Colombia podría estar asociado a factores estructurales como informalidad, bajos salarios que obligan a trabajar más, y una cultura laboral que aún no prioriza el equilibrio entre vida y trabajo. Sin embargo, este modelo parece estar en contradicción con las tendencias globales hacia la reducción de la jornada laboral, como la semana de cuatro días, cada vez más debatida en Europa.
Estos datos no solo invitan a revisar las políticas laborales nacionales, sino que también plantean interrogantes sobre la calidad del empleo y la sostenibilidad de los modelos de trabajo actuales. La OCDE ha insistido en múltiples ocasiones en la necesidad de buscar un equilibrio entre competitividad económica y bienestar social.
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