No nos metan mentiras: el dólar caro no nos conviene

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Entiendo que el título puede resultar agresivo para algunos, pero me resulta más ofensivo que se le quiera vender a los colombianos que un dólar alto conviene por cuenta de las exportaciones que tiene el país, pero omitiendo de manera descarada que es un impuesto indirecto durísimo para todos los colombianos, sin distinción alguna, y que vale la pena revisar.


Por: Andrés Felipe Gaviria

Hay dos caras de la moneda y debo respetar la opinión y el concepto de los analistas y expertos en materia económica que creen que un dólar alto le conviene al país, y este escrito puede ser chocante para los empresarios o personas naturales que exportan sus bienes, servicios. productos y reciben los ingresos, tanto en euros como en dólares, en este caso hablaremos del dólar, aunque vale la pena recordar el precio de 1 euro hoy. Para Colombia, a el 27 de septiembre del 2021, el valor de 1 euro en pesos colombianos es de 4.492 y el dólar cerró s 3.841 pesos. 

Podríamos hacer ejercicios simples como cambiar unos pocos dólares a ver cuánto dinero colombiano nos dan, o cuántos fajos de pesos colombianos entregamos para que nos den dólares, y salir a pasear y ver en dónde nos rinde o no nos rinde más el dinero, y con qué dinero regresamos al país, si con dólares o con pesos, pero para no ensanchar el debate, creo que lo importante es que se le hable a la mayoría de los colombianos, no al 10 o 15%.

El colombiano en promedio no lee, y es una lástima porque se priva de la posibilidad de tener debates informados, información soportada en documentos, cifras y tener más razones a la hora de analizar las situaciones económicas que afecta el bolsillo de cada ciudadano, que impacta a cada persona que está en el Sisbén, hasta los que están en estrato 6, sin importar si está en Barranquilla, Guainía, Guaviare, Caquetá, Putumayo, Medellín, Santa Marta o Montería, no importa en el extremo del país en que se encuentre, a todos los va a afectar de una u otra manera, sin contar los pormenores que tiene el país que son graves en materia de infraestructura, que no tenemos los mejores puertos, ni las mejores vías, no tenemos red férrea, tampoco hay navegación en nuestros ríos, los aeropuertos son bastante limitados y desde luego, la capacidad de producción de Colombia no es muy competitiva.

Al colombiano le interesa y le debería interesar, comer barato, pero comer bien, vestirse bien, pero vestirse barato, poderse mover con seguridad, cómodo y a un precio accesible y tener una estabilidad laboral y con el paso del tiempo, adquirir vivienda, vehículo, ahorrar y aportar a su pensión, entre otros, pero cuando existen impuestos indirectos que las personas no sienten, como un alto precio del dólar, que no solamente es un impuesto, sino que emanan otras variables, como la inflación, hay pérdida del poder adquisitivo que es a fin de cuentas ese gran efecto del dólar costoso, ese dólar que Colombia ha tenido en los últimos cuatro años en niveles bastante elevados, y aunque comparto con algunos analistas que se dólar está sobrevalorado, pues debería estar por los lados de 3.200 o 3.400 pesos, tenemos unos hechos fácticos que nos deberían preocupar.

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El país sigue exportando lo mismo de siempre, café, carbón, petróleo, oro y porcentajes mínimos de textiles y de flores, pero hoy Colombia importa más del 30% de sus alimentos. Increíblemente, y la gente no lo sabe, el país importa todo el maíz que requiere, un producto tan básico, con el que se hacen las arepas. A nivel médico, no solamente medicina, sino en equipos importa más del 84% de lo que requiere, en pleno 2021 el país ha tenido que entrar en esa onda del consumo en dólares, no solo a nivel de plataformas de streaming, también en productos que se venden en dólares. Estamos hablando desde los precios de un tiquete y sus impuestos, hasta la tarifa que se paga por cualquier dispositivo electrónico, sea un computador, celular o una consola de videojuego.

Los ciudadanos se ven impactados directamente a través de todos los productos que provienen del extranjero, y en su mayoría, los que más impactan son los que hacen parte de la canasta básica familiar, ya que cerca del 24% de esos productos necesarios son importados, como los lácteos, pescado, hortalizas, legumbres, carnes y electrodomésticos.

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Es hora de que el Banco la Republica suba las tasas para tratar de controlar ese precio del dólar y aunque los efectos no son inmediatos y toman cerca de 2 o 3 meses y se pueden extender incluso, hasta los 7 meses, Colombia en la importación de materias primas para la producción, en temas agropecuarios, textiles o hidrocarburos, comienza a resentir las tarifas.

Entiendo que a los colombianos que exportan vestidos de baño, flores, que trabajan en servicios de webcam o trabajan con multinacionales, el alto precio del dólar les conviene, pero hay que pensar en la mayoría de los colombianos, porque tampoco es como pretendían algunos mencionar, que sólo lo querían bajo quienes iban a pasear a Estados Unidos

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A nivel tecnológico, por ejemplo, tras las necesidades que generó la pandemia por mejor y más Internet y la adquisición de equipos electrónicos como audífonos, celulares, computadores, luces, le saldrá al colombiano más caro acceder a equipos de mejor calidad, pues un celular que costaba 300 dólares y equivalía aproximadamente 700.000 pesos, hoy costaría 1.200.000 pesos, eso para nada ayuda en la tarea de cerrar la brecha digital en el país 

Es importante tener en cuenta varias cosas, uno, el maíz representa el mayor volumen de las importaciones del sector agropecuario, segundo, tenemos claro que, a nivel de arroz y azúcar, las empresas se ponen de acuerdo y si la demanda está baja, exportan todo para que el precio suba en Colombia, después, si el país importa más de 14 millones de toneladas de alimentos al año, cómo es posible que quieren venderle a un colombiano que el dólar alto le conviene. No le conviene, eso es falso.

Muchos usan el café como excusa, pero los cafeteros, en muchas ocasiones, se aprovechan de las coyunturas, cuando el precio sube se quedan callados y no dicen nada, pero cuando el precio baja, reclaman subsidios, lo que pasa es sumamente grave porque no existe un equilibrio y unas compensaciones en lo que se exporta e importa. Al país le falta mucho en materia de exportación, podría ser una gran despensa agrícola, pero lo cierto es que no lo hace. Vamos a seguir en otros aspectos importando todo lo que es maquinaria y equipo de transporte en un país que necesita mucho de esto, seguiremos importando los productos químicos, cereales y derivados, alimentos de animales, pescado, crustáceos y materias primas, y apenas lo que exportamos es aceite de palma, bananos, flores, oro, petróleo y sus productos derivados.

No le vendamos a los colombianos que un dólar caro nos sirve, porque no hay nada más falso, ya que le sirve a unos colombianos que exportan sus productos, pues reciben más dinero sin aumentar su precio, puede beneficiar en algo al sector turismo, y en algo a las remesas, pero claramente los mayores perdedores son los consumidores de las bebidas, hasta la ropa, los vehículos, los alimentos y la tecnología incrementa sus precios escandalosamente, sin contar ese contraproducente impuesto indirecto que es la inflación, eso que los colombianos tienen que pagar de más en cada compra por cuenta del dólar costoso.

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