«Me sorprenden las distintas facetas. Lo que tengo claro es que el ser humano es capaz de cualquier cosa, pero las facetas de esas explosiones de la condición humana son las que me siguen sorprendiendo porque tienen muchas aristas y muchas ramificaciones», recalcó el abogado.
360 Radio:
Luego de un año y medio hace oficial la inauguración de las oficinas en Medellín, sigue la expansión de su firma, una de las más reconocidas en todo el país.
¿Cuáles son sus expectativas en esta ciudad en el departamento de Antioquia?
Abelardo De La Espriella (A.D.L.E.):
Así es, hace cerca de un año y medio abrimos las oficinas en la ciudad de Medellín, porque tiene todo el presente y todo el futuro, se está abriendo al país y al resto del mundo. Medellín se está convirtiendo en una ciudad cosmopolita, lo que le hacía falta.
No podíamos ser ajenos a esa realidad, de tal suerte que abrimos oficina de la firma hace más de un año medio pero lamentablemente por la pandemia no pudimos hacer la fiesta de lanzamiento. Para mí, como buen costeño, si no hay fiesta no es oficial el lanzamiento; en este año y diez meses de apertura hemos sido muy bien acogidos por la comunidad y por todos los paisas, estamos felices de estar en Medellín. Esta es una tierra maravillosa por su gente, por su pujanza y por su importancia en el concierto nacional e internacional.
360:
Usted tiene una reputación muy bien ganada, la gente lo tiene en un estandarte muy alto. Pero usted ha sido un impulsor de democratizar el derecho, que todas las personas necesitan un abogado tarde o temprano.
¿Cómo va ese proceso que impulsa desde su firma como director, para acercarla a todas las personas que quieren confiar en usted y en su equipo?
A.D.L.E.:
Lanzamos un producto que se llama DE LA ESPRIELLAPP para asesorías jurídicas muy puntuales a bajo costo para que la gente de escasos recursos tenga la posibilidad de acceder a una firma de primer nivel. La idea es esa, democratizar la prestación de servicios jurídicos que históricamente han estado reservados para unas élites que no pueden pagar.
Cualquier actividad que se haga sin impacto social y sin transformación, no tiene sentido, y en consonancia con esa visión que tenemos del ejercicio del derecho y de la democratización de la prestación de los servicios jurídicos hemos creado esa aplicación.
En la firma seguimos prestando los servicios de siempre, y también para aquellas personas de escasos recursos.
En una empresa, no hay sentido si no hay sentido social.
360:
A usted lo han reconocido sobre todo en los casos más importantes del país en materia penal, pero también hace poco le contaba a las personas sobre una conciliación importante que logró hacer.
¿Cuáles son esas otras divisiones que tiene la firma?
A.D.L.E.:
La firma presta todas las asesorías en todas las ramas del derecho por una razón elemental: quien entrega un proceso penal, entrega la vida; y si se puede resolver un proceso penal, se puede resolver cualquier cosa.
Queremos prestar un servicio integral a todos nuestros clientes, y lo más importante que quiero que sepan es que el 75 % de nuestros procesos en temas civiles, comerciales, penales, laborales y de toda índole, los resolvemos antes de llegar a jueces.
Cuando uno resuelve un proceso antes de llegar a los tribunales, a los estrados judiciales, está ganando la justicia y que no se desgaste, está ganando el cliente y su familia que no sufre esa afectación psicológica que implica el trámite de un proceso y por supuesto el abogado porque resolvemos el tema rápido.
Así que en nosotros van a encontrar solución oportuna y vamos a defender su causa con toda la pasión y con todo el profesionalismo que se necesita, siempre garantizando el respeto por los derechos de nuestros clientes.
360:
Por lo general, las personas buscan abogado cuando el problema está muy avanzado.
¿La firma también está lista para acompañar a la personas antes de un negocio, de una fusión, de un proceso, para prevenir algo?
A.D.L.E.:
Precisamente quería hacer referencia a eso. Una firma tiene que ser ante todo una empresa de abogados que prevenga problemas, porque cuando el problema ya está desatado el desgaste emocional y económico es grandísimo para todas las partes.
