En una declaración pública de tono reflexivo pero contundente, Miguel Uribe Londoño anunció su renuncia irrevocable al Centro Democrático, partido en el que militó desde su fundación. Su salida, según explicó, responde a una acumulación de decisiones internas que, a su juicio, estuvo marcado por constantes cambios y decisiones tomadas sin su consentimiento.
Panorama general: El detonante de la ruptura fue el anuncio de su supuesta renuncia a la candidatura interna, algo que él niega categóricamente. Uribe cuestionó que la dirigencia del partido divulgara la información sin consultarlo. “Sorprende que se haya anunciado mi supuesta renuncia sin haberme consultado jamás”, afirmó, asegurando que ningún directivo atendió sus llamadas ni escuchó sus argumentos. También dijo que se le negó el derecho a la defensa: “No se me respetó el sagrado y legítimo derecho a la defensa”.
Uribe describió un proceso interno marcado por cambios constantes en las reglas, que según relata, se modificaron varias veces en apenas tres meses. Reiteró que desde el inicio había pedido que el mecanismo de selección fuera “transparente, auditable y públicamente conocido por los colombianos”, tal como lo exige la ley. “Colombia conoce mi historia”, recordó, insistiendo en que no podía avalar procedimientos que, en su opinión, comprometían la integridad del partido.
Miguel Uribe Londoño renuncia al Centro Democrático por falta de garantías internas

Por qué es importante: Uribe Londoño sostuvo que razones éticas lo llevaron a dar un paso al costado. Aseguró que el manejo del proceso lo dejó sin posibilidad de continuar militando en una colectividad en la que, como él mismo subrayó, “no lo escucharon”. “No me permite moralmente seguir militando en sus filas y me veo obligado a renunciar a la militancia irrevocablemente”, expresó. Incluso relató que solicitó una rectificación pública sobre el anuncio de su renuncia, respuesta que, según dice, nunca llegó. “Hoy les digo que ya no estoy interesado. El tiempo juzgará quién estuvo del lado correcto de la historia”.
En su mensaje, Uribe recordó una enseñanza que transmitió a su hijo: que los principios no se negocian. “Hoy reafirmo que mis principios tampoco se negocian”, afirmó, y aseguró que continuará trabajando por la unidad nacional y la construcción de un país en el que “nuestros hijos puedan vivir sin miedo” y en el que los padres no tengan que “seguir enterrando a sus hijos”.
Al final de la carta, dirigió unas palabras al expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder del Centro Democrático, a quien agradeció por haber invitado a su familia a participar en el proceso interno durante una reunión del pasado 17 de agosto. Manifestó su deseo de reencontrarse con él en un camino de construcción nacional y advirtió: “Colombia no nos perdonaría más errores”. Cerró reiterando su respeto por el expresidente y agradeciendo a quienes lo han acompañado en su trayectoria política.