Los jóvenes no van a la universidad a ser adoctrinados, van a aprender cómo aprovechar mejor sus capacidades para enfrentarse al mundo laboral, para construir país, para aportar, para cumplir sueños.
Por: Catalina Escobar
Los comunistas y los nazis dejaron millones de muertos (incluso los comunistas superan por millones a los nazis), miseria y marcas imborrables en la humanidad. Dicho esto, no hay ninguna justificación para tener en los edificios de las universidades colombianas el rostro del Che Guevara como símbolo de heroísmo. ¿Acaso qué hay que agradecerle? ¿Qué ejemplo puede ser para las nuevas generaciones? ¿quiénes están interesados en que siga allí?
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Pero no sorprende cuando vemos docentes de las universidades públicas de nuestro país, rindiéndole honores a Jesús Santrich. Esto parece un mal chiste, pero es cierto. Cuando anunciaron la presunta muerte del cabecilla de las Farc, Jesús Santrich, un docente de la Universidad Nacional publicó en sus redes sociales: “Mis honores al comandante Jesús Santrich. La historia sentenciará sobre su rol fundamental en la construcción del Acuerdo de paz Odiado por el régimen; mancillado por algunos de sus ex camaradas; querido por nosotros. Santrich, hasta la victoria siempre”. ¿Qué podemos esperar de un docente que rinda honores a un hombre que ha cometido crímenes de lesa humanidad y no contento con eso, después del perdón de millones de colombianos, les da una cachetada y vuelve a sembrar terror?
Los jóvenes no van a la universidad a ser adoctrinados, van a aprender cómo aprovechar mejor sus capacidades para enfrentarse al mundo laboral, para construir país, para aportar, para cumplir sueños.
Más preocupante aún, fue la publicación de la UNESCO el 14 de junio de este año donde conmemoraban un discurso del Che Guevara en la ONU. Mal hacen exaltando a un personaje que lejos está de ser un ejemplo para las nuevas generaciones. Que una organización como esta lo quiera hacer ver como un pacifista que NO FUE, es una cachetada para las miles de víctimas y para todo un continente que hoy sigue pagando las consecuencias de las malas semillas que sembró.
El Che fue tan sanguinario y bárbaro como Hitler, pero como era comunista, alabado sea…estas organizaciones deben dejar de reescribir la historia a su antojo y sus intereses, deben dejar de mentirle a una generación que CONFÍA en ellos, deben dejen jugar con esa confianza y empezar a actuar como se supone que deben hacerlo.
Sin embargo, siempre hay esperanza. A finales de junio, el gobernador del estado de Florida en Estados Unidos, Ron DeSantis, firmó un proyecto de ley, presentado por un grupo de cubanos, venezolanos y nicaragüenses que pretende enseñar a los estudiantes de secundaria sobre los impactos negativos que causa el comunismo en los países donde se implementa.
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Sobre la tragedia nazi mucho nos han ilustrado, pero ¿qué pasa con la tragedia que ha sido el comunismo? Es importante que a las nuevas generaciones les cuenten lo que en realidad es y dejar de venderlo como el romántico manuscrito de Karl Marx y Friedrich Engels porque no es lo que parece.