A través de imágenes satelitales y verificación en terreno, la Alcaldía de Medellín identificó al menos 35 intervenciones urbanísticas en la vereda El Jardín, del corregimiento Altavista, que, al parecer, no contaban con licencias de construcción. El lote, con más de 11 hectáreas (un área equivalente a la mitad del Parque Norte) está clasificado como suelo rural de uso forestal protector, lo que significa que solo puede destinarse a fines ambientales y no habitacionales.
Y es que en el marco de la intervención, la Secretaría de Gestión y Control Territorial llevó a cabo informes técnicos y se ordenaron suspensiones de obras que no contaban con la licencia requerida. Dichos informes son fundamentales para dejar evidencia detallada de lo ocurrido y que servirán como base para los procesos que garanticen el adecuado ordenamiento del territorio.
“Encontramos una parcelación de 11 hectáreas en un suelo donde la norma es clara: solo se permite una vivienda en 38 hectáreas, porque son terrenos destinados a proteger los bosques, el agua y la biodiversidad. Lo que allí se observó no corresponde con la destinación para el uso del suelo. En la intervención el corregidor ordenó la suspensión inmediata de cuatro obras, debido a que no fue acreditada la respectiva licencia de construcción. Con estas acciones demostramos que el Distrito ejerce control y actúa con firmeza frente a quienes pretenden urbanizar de manera ilegal”, indicó el subsecretario de Control Urbanístico, Carlos Trujillo Vergara.
La corregiduría de Altavista, en Medellín, hizo parte de la intervención
Cabe remarcar que la intervención también contó con la Corregiduría de Altavista y la Policía Nacional, entidades que realizaron las verificaciones en terreno y garantizaron la aplicación de las medidas adoptadas.
“El Distrito continuará con este tipo de operativos en las comunas y corregimientos de la ciudad, con el fin de velar por el adecuado ordenamiento del territorio, prevenir riesgos y evitar que urbanizadores ilegales se aprovechen de la ciudadanía en suelos que tienen destinación ambiental o de protección”, señalan desde la Alcaldía de Medellín.
Es pertinente dar a conocer que el problema de las construcciones ilegales ha notado un crecimiento elevado en los últimos años, pues las autoridades tienen mapeados 65 puntos críticos por la proliferación de este tipo de edificaciones.
Así las cosas, vale la pena señalar que estas zonas se encuentran primordialmente en los márgenes urbano-rurales y en corregimientos como San Cristóbal, San Antonio de Prado y Altavista, además de comunas como Manrique, Popular y Robledo.
Al respecto, en su momento, el subsecretario de Control Urbanístico de Medellín, Carlos Trujillo, dijo que uno de los principales fenómenos es el loteo ilegal, que consiste en ocupar, vender o construir en bienes del Estado o de privados sin los debidos permisos, especialmente en el borde urbano rural y los corregimientos. Además, se ha encontrado que estructuras criminales están detrás de muchos de estos predios, loteándolos irregularmente para venderlos a personas urgidas de vivienda.
Es clave recalcar que la situación reviste gravedad, pues estas construcciones de forma seguida se levantan en zonas de alto riesgo geológico no mitigable. En tal sentido, un crítico es el repunte de edificaciones en el mismo sitio de Villatina, donde en 1997 ocurrió un derrumbe que dejó 500 muertos, y ahora hay 80 viviendas nuevas. Las invasiones también afectan los cerros tutelares, como los alrededores del Pan de Azúcar, deteriorando los “pulmones verdes” de la ciudad.
Así, este es un trabajo que se hace de forma mancomunada con el fin de mitigar este tipo de construcciones que traen riesgos no solo para el medio ambiente, sino para las personas como tal.
Lea también: ¿En qué va el proyecto de creación del Área Metropolitana de Urabá?