Lo mejor es resolver el problema antes y nosotros prestamos precisamente ese servicio preventivo, por eso nos caracterizamos.
360:
Ha sido usted un combatiente de todas las luchas en materia de injusticia, entenderá que en oportunidades en este país a través de algunos medios, de montajes, de circunstancias políticas se han cometido muchas arbitrariedades.
¿Qué les dice a esas personas que han sido o que pueden ser blanco de ese tipo de casos?, ¿qué pueden encontrar en usted?
A.D.L.E.:
Nosotros ponemos el pecho por nuestros clientes y asumimos las causas como si fueran propias. No en vano me gano los ataques yo mismo, pero eso hace parte del ejercicio profesional; el abogado tiene que ser un guerrero que defienda a su cliente a capa y espada, precisamente lo que hacemos nosotros.
No solamente se ganan los procesos en los tribunales, también en los medios de comunicación que en ocasiones son un tribunal más inquisidor que los mismos jueces colombianos; de tal suerte que la batalla hay que darla en todos los campos para el cliente porque para nosotros no hay causa pequeña ni batallas perdidas, siempre estamos dispuestos a dar la mejor batalla por las personas que confían en nosotros; es la manera de retribuir la confianza de los clientes defendiendo su causa con pasión, cuidado, esmero y disciplina.
360:
Usted lleva unos meses por fuera del flash de los medios con su columna de opinión, porque quería dedicarse al tema de expansión y consolidación de la firma, a su familia.
¿Cómo se ha sentido en estos meses?
A.D.L.E.:
Feliz. No hay cosa más aburridora que tener que escribir una columna de opinión los fines de semana, porque a veces no quieres escribir, o no tienes tema, o estás viajando, o quieres quedarte en la cama o en la piscina pero tienes que cumplir con la columna.
Siempre se los digo a mis amigos que están empezando a escribir en distintos medios: el mejor columnista no es el que más leen, es el que manda la columna de opinión a tiempo. Yo soy un tipo muy responsable, entonces en oportunidades he estado de viaje en el otro lado del mundo, con una zona horaria diferente y me tocaba levantarme para enviar la columna, eso se volvió una cárcel.
Además, como dijo el escritor Juan Rulfo: Ya dije todo lo que tenía que decir, en materia política, en materia social, ya he plasmado todas esas ideas en más de once años escribiendo columnas de opinión, ¿qué más voy a decir? Todo el mundo sabe que soy uribista, que rechazo el comunismo; prefiero dedicarme al universo de la novela, a los cuentos, y a escribir sobre otro tipo de cosas. Estoy disfrutando esa faceta, de hecho me quité un piano de encima con la columna, era un incordio y cuando las cosas se empiezan a volver molestas, no son agradables, a lo mejor empiezan a salir mal. Por eso preferí apartarme a tiempo, estoy feliz de no tener que escribir los fines de semana.
LEER TAMBIÉN: Economía, agro y justicia vistos por Abelardo de la Espriella
360:
Sobre eso. Amores Criminales llegó a la tercera edición luego de estos meses. ¿De los comentarios que ha recibido, de las miles de personas que han comprado esta obra, ¿qué impresiones tiene?
A.D.L.E.:
Estoy feliz con esa faceta de escritor, siempre lo he sido; desde muy pequeño me ha encantado la literatura, siempre me ha gustado escribir pero no había sacado el tiempo para poder escribir diez historias como las de Amores Criminales, en donde mi experiencia como abogado sirve mucho pero no se habla sobre el tema jurídico sino sobre el tema humano, sobre las personas y de por qué cada uno de nosotros tiene adentro a otra persona que no conoce hasta que llega el momento en que hay un detonante que te hace cometer un crimen, y sobre todo crímenes pasionales, los cuales me interesan mucho por el contexto humano y la profundidad humana que tiene.
En la pandemia, encerrado, lo que hacía era escribir y aproveché ese momento para sacar este maravilloso libro que me ha llenado de muchas satisfacciones porque se ha vendido de manera extraordinaria, ya es un best seller; las ganancias del libro se han ido a Cosecha Solidaria, hemos comprado más de 500 toneladas de productos del campo, repartimos mercados a las personas de escasos recursos en las distintas ciudades de Colombia.
