¿Es un buen negocio que Medellín venda su participación en Tigo?

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La decisión del municipio de Medellín de vender su participación en Tigo, se toma en consecuencia de los negocios a nivel mundial a través de los cuales los gobiernos han desinvertido en empresas de telecomunicaciones, incluso, es una recomendación de la OCDE que Colombia salga de sus acciones en Telefónica Movistar.


Por: Redacción 360 Radio

No solamente las telecomunicaciones representan uno de los sectores más importantes de la economía nacional, sino que el año anterior vimos como fue el sector protagonista a la hora de garantizar una conectividad de mediana normalidad en el ámbito laboral y social de las personas en medio la pandemia, pues el mundo se paralizó y si no fuese por las telecomunicaciones, las consecuencias que hoy tendríamos pudiesen ser mucho peores.

El consumo de datos aumento y se diversificó completamente el mercado. La demanda fue cambiando, las necesidades se acoplaron a otros segmentos y eso demandó más inversión por parte de las compañías con el fin garantiza estabilidad, mejor calidad y velocidad, no sólo en el internet fijo, sino en el móvil.

Las llamadas recobraron importancia en un mundo en el que menos se está llamando porque las personas prefieren enviar mensajes y grabar más mensajes de voz. A nivel mundial se ha observado como los planes se han invertido. Los paquetes de minutos que se venden son cada vez menos y termina concentrándose la mayor inversión mensual de las personas en paquetes de datos. El mundo demanda internet y cada vez va a ser mayor la velocidad, y si bien Colombia ha hecho pasos importantes en materia de telecomunicaciones, sigue estando rezagada en comparación con el mundo. Aún el país no conoce la velocidad 5G y tiene a millones de colombianos navegando en velocidad 3G, además de hogares que no pueden pagar una conexión mensual a un servicio que cada vez avanza con mayor fuerza para convertirse en esencial para los hogares.

Una inversión en dólares creciente, a cómo está la tasa de cambio en Colombia, las prioridades sociales y de otros caracteres que la ciudadanía le demanda a unos gobiernos en compatibilidad con invertir en telecomunicaciones, ponen en una compleja situación a presidentes, alcaldes y gobernadores, ya que por un lado las compañías piden más inversión, pero por otro lado tienen poblaciones – ni hablar de la situación actual social que vive Colombia – que están pidiendo más subsidios, estabilidad económica, mayores empleos y en general, inversión social, siendo casi imposible sostener esto desde cualquier punto de vida.

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Las telecomunicaciones se han convertido en un negocio de privados porque son los únicos que pueden asumir esas destacas cantidades de inversión, como también asumir el riesgo que trae estar compitiendo en un mercado diverso y más competitivo. Recientemente entró un nuevo operador al país – WOM – que llegó con tarifas muy bajas a dinamizar la relación persona-operador, entregando mejores precios buscando «democratizar el sector», como ellos lo han denominado.

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Es un mercado grande y cambiante, por lo que las compañías no tienen como negocio vender terminales (equipos). La mayoría de las personas que optan por móviles de gama alta los traen del exterior o las terminales terminan siendo subsidiadas en un 100% por algunos operadores, como sucede en Estados Unidos, país en el que aún se permiten cláusulas de permanencia, cosa que en Colombia se erradicó hace aproximadamente siete años y que afectó el acceso a las terminales de última generación.

EPM y su decisión de vender su participación en Tigo

Empresas Públicas de Medellín (EPM) confirmó esta semana que la Junta Directiva decidió poner en marcha la venta de su participación en UNE. Aunque la marca ya no existe y fue uno de los compromisos que Millicom adquirió con la ciudad a la hora de su fusión, al final de la administración de Aníbal Gaviria. La marca UNE desapareció y prevaleció Tigo, sin embargo, la participación que tiene EPM es relevante. También se autorizó la enajenación total de la participación en Inversiones Telco SAS.

Una de las principales razones por las cuales llevó al alcalde Daniel Quintero a tomar esta decisión, es que la compañía paisa no es controlante, pues vendieron la prima de control a Millicom durante la fusión, por lo que buscan reorientar sus recursos e iniciativas que hagan parte de sus negocios estratégicos.

La Alcaldía de Medellín acompañará este proyecto cuando se presente al Concejo de Medellín, lugar en el que tomarán la instancia definitiva de aprobar o rechazar la propuesta. Claramente es una empresa que le puede generar ingresos importantes a la ciudad de Medellín, que los pudo haber generado en mayor cantidad si se hubiese vendido antes de la pandemia y no en medio de ella, pero que primero pasará por varios procesos.

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La primera opción para comprar esa parte sería la empresa sueca, Millicom. También, aunque tiene menos posibilidades por la actual coyuntura, la Alcaldía de Medellín se refirió en su momento en cabeza de Quintero, a comprar dicha participación, algo que es poco probable que pase.

Finalmente, hay una oposición importante en el Concejo municipal al proyecto, y según las cuantas preliminares, parece que favorecen a la administración local, no obstante, y por los recientes antecedentes de las votaciones, cualquier cosa podría pasar.

La compañía, según la contralora de Medellín, Diana Carolina Torres y quien estuvo en entrevista con 360 Radio, siguen haciendo una auditoría exhaustiva a todo el conglomerado de la administración municipal y Tigo, por ejemplo, está bajo una intervención y revisión por parte de la Contraloría para conocer cómo ha sido su manejo en este último año. Asimismo, señaló que la entidad ha hecho traslado por presuntos detrimentos patrimoniales, multas relacionadas con algunos reportes negativos en Datacrédito, entre otros movimientos que podría afectar eventualmente las finanzas, pero, también es claro que Tigo ha llevado a cabo emisiones de bonos y ha tenido que hacer un gasto fuerte en la reciente licitación de espectro.

El actual gerente de EPM, Jorge Andrés Carillo será quien adelante este tema, pero aún no se conoce voluntad de Millicom para comprar el 50 % y existe una cláusula llamada Drag Alone y que vence en la administración de Quintero, en la que la alcaldía debe avisarle un año antes de la venta que realizarán, de manera que esto se tardaría más de un año.

Para expertos consultados por este medio de comunicación, la venta de la participación de la ciudad en Tigo es necesaria, responsable y urgente, porque le puede proveer al municipio más de cinco billones de pesos en recursos y le permite orientar este tipo de ingresos a proyectos sociales, educativos y de infraestructura en los próximos cinco años.

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El proyecto necesita una mayoría en el Concejo, donde las posiciones están divididas, por lo menos se cuentan – de acuerdo con análisis previos – con siete votos negativos, mientras que hay cinco que se encuentran en espera.

Prevén acompañamiento de gremios y expertos en el sector que permitan dirigir el debate de una forma técnica y no política.

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