Por: José Miguel Santamaría Uribe
Siempre pasa lo mismo, nunca son los mismos que empiezan los procesos que los que los terminan, durante su tiempo de desarrollo y acople muchos se retiran bien sea porque no estuvieron nunca de acuerdo o porque la implementación no estuvo acorde con las expectativas, algo parecido pasó con estos narcoterroristas de las Farc que se están reinventando y a los que espero les caiga todo el peso de la ley.
Nunca estuve de acuerdo en el como se celebró el mal llamado proceso de paz entre el gobierno Santos y las Farc, pensé y sigo pensando que se les entregó mucho mas de lo que debía a cambio de lo muy poco que entregaron ellos, nunca es tarde para cambiar las cosas malas y ponerlas en el camino correcto. Esto no implica que hoy esté de acuerdo en que a los que están cumpliendo el acuerdo se les debe cuidar y se les debe respetar lo acordado ya que pueden ser flanco fácil de los que quieren seguir delinquiendo.
El hecho que Marquez, Santrich, Romaña y compañía hayan decidido seguir alzados en armas y con el negocio del narcotráfico no es mas que una oportunidad histórica para muchos protagonistas y entidades de reivindicarse con la sociedad y mostrar que las cosas se pueden hacer bien.
El mas favorecido es sin duda la JEP, entidad que no ha sido nunca de mis afectos porque venía siendo enormemente complaciente, tenía una papa caliente muy difícil de resolver con estos bandidos que estaban pero no estaban, hoy pueden tranquilamente retirarlos del proceso y demostrar que si pueden impartir justicia y juzgar a los que siguen, esperemos que este papayaso lo utilicen como debe ser.
También es una buena oportunidad para los cabecillas y jefes de las Farc que siguen en el proceso de demostrar que tienen palabra, que van a cumplir con lo acordado del proceso y que van a apoyar al gobierno en la captura y judicialización de los que incumplieron.
Gana también el gobierno Duque, se le abren muchas puertas donde trabajar, lo primero si constata que efectivamente que el gobierno de Maduro y la dictadura cubana están apoyando a estos alzados en armas puede generar una gran ofensiva diplomática que por fin pueda acabar con esas dictaduras y parar la migración de venezolanos que está haciendo mella en los servicios de salud, educación y en seguridad en nuestro país. Adicionalmente conjuntamente con el ejército podrá demostrarnos que tienen la capacidad de doblegarlos y llevarlos a la justicia.
Los que se opusieron a este acuerdo por ser demasiado garantista con los malos terminan demostrando que mucho de lo que pregonaban era verdad, que estos narcoterroristas nunca dejaron de delinquir, que seguían en el negocio de las drogas y que no habían entregado todas las armas, la Fiscalía tenía razón en tratar a toda costa de capturar a Santrich y extraditarlo.
Esperemos que cada uno de los protagonistas de esta nueva etapa de la historia aproveche su momento y logre cumplir con las expectativas que la sociedad le exige, de esta manera podremos construir sobre lo destruido y ponernos de acuerdo en tener un mejor futuro.