En Antioquia hicimos una Cosecha Solidaria, compramos panela, café, maíz y repartimos en Medellín; eso fue una belleza. De tal suerte que la faceta de escritor me gusta más que la de columnista y si a eso le agregamos el hecho de que por cuenta de los recursos de esos libros que se han vendido se está alimentando a familias colombianas que no tienen recursos, y pues la satisfacción es mayor.
360:
¿Le sigue sorprendiendo la condición humana?
A.D.L.E.:
Sí, claro. Me sorprenden las distintas facetas. Lo que tengo claro es que el ser humano es capaz de cualquier cosa, pero las facetas de esas explosiones de la condición humana son las que me siguen sorprendiendo porque tienen muchas aristas y muchas ramificaciones, pero tengo perfectamente claro que todos tenemos otra persona adentro que no sale hasta que llega el momento en que explota todo, y esa es la parte que me interesa, la condición humana, la psiquis del ser humano, qué hay dentro del alma de los hombres; eso es lo que me interesa.
360:
El país está enfrentando unos meses muy importantes por las elecciones, pero más allá de nombres políticos y de la fecha electoral, en el país se siguen presentando unas crisis que conversamos con usted para una de las ediciones de nuestra revista y que no se solucionan.
En la actualidad, Bogotá está sitiada por la criminalidad y es el mismo círculo vicioso de hace más de 20 años, las mismas reformas de las que hablaba Álvaro Gómez Hurtado, que nunca se han hecho en materia de justicia, en materia del código penal. Paralelo a esto, hay un temor en cierto sector de la economía por lo que pueda pasar el otro año en cuanto a las elecciones, por quien pueda ganar el otro año. Hay personas que han sacado patrimonio del país por el temor a las declaraciones de cierto candidato sobre qué haría en materia económica y por el otro lado el componente social que nos ha dejado la pandemia, la cual ha recrudecido una pobreza que es evidente.
¿Le preocupa el país?
A.D.L.E.:
Me preocupa muchísimo, y ha tocado un punto fundamental y valga la redundancia, el doctor Gómez Hurtado habló sobre lo fundamental en el año 1974 y planteaba varios puntos, siendo el más importante la reforma a la justicia; podemos hacer cualquier reforma pero si no reformamos la justicia en Colombia no hacemos nada, porque la justicia es la base y fundamento de la democracia y la institucionalidad.
El doctor Gómez Hurtado hablaba del dragado del Río Magdalena para desatar y activar la economía colombiana, aún no se ha hecho.
En Colombia el riesgo es latente, nos enfrentamos a dos escenarios: al respeto de la democracia y la institucionalidad, y al comunismo que es pobreza, desolación, ruina y caos. Es allí donde los colombianos tenemos que hacer un ejercicio profundo con la madurez que se requiere para votar como corresponde.
Tengo claro que Colombia no puede caer bajo el influjo y las manos del comunismo, el cual quiere quedarse con nuestro país porque es la joya de la corona. Todos los países de centro y suramérica han caído en algún momento de su historia republicana en manos del comunismo, cosa que no ha ocurrido con Colombia.
La posición estratégica de Colombia, su importancia en el contexto continental. De tal suerte que el 2022 es un año con un punto de inflexión muy importante para la salud de la república como decían los antiguos romanos. Espero que la gente piense en eso porque el comunismo y la izquierda radical han fracasado desde el punto de vista social, económico, político, empresarial en donde han implementado ese modelo caduco e inoperante. ¿Qué le hace pensar a la gente que un modelo que no ha funcionado en ningún lugar del mundo, pueda funcionar en Colombia cuando el colombiano es todo lo contrario al comunismo: pujante, trabajador, creativo, emprendedor?
Sería un absurdo que el país se fuera por una vía cuando Colombia, históricamente, ha sido todo lo contrario, así sea con nuestros problemas, defectos y situaciones complejas. Somos un gran país que está en vía de desarrollo y necesita de la productividad de una economía fuerte, de una seguridad a toda prueba para sacar adelante a Colombia, porque si le va bien al país nos va bien a todos.