¿Medellín, Bangkok o Las Vegas?

Compartir

Medellín entró, quieran o no, en una dinámica en la que ser un ícono turístico parece ser su destino dejando atrás la industria, y concentrándose en turismo y servicios.

Por: Andrés Gaviria

Los debates incomodos entiendo que son siempre los más difíciles de poner encima de la mesa, y más en una sociedad como la antioqueña. Durante muchos años nos hemos comido el cuento de que somos los mejores del país y lo más echados para adelante. Eso en mi concepto lo hemos perdido en los últimos 15 años.

Es algo que he venido exponiendo en distintos escenarios. Medellín y Antioquia se han olvidado de realizar grandes obras. Rescato ni más faltaba los túneles que se están haciendo, los puertos en el Urabá, pero no hay mucho más para mostrar en épocas en las que deberíamos estar haciendo eso y 50 obras más, pues al final y acabo ejecutar en grande era lo que nos ponía siempre por delante de las demás ciudades.

A Medellín llegó el pretendiente que tanto buscó, coqueteó con el mundo durante aproximándote 10 años con los “malditos estigmas” de Pablo Escobar, la violencia, ser una de las ciudades más peligrosas del mundo y todo lo que hemos tenido que vivir que ha sido tan lamentable para nuestra ciudad, pero en parte esto generó que nos volviéramos una ciudad tan atractiva para el mundo.

En su momento vendieron a Medellín como la más innovadora, luego un lugar perfecto para los nómadas digitales, y posteriormente en una ciudad donde uno se puede mover entre varios puntos de interés en poco tiempo, aunque cada día la movilidad es peor, y desde luego con una ubicación geográfica, para muchos envidiable. Hay personas que prefieren pasar su vida en retiro en una ciudad como esta, que gracias a la nefasta devaluación pueden vivir como reyes, cosa que no harían en sus países de origen.

Le puede interesar:  Abundan las malas noticias

Luego de esto llegó la gran afluencia de los jóvenes que se van viajando por el mundo tratando de vivir temporadas en varios países, y Medellín ha sido un sitio acogedor para ellos. La ciudad siempre ha tenido muchos peligros que advertían, pero que nunca se intervinieron como es la prostitución.

Medellín hoy tiene varios caminos que son: ¿Qué quiere Medellín?, ¿Cuál es su propósito?, ¿Quiénes son los que van a tomar esa decisión? La ciudad recibe más de 1,4 millones de turistas de los 4 millones que recibe el país. Personas que les gusta invertir, quedarse largas temporadas, pues es distinto a los que llegan a otras ciudades del país y del continente.

La realidad es que la capital del departamento de Antioquia aprovecha lo que tiene, incluso lo malo, y lo convierte en oportunidad diciendo: “Ok, yo voy aceptar ser una ciudad que va ser atractiva por las mujeres que hay, la droga, la vida nocturna, la rumba, el descontrol”, pues ¿Cómo hago para tratar de modular esto, respetar los derechos de las personas y tratar de llevar la procesión en orden? Esto es lo que la ciudad no ha podido lograr hace muchos años. ¿Cerramos la ciudad del turismo para que la gente no venga?, que es lo que tiene a muchas personas incomodas por los efectos que esto trae como lo son el aumento de los arriendos, se dispare el precio de los alimentos y que Medellín se convierta en una ciudad más para el turista que para el local; ¿Los antioqueños están dispuestos a esto?

Es que si no se toman medidas vamos a terminar como Bangkok u otras ciudades del mundo que son unos morideros, y como ya nos han dicho en épocas anteriores, podemos ser el prostíbulo a cielo abierto más grande del mundo, y no creo que sea conveniente quedarnos con esos rótulos en medio de todo un trabajo que se ha hecho, pero también hay que reconocer todo el trabajo que falta, sobre todo por parte de las autoridades, sin embargo, eso no excluye a la ciudadanía que a veces se muestra inferior a este reto.

Le puede interesar:  El combustible otra vez

Las Vegas es una ciudad que mueve una economía increíble. Tiene mil oportunidades y lo que pasa en ese lugar se queda allí. Es un sitio que para muchos se debe conocer obligación y hay droga, sexo, rumba, todo lo que tiene Medellín, pero Las Vegas no es Bangkok y creo que no lo queremos ser.

El llamado en esta columna es hacer una conversación entre todos, a entender esto de la mano de la academia, la ciencia y las autoridades, y definir nuestros objetivos y hacerlos excelente porque esto puede salir muy mal si no se interviene.

Además, les digo que la Policía está en una muy mala situación, pues ¿cómo hacen para controlar la prostitución?, y ¿cómo hace la empresa privada o el Estado para decirle a una prostituta que deje de ganarse hasta 50 millones de pesos mensuales y que deje de casarse con un extranjero para irse de Colombia, para pasar a ser cajera de un supermercado? Suena muy crudo, pero es la realidad.

Esto es lo que Medellín debe controlar más temprano que tarde. Además de ser una ciudad altamente consumidora de drogas, donde la venden en cada esquina y ahí está compuesto su gran atractivo. No nos digamos mentiras, toda la gente no viene por las escaleras eléctricas, el Parque Arví o por Guatapé, llegan por otras cosas. Es hora de iniciar el debate sin caretas y con el objetivo de tomar las mejores decisiones.

Lea también: Los parquímetros son impopulares, pero necesarios

Última hora

Le puede interesar

[mc4wp_form id=»74432